La braña Las Espinas o Jozcava (de las dos formas me han dicho) se asienta sobre una mole de roca pelada que se llama Peña Las Aguileras. En esta peña enjambran las abejas. Sabedores de ello, los vecinos de Cabuérniga y Campoo, que comparten la propiedad de este territorio, cataban la miel (que no significa probar, sino recolectar la miel) por kilos, descendiendo con cuerdas.
Los panales están a la altura de la cueva de Gullén, que se utilizaba para dar cobijo al ganado cuando nevaba, como si fuera un invernal, dicho tal cual por un paisano campurriano.
La miel se sabe que empezó a ser recolectada hace unos 9.000 años en Anatolia. Es una actividad que se expandió con la domesticación de plantas y animales. Esto no quiere decir que las abejas se domesticaran entonces. Solo que la deforestación provocada para obtener pastos y tierras de cultivo tuvo como efecto secundario la multiplicación de paisajes de sotos y flores que propició el avance de las abejas. Supongo que quepa distinguir una primera fase de explotación de circunstancias o de contingencia que más tarde fuera sustituida por un tipo de domesticación que todavía hoy sigue siendo, al menos entre nosotros, muy liviana, aquí y aquí, lo cual no quita para que se conserven formas de explotación primitivas, como ésta de Las Aguileras.
No es casual que las abejas de Las Aguileras estén en pleno paisaje de brañas, con Las Espinas o Jozcava encima, Gustandrán y Oceju enfrente, etc. Seguramente brañas y abejas sean coetáneas, sin que sepamos el origen de las brañas, todo hace pensar que prerromano, pese a que la palabra sea de probable origen latino (una palabra latina en sustitución de otra prerromana perdida, si acaso).
Seguramente la miel de Las Aguileras se aproveche desde entonces.
Es muy conocida la imagen de una persona valiéndose de una escala para coger miel, como en Las Aguileras, hallada en los años veinte del pasado siglo en la cueva de La Araña (Bicorp, Valencia).
El aprovechamiento de la miel de Las Aguileras responde a idénticas coordenadas que esta pintura rupestre de hace entre 8.000 y 5.000 años, por cierto, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1998. Nosotros todavía somos capaces de explicarla, a esta pintura me refiero, de primera mano. Imaginaos la potencia cuando menos turística que tiene esta tradición nuestra. Tenemos un patrimonio inmaterial impresionante que no sabemos aprovechar.
A esas colonias de abejas les queda de vida lo que tarde en localizarlas la avispa asiática, acabarán con ellas como han hecho con todas las que han encontrado a su paso.
ResponderEliminarApa.
Espero que no! Hasta tan arriba han llegado? Ese sitio es increíble. Tenemos que lanzarnos a recorrerlo andando y no solo verlo desde La Cardosa. Aunque la verdad es que en el mirador siempre hay parados vecinos que te cuentan su vida en el monte y es un gozada.
ResponderEliminarTe debo una llamada, Apa. A ver si subimos pronto a tu casa. Queríamos ir a la braña Oceju en cuanto pudiéramos y luego a comer a Carmona, pero con este mal tiempo no sé si tendremos que esperar un poco.
Abrazos.
Ortega y Gasset tiene un artículo titulado "Abejas milenarias" recopilado en "Viajes y países".
ResponderEliminarNo descendían propiamente con cuerdas. Este domingo nos ha contado un vecino de 85 años de Valle que bajaban metidos en "zonchos", es decir, en cestos. Trataré de desarrollarlo.
ResponderEliminarA mí que a Las Espinas se le llame también Jozcava no me acaba de cuadrar, aunque nos lo dijera bien claro un vecino de Campoo.
ResponderEliminarCocinera que está tratando de potenciar el uso de la miel en la alta cocina, aquí:
ResponderEliminarhttps://elpais.com/gastronomia/2023-04-12/maria-jose-martinez-chef-de-lienzo-que-sentido-tiene-ponerle-a-un-chuleton-papel-de-oro-encima.html
Es vecina de la cueva de la araña.
Su restaurante se llama Lienzo.
Confirmado "zonchos" para "catar" miel en Las Aguileras:
ResponderEliminarhttps://elrobledaldetodos.blogspot.com/2023/06/a-la-hora-de-la-merienda.html