Mi padre dice que el día ideal de playa en El Sardinero es cuando sopla viento nordeste. La mar está entonces picada. Está como la carne con grasa, explica. Si se detiene a eso de las siete u ocho de la tarde, al día siguiente volverá a hacer un buen día de playa.
Son conocimientos que supongo provengan de la época de los baños de ola.
La foto es de la 1ª.
Mi padre da su aprobado a la primera línea de casas a sur, el Paseo Pereda por ejemplo, pero indica que por detrás, en lugar de ir en paralelo, la ciudad tendría que haber estado orientada dando la espalda al nordeste para evitar las corrientes. Por ejemplo, los soportales de Pombo, que es donde estamos tomando un café, están muy bien para el gallego pero no para el nordeste. En invierno bajo estos arcos, señala, no hay quien pare. Santander es una ciudad de tubos.
Supongo que la lógica de calles paralelas es la que primó tras el derribo de las murallas y el crecimiento del ensanche dieciochesco.
ResponderEliminarQuizá en relación con el famoso chiste de que Santander es la ciudad de los tubos porque mi padre tuvo, mi abuelo tuvo...
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