En el acto de abrir un claro en el bosque para habitarlo se constituye el ser humano contra la naturaleza.
El mundo clásico identificaba los claros del bosque como lugares sagrados.
Pero en Cantabria, aunque también, de donde tanta Pola y topónimos de la familia, o términos como esbusquizar, que valdría por "deforestar", en Cantabria, decía, no ha sido siempre así, no siempre hemos tomado consciencia de nosotros mismos contra la naturaleza, en Cantabria también hemos sabido colaborar, caminar de la mano, de donde los camberones, por ejemplo, o las brañas, pastizales naturales que hemos sabido aprovechar y conservar.
En Cantabria lo que nos caracteriza, me atrevería a decir, es esta simbiosis, este equilibrio tan delicado, este saberse dentro.
Yo creo que ese es nuestro jimen, nuestra "esencia".
Una de las mesas de fuera del bar de dentro de Barcenillas (al pie de la carretera está la taberna; pues el otro) tiene arañazos supongo que de apilarlas al recoger de noche. Alguien ha aprovechado para dibujar con la navaja un pájaro.
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