jueves, 21 de marzo de 2024

La etiqueta

Vengo de tomar un café con sobao ahora mismo. No suelo, sobre todo a partir de la pandemia, pero hoy sí, que llevo una temporada comiendo nada. A mi lado, en la barra, se ha puesto una anciana sola y repeinada, vestida con esmero, humilde pero cuidando las apariencias, que no se contradice, y al quitarse la chaqueta y ponerla en el antebrazo dada la vuelta para no mancharla, ha visto que no había quitado el precio. Ha cogido la etiqueta con discreción, la ha arrancado de un tirón y se la ha guardado.

Supongo que salía del hospital o quizá iba a entrar y estaba cogiendo fuerzas con un café.

Cuando veo a personas mayores y solas en este entorno mío me estremezco y no tengo por qué, porque que sean autónomas es bueno para ellas, la soledad no tiene por qué ser mala, pero no puedo evitar que me provoque una infinita tristeza.

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