martes, 5 de mayo de 2020

Penalización tradicional del derroche

Yo solo digo lo que oigo en la calle

que es el típico argumento suyo:

el de la mujer de Revilla lo mismo que el de la mujer de Pesquera y ahora el de Lombó, la de Educación:

el atuendo

el lujo

que gastan

el no repetir modelo:

que no es de recibo

yo solo digo lo que oigo en la calle

que quién se va a fiar de alguien que cada vez que sale a la calle estrena modelito.

Esta penalización de lo que se considera derroche

y en políticos prueba de mala gestión

se enraíza en la tradición, aquí.

La tradición no porque sí

sino por lo que vale.

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