"Construir a favor de la naturaleza", artículo de Anatxu Zabalbeascoa sobre ingeniería (mal llamada y es lo que cuestiona el artículo) primitiva, aquí.
"Hoy, cuando algunos arquitectos osados proponen construcciones sobre el agua, en medio de un desierto o junto a acantilados, conviene recordar que diferentes culturas han sido capaces de hacerlo entendiendo el lugar y previendo sus cambios. Ese conocimiento que llamamos primitivo está demostrando ser también futurista. La supervivencia de las tribus y sus tradiciones lanza un mensaje que sería de necios desoír: lo que ha funcionado durante siglos y sigue funcionando, tal vez no deba cambiar. Un diseñador no construye solo objetos y ciudades, construye también una cultura. Por eso no conviene confundir tradición con primitivismo. Conociendo la naturaleza y respetándola, algunas tribus han demostrado una encomiable visión de futuro."
En mente los camberones o callejones cántabros, por ejemplo El Callejón de Pinillas entre Ruente y Ucieda, las escolleras de Barcenillas y Viaña, las canalizaciones de El Zalcéu de Sopeña de Cabuérniga, lindes como las de la mies de Lamiña, las paseras en los ríos, por ejemplo en La Fuentona de Ruente o en La Puente de Viaña, y ya en otro plano los morios cuetanos o los valladares vegetales que cierran las fincas, además de los palos de turcías o los árboles esgandiaos. De todo hay ejemplos en elrobledal.
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