"Varias calles más abajo se cruzó con patrullas de abnegados voluntarios que iban llamando por las casas. Le obligaron a ponerse en la cabeza una almohada atada a modo de barbuquejo y bañada con agua. Se hacía extremadamente peligroso ir al descubierto, la noche estaba convirtiéndose en una lluvia interminable de materia incandescente."
Párrafo tomado de la novela Con el fantasma de un loco (edición del autor, 1973) de Antonio Martínez Cerezo. Es interesante su descripción del incendio, que, por otra parte, no ocupa más que unas pocas páginas. En lo demás, interesa todo lo que parece puesto para que la novela tenga un éxito que no sé si llegó a alcanzar: machismo, clasismo, alguna cesión al igualitarismo pero tratado como ocurrencia, etc. Siendo machista el autor supongo que lo que pretendía era vender, vender más que no siéndolo; siendo clasista lo mismo. Es este reflejo, no sé si inconsciente, de la ciudad de Santander en los setenta lo que más interés despierta, siempre relativo, dejando de lado la descripción del incendio, que es notable.
El diseño es de Jesús (hoy Xesús) Vázquez, de neovanguardia. Ya vamos viendo que la neovanguardia, incluso neonata, no hacía ascos a nada. A lo mejor no hay motivos para sorprendernos con lo que está pasando hoy. Y no lo digo por Jesús o Xesús Vázquez, sino por la neovanguardia en sí.
En fin, este libro va bien para quien quiera incorporar un título más a la batería de novelas que hacen referencia al incendio, para coleccionistas de la obra de J./X. Vázquez y (ésta es la parte mala) para quien quiera horrorizarse con quiénes éramos (no sé si algo quedará pero todo parece indicar que sí) hace cuatro días.
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