lunes, 31 de mayo de 2021
"Un señor elegante" (Alianza, 2020) de Suso de Toro, recomendación
Empecé con este autor leyendo Land Rover en gallego. El libro lo tenían en la biblioteca del Instituto Cervantes de Lisboa, donde por entonces vivía. Más de veinte años, hace. Desde entonces he probado con Tic Tac, No vuelvas, etc., pero no lograba gustarme del todo. Sin embargo ha caído en mis manos Un señor elegante (Aianza, 2020) y ahora sí, por fin: una verdadera maravilla, imprescindible.
viernes, 28 de mayo de 2021
Somos lo mismo
Los palos de turcías son aquéllos torneados, con vueltas
muy apreciados, que pueden ser bien naturales
o bien provocados, fruto de la negociación
con la naturaleza: una liana
o virigaña en torno a la barra de avellano
o un jaretu atado como en las fotos:
Las lechugas o berzas que no se arrancan
a las que se despoja de las hojas
para la ensalada o el cocido
es lo mismo.
Los robles o fresnos que no se talan
a los que se poda solo las ramas
que se necesitan, para viguetas
o piezas de barco
es lo mismo.
Los frutales de las huertas
que se apean
para que no les venza el peso:
los rosales, los pensamientos
cargados de flores
es lo mismo.
Los robles, los fresnos
los frutales, los rosales
nosotros, los pensamientos
somos lo mismo.
jueves, 27 de mayo de 2021
"Dramawalker" del Centro Dramático Nacional
miércoles, 26 de mayo de 2021
Santander, la ciudad del pan blanco
martes, 25 de mayo de 2021
"Cumu siempri" de Raúl Molleda
"Las cosas ena naturaleza ucurrin cumu siempri. Y nós dibíamos jacer que esi cumu siempri juera tamién pa siempri, porque ya no sabemos si jueraparti, otros con intinción de cubrir bien el sú riñón vein lo mesmu que nós, peru sobándosi las manos en vista de jacer cualisquier negociu con malas artis."
De "Cumu siempri" de Raúl Molleda, aquí.
El tema del lobo y el de los incendios tienen muchos paralelismos. Al principio la gente que estaba en contra de matar al lobo creía que todos los ganaderos querían matar al lobo y los que estaban a favor que siempre se había matado al lobo. Después se cayó en la cuenta de que los ganaderos que quieren matar al lobo solo son aquellos que han roto con la tradición (el lobo como animal listo y bravo al que admirar, y con el que negociar). Respecto a los incendios, la gente que estaba en contra creía que los ganaderos eran unos pirómanos y los que estaban a favor que siempre se había quemado el monte. Raúl Molleda es de los primeros que explica que los ganaderos que queman el monte solo son aquellos que han roto con la tradición.
Los ganaderos que han roto con la tradición y matan al lobo y queman el monte son víctimas. También lo explica bien Raúl Molleda. Es por ahí por donde hay que empezar a buscar la solución. La tradición, como siempre, puede servir como repositorio de soluciones, soluciones a considerar aunque solo sea porque se han venido afinando durante siglos.
"Carrusel" de Berta Dávila, fragmento
"Así son también las cajas de música que me obsesionan desde que era una niña. La lógica del mecanismo de una caja de música son los obstáculos. La rueda no se detiene, el sonido aparece cada vez que ella tropieza. Si no hubiera obstáculos, no habría música tampoco. No sé en qué momento tomé conciencia de vivir dentro de una caja de música, tropezándome. Tal vez ese y no otro es mi hogar y el lugar que siempre estoy buscando, ese sitio al que siempre quiero volver y del que nunca quiero marcharme. O a lo mejor es así como vivimos todos."
De Carrusel (Barrett, 2020) de Berta Dávila, p. 112.
lunes, 24 de mayo de 2021
La jaula
Ayer fue su cumpleaños y bajamos a la alameda a vernos. Se nos hizo de noche. Cantaba un miruellu, que canta de noche para que se le oiga, por el ruido, no porque sea ave nocturna. Estábamos Raquel y yo y él con mi madre. Nos dijo que el malvís es distinto, que es jaspeado. Al mirlo no le conoce, no sabe qué pájaro es.
