Han encontrado una nueva inscripción de hace dos mil años que pudiera estar escrita en vasco,
aquí: "ikae" o "igae", en posible relación con una forma vasca empleada por un poeta del s. XVII:
ikai, "pendiente". Está a la entrada de una mina, justo antes de, efectivamente, una rampa. Es como si fuera un aviso.
En cántabro se diría
cadorra,
aquí, que en su día relacioné (no sé si ahora habría que revisarlo) con el latín CADERE, "caer".
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