de una farmacéutica pesada
publicidad que dan
la punta, la llave, es un imán
el resto es de madera
salvo la tapa, de metal por dentro
para que quede prendida
y no se caiga, no se pierda
la memoria extraíble
la he metido en el bote de los bolis
donde también tengo monedas sueltas
para el café de máquina o lo que sea
cualquier imprevisto, unas fotocopias
o unas impresiones, como ahora: la he sacado
y tenía pegado casi todo el dinero.
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