lunes, 10 de agosto de 2015

Atigüenas

Me cuenta mi tío Camilín que cuando era crío en San Sebastián de Garabandal le mandaban ir a cuidar los panales, labor que consistía básicamente en evitar que las abejas los abandonaran.

Cuenta que en cuanto veía asomar una, del miedo a que escaparan todas, se ponía a golpear dos tejas como loco.

Cuenta mi tía Geniuca que antiguamente se decía mientras se golpeaban dos piedras: "atigüenas, atigüenas, atigüenas las mis colmenas". Era para recuperar los enjambres perdidos, para pastorearlos, para "escurrilos" hasta las colmenas. Dice también que a lo mejor se le ha olvidado alguna palabra antes de "las mis colmenas", quizá "apillar" o algo similar, pero cree que no, que está bien como lo recuerda. Preguntada por si no sería "aquí güenas" responde que no, que era "atigüenas".

Al enjambre se le dice ensambre, a la abeja mosca de la miel y duju al panal hecho de un tronco hueco.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Según otra tradición, de Rionansa, creo, que dicen algunos que inspiró a Llano el cuento, la anjana en cuestión era una mora y "peldá" era su pronunciación de "piedad".

Serrón dijo...

El filólogo de la Universidad de Oviedo Xosé Lluis García Arias apunta otra etimología posible para "peldá", me parece recordar, pero ahora no caigo.

Hay que tener cuidado con las etimologías populares (p.e. Colindres de "collado lindo" o Santander de "San Andero").

Anónimo dijo...

Peldá era lo que iban diciendo a gritos monte arriba las moras cuando se iban quemando con una borona candente de barro escondida en el seno. Según el cuento eran gente muy recatada, familias de moros derrotados en Covadonga que habitaban cuevas apartadas y que traían con ellos su cultura, habla, modos y cantares propios y la palabra viene a ser la forma de decir "piedad" en "moru" según la tradición popular.

Apa.

Serrón dijo...

Oído cocina.

Apa, ¿conoces tú alguna fórmula para tratar con las abejas?

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