La noticia se acompaña en los medios con la siguiente foto:
Pongo a continuación las recomendaciones del Gobierno de España a fecha de hoy, básicas:
Como podéis comprobar la distancia interpersonal sigue estando vigente. Pero en la plaza de toros de Santander parece que esta norma no es de necesario cumplimiento.
Sabiendo que esto iba a ocurrir la alcaldesa bien se cuidó de invitar a dos altos cargos del Hospital Valdecilla para utilizarlos como parapeto, aquí. Hoy mismo se ha rematado la jugada: el empresario responsable de la feria de este año dice que si los positivos se disparan será por culpa de los técnicos sanitarios, que son ellos los responsables. No, los técnicos sanitarios ponen las normas y son para cumplirlas, no para saltárselas. No se puede culpar a quienes ponen las normas de que éstas no se cumplan. Es más, los que preparan la jugada a sabiendas de que no se van a cumplir las normas, los que la preparan para echar la culpa a otros de lo que ellos saben que están haciendo mal, como en este caso el empresario y la alcaldesa, debieran recibir su castigo.
Pasa lo mismo con el cierre del ocio nocturno en Santander: el ayuntamiento ha concedido sin control "licencias mixtas", un tipo de licencia inventada ahora para que los pubs no tengan que cerrar pese a tener que estar cerrados. Este truco ha provocado que la incidencia se dispare y se tenga que declarar el toque de queda. Y como en Santander se sigue sin cumplir las normas hoy mismo se tendrán que tomar medidas más duras. Y suma y sigue. No es que se esté priorizando la economía frente a la salud (algo estúpido, porque sin salud no hay economía), es que en esta ciudad se nos está privando de nuestro derecho a la salud. Si no se pone freno ya al ayuntamiento de Santander, sumido en una deriva negacionista que no tiene parangón, ni siquiera en Madrid, vamos a ir indefectiblemente a peor.
Hoy que he corregido un poco la entrada me he dado cuenta de que en la foto tampoco falta uno haciendo el saludo fascista.
ResponderEliminarHace dos días, cumpliendo el periodo de incubación: dos señoras muertas y casi doscientos casos.
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