De pequeño iba a nidos. Miraba a contraluz y si el huevo era reciente lo cogía, le hacía dos agujeros con una aguja y soplaba hasta vaciarlo. Lo llama huerar los huevos.
Los pájaros tardan veintiún días en nacer.
Cada verano se hacía una colección. Solo un huevo por especie. Los del miruellu duda si eran azules o verdes con pintas rojas. Ciertamente se trata de un color indefinido. Supongo que él ya haya perdido los códigos culturales que hacen ver uno u otro, o uno distinto al azul o verde, o quizá es que efectivamente sea un color sin definir.
No se atreve a decirlo pero él si algún día
el jilguero es su pájaro preferido
si algún día
y no sé si lo que quiere decir es que le gustaría tener uno, consciente que son demasiados años, o si que cuando muera le gustaría convertirse en un jilguero
como a mi madre
que prefiere el gorrión
y que sus cenizas las echemos en Peña Sagra
siempre tuvimos jilgueros que nos regalaba un tío que los cazaba pasones en El Turujal, que venían de más al norte, más grandes que los cántabros, que son como víboras, pequeños y más fuertes, con más brío
las truchas de río se retuercen cuando los fríes como víboras, muy sabrosas
recuerda mi madre
mi tío las cogía a mano
mi tío cogía los nidos y los metía en una jaula que colgaba en el balcón de la casa de Sopeña, en verano
donde las muescas donde poníamos las pinzas pero que de antiguo era donde se ponían las monedas de oro de los indianos al sol para que no perdieran su brillo
aunque el oro no pierda el brillo
en el balcón, en una jaula, el nido
para que los padres los criaran entre los barrotes.
Luego se iban y mi tío repartía los jilgueros entre los amigos o la familia o los vendía y él se quedaba un par de ellos para el balcón de Santander.
Si algún día mi padre
se atreviera.
domingo, 23 de mayo de 2021
De cómo Sara descubrió el lugar donde vive
Nació en la calle 3 de Noviembre y ahora vive en la calle Vargas. Su jornada laboral era partida, de partirte el día. Ahora está jubilada. Acaba de salir de casa su último hijo, de tres. Dice que no se enteró de que Santander tenía cuestas hasta que le vino su madre a vivir a casa, que bajó el primer día con ella en silla de ruedas hasta Puerto Chico y que al volver tuvo que llamar a su hijo a que viniera a buscarlas a la altura de Numancia porque, sin posibilidad ya de coger un autobús, no podía más.
sábado, 22 de mayo de 2021
El rayo verde
Llamé a mi padre desde el faro al atardecer y me dijo que él siendo niño había visto el rayo verde, que era el último del sol al ponerse y que salía por Liencres, que lo había visto desde su casa de El Alta, el horizonte a la vista, ahora no, todo bloques, que atendiera porque nunca se sabía, que no siempre salía, que dependía de no sabía qué, del viento, de las nubes o a saber, pero que él lo había visto
que si se repetía
ojalá también lo viera yo.
jueves, 20 de mayo de 2021
Dibujo de época de la casa de Galdós en Santander
La casa de Galdós en Santander, llamada San Quintín, en torno a 1894. No es la vista habitual.
Forma parte de un álbum a la venta por 100 € en la librería anticuaria Astarloa de Bilbao, aquí.
miércoles, 19 de mayo de 2021
Sin mascarilla
A Cristóbal Palacio de VOX le vimos hace no mucho en un bar de Torrelavega (ostentosamente) sin mascarilla. Ahora ha dado positivo en COVID y está todo su partido en cuarentena.
Los usos de las telas de araña en las cuadras
Me acaba de contar el que limpia los cristales en el trabajo que las telas de araña en las cuadras sirven para evitar insectos, por ejemplo la carcoma, para mantener las cuadras calientes y para curar a las vacas (supongo que en su día también para cauterizar heridas en las personas): respecto al último punto, recuerda haber visto a una vaca con el cuerno dañado envuelto en tela de araña.
Fue hace poco a arreglar la cuadra de su cuñado que estaba en el hospital, se la limpió de telas de araña, que las tenía muy grandes y pesadas, de muchos años, y cuando el cuñado se enteró se enfadó.
En relación, aquí.
martes, 18 de mayo de 2021
¿Esto? Nunca
Si nos descuidamos tampoco esto habrá sucedido nunca.
En relación, "Emisión de vales locales en Santander durante la Guerra Civil" de Ramón Cobo Huici, aquí.
lunes, 17 de mayo de 2021
Entrevista a Virginia Carracedo sobre incendios forestales
"Una parte de la sociedad tiene una visión idílica del medio natural y rechaza el fuego por el impacto mediático que generan los incendios".
Entrevista completa a Virginia Carracedo, aquí.
Cabras
Abanillas (lo que se ve al fondo es Peña Sagra), Roiz e invernal de Sopeña de Cabuérniga, de arriba a abajo.
sábado, 15 de mayo de 2021
Casa rica, casa pobre (años veinte)
Casa rica
"Rodea al edificio un bellísimo parque, en cuyo centro, un surtidor riega con su fina lluvia las macetas de lozanas y delicadas flores.
Al fondo del parque, nace una escalinata de piedra, en cuyo peldaño último está cimentada la arquería, de mano maestra cincelada, cuyo remate sirve de base a la abrigada solana, que apoya uno de sus extremos en la blasonada torre. Al fondo de la arquería, una ferrada puerta que da paso a un amplio vestíbulo de artístico cancel, tras del cual arranca una descansada escalera, terminando en un ancho corredor que corta de través todo el piso, donde nos hallamos frente a una puerta entreabierta que vamos a franquear, porque importa allí nuestra presencia.
Nos encontramos en una gran sala, que está iluminada por artística araña de bronce, cuyas bujías eléctricas filtran su luz a través de una finísima pantalla, dando a las blancas paredes una suave entonación rosa. Un piano coronado de dos preciosos búcaros, duerme cerrado en un ángulo del salón; y ocupa uno de los testeros una consola, que sostiene dos violeteros y algunos retratos con marcos de plata repujada y un espejo de grandes dimensiones y biselada luna. Un precioso velador en el centro del salón y hasta una docena de butacas, con blancas fundas de hilo, completan el mueblaje de la salona.
Vibraron, turbando el silencio sepulcral que allí reinaba, nueve sonoros y pausados golpes en el reloj, distrayendo momentáneamente a los cuatro personajes que, a la sazón, se hallaban en torno del velador."
Neluca (B. Hernández y Hno. Ribera, 1924) de Manuel G. Villegas, pp. 7-8.
Casa pobre
"Empujó Nela la entornada puerta y se encontró en el oscuro zaguán de la sucia y destartalada casa de la Nuética.
Desde él arrancaba la desvencijada escalera, de tramos estrechos, negros y empinados que llevaban al piso, ocupado todo él por la única sala, con las paredes y vigas ennegrecidas por el humo. A la derecha de aquella sala, hay dos camas de antigua traza, cuya vieja madera, atarazada a trechos por la polilla, había recibido ya del humo la primera mano de un barniz negruzco. Sendos y tísicos jergones de paja en aquellas camas; cuatro sábanas limpias como un sol; dos colchas de percalina que aunque gastadas y descoloridas, estaban también limpias; una silla entre las dos camas, con sobra de años y falta de respaldo, a guisa de mesita de noche; una mesa en la pared frontera de la sala, cubierta con un tapete de flecos, sobre la cual se veía un espejo y que servía de tocador; dos cromos religiosos, pegados con pan mascado en la pared, a ambos lados del espejo, era todo y solo el ajuar de aquella parte de la sala, donde claramente se veía que la pobreza era su más absoluta dueña.
A la izquierda de la misma sala, unas losas en el suelo servían de fogón en el rincón que hacía de cocina, y arrimado al fuego, hervía a borbotones un puchero de barro que miraban atenta y silenciosamente la Lumiaga y su tía, sentadas en dos poyos laterales y una enfrente de la otra. Unas trébedes colgadas de una alcayata en la pared, media docena de enseres desparramados acá y allá, y alumbrando la escena un candil de hierro, de moribunda luz, completaban el segundo departamento de aquella mísera mansión.
Entre ambos departamentos y frente a aquella mesa con honores de tocador, se abre una puerta que da al balcón por donde la luz y el aire penetran en aquel tugurio.
Después que Neluca, aunque a obscuras, hubo subido con seguro paso los estrechos peldaños, llegó a la sala y se fue directamente a la cocina, donde después de dar las buenas noches posó en el suelo la herrada [de agua] que llevaba en la cabeza."
De Neluca..., pp. 47-49.
viernes, 14 de mayo de 2021
El MAS y la Biblioteca Municipal de Santander
Ahora que se emprende la obra del Museo de Bellas Artes de Santander, también conocido como "MAS: Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander y Cantabria" (esta duplicidad, de Santander y Cantabria, es réplica fatal de la cabecera de El Diario Montañés), ahora que empiezan las obras, decía, tras el incendio de hace unos años, propongo:
1.- Restituir el edificio a la Biblioteca Municipal de Santander, para cuya sede se construyó. Tenemos una de las mejores bibliotecas municipales de España y peor tratadas por la administración. La mudanza prevista al edificio en ruinas de al lado es de pena.
2.- Construir para el MAS el fantástico edificio racionalista firmado por Mariano Lastra (el mismo que el del ateneo, por ejemplo, que es de lo mejor que tenemos en Santander) que quedó pendiente el año 1936, aquí (punto 5), por ejemplo en El Alta (donde el antiguo baile de La Sole, frente a los Salesianos). En Barcelona se ha reconstruido el Pabellón de España para la Exposición Internacional de París de 1937, aquí y aquí, y ha sido todo un éxito.
Apuntes del jardín de casa
La jelecha de casa la trajo mi madre del Saja.
Hay un remanso donde le gusta ir. Lo han aplanado con excavadoras y emparedado, pero terminará por vencer. Seguro que la trajo de ahí.
La poda porque si no dice que es una exagerada.
De los dos acebos que trajo de Peña Sagra solo queda uno pero no hacen más que venir de La Cruz, que la tenemos encima. La Casa del Acebal, dice que la llamaría. También viene laurel, mucho, y brezo: cuida de uno.
En cuanto nos ven los cuervos bajan del monte a ver qué hacemos.
A mi madre le encanta enseñar las plantas de casa.
- Eso son fresas silvestres.
- ¿Mayuetas?
- Sí.
Señala lo que hay y que todavía es pequeño con piedras pintadas (algunas con dibujos de la nieta, otras de blanco) que posa en el moriu de cantos rodados, para que se vea y no se pise o siegue.
Las pitiminís tienen que ir con seto para que aguanten. Son rosas y a ella le gustan blancas, como las que teníamos en Colindres, más grandes. El jardín de Colindres era el de la casa de los maestros y lo asfaltaron el mismo año que nos marchamos. Las está buscando para traerlas.
El acebo que le regalamos hace muchos años por el día de la madre está bien. Ha dejado dos troncos, el suyo y el de mi padre.
Las flores no están para cogerlas, defiende. Pone jorquetes en los rosales para ayudarlas con el peso.
"Tres u cuatru programas, quiciabis mas" de Raúl Molleda
jueves, 13 de mayo de 2021
La servidumbre y las entretelas (o la parte de la historia que nos tienen reservada)
"La costumbre, en este concreto caso, obligaba a retirar a la novia, en vísperas como quien dice de su casamiento, de la casa donde se hallaba sirviendo. Y esta costumbre que observaban escrupulosamente hasta los mozos más desarrapados, no podía Gerardo de ninguna manera despreciarla. Era montañés y de Lodeña: y las costumbres de aquel terruño tenían hondas raíces en las mismas entretelas de su alma."
De Neluca (B. Hernández y Hno. Ribera, 1924), novela de Manuel G. Villegas, p. 19.
miércoles, 12 de mayo de 2021
Aliados
Por lo que leo y parece, el nuevo responsable del PCTCAN, Raúl Huerta, está a favor del cántabro. Bien, que se note.
martes, 11 de mayo de 2021
Catálogo de fanzines vascos
Catálogo de fanzines vascos, aquí.
Una idea para replicar en Cantabria, no solo la del catálogo, sino también la de la fanzinoteka de la Fundación Sancho el Sabio.
Casas de La Marina
En Gustriguáu / Bustriguado (barrio del pueblo de Roiz, del municipio de Valdáliga):
Debajo del cemento de la segunda foto hay tabláu.
En Portillu / Portillo (pueblo del municipio de Val de San Vicente):
lunes, 10 de mayo de 2021
Subiendo la cuesta
Ayer estuvo lloviendo y hoy ha amanecido un día espléndido.
(apenas he dormido)
Dejo el sol a la espalda. Los días que calienta me hace creer que tengo las espaldas anchas.
(pesan)
De frente mi gestora del banco, que no me ve.
(la saludo en vano)
Sigo y también de frente un gitano maltratado por la droga, aros en las orejas, ojeras y la mascarilla de barbuquejo, harapos, arrastrando los pies como por la hojarasca y una guitarra a la espalda, abre mucho los ojos
(no me ve)
abre los ojos al sol y dice: "guapoooo".
La pregunta
José Caballero Bonald, Entreguerras (Seix Barral, 2012).
domingo, 9 de mayo de 2021
El reconocimiento mutuo
La vaca está tumbada, es de suponer que exhausta, y la ternera recién parida - el cordón umbilical todavía colgando - de pie, temblequeando.
Se levanta la vaca, se acerca a la ternera y la lame.
La ternera rodea como puede a la madre y hace por mamar pero enseguida se tumba - se deja caer - a su sombra.
La madre permanece de pie.
Seguimos andando hasta que las perdemos de vista.
Preguntamos a una vecina que está en el portal con su hija y nos dice que esa misma tarde ya estará mamando, que nos nos preocupemos, que la pinta no porque es más tonta pero que la tudanca enseguida mama, que ya lo decía su madre, que los animales son más listos que las personas, que lo decía así mismo, remacha y nosotros seguimos andando hasta que las perdemos de vista.
viernes, 7 de mayo de 2021
Instituto Cántabro de Cultura y Patrimonio, ok
Me escribe mi madre para decirme que lea la propuesta de creación de un Instituto Cántabro de Cultura y Patrimonio formulada por Cantabristas.
Está entusiasmada.
Mi madre además de paisana es la jueza más inflexible del mundo: si ella lo ve bien es porque se merece un diez. Yo también lo creo.
Más información, aquí.
La canasta
Jugar a la canasta, decíamos.
Ésta está en el pueblo de San Vicente del Monte. Hay muchas así en nuestras boleras.
jueves, 6 de mayo de 2021
"Euros, bien dichu" de Raúl Molleda
"Pola primovera los praos y el monti se llenan de coloris: amarillu del Churracamas y de la Flor del Grillu nel prau, de la Pipa ena calcera, del Lirón ena braña. Azul que trai la flor de los Calzonis de Cucu nel lindón, del Implu nel suelu castriegu, de la Chicoria nel caminu, del Cotón del trigal vallucu. Verdi trempaniegu de la Llavera su los árbulis. Moráu del Ciliembru nel suelu humizu'l jayal, de la Violeta en cualisquier rincunucu, de la Tiraña esticándose a las lastras recalaas. