No solo él. Se lo he oído a otros, gente que dice haber muerto alguna vez. Si no recuerdo mal, Julián Díaz recoge un caso parecido en su libro (firmado por otro) Julián Díaz: El Sarruján de Carmona (Editorial Los Cántabros, 2021).
No creo que ninguno lo diga por decir.
Habría que prestar atención a este morirse vivo cántabro que, de alguna manera, enlaza con el ciclo vida > muerte > vida que rige la naturaleza.
Pongo esto aquí hoy que me dan un premio por un trabajo dedicado precisamente a mi abuelo: la última vez tampoco murió del todo.
Descubrí tu blog hace ya unos meses, creo que porque andaba buscando contenido en cántabru, para ir más allá de lo que hacíamos en el cursu, y me enganché. Es una delicia leerte.
ResponderEliminarEnhorabuena por ese premio.
¡Gracias!
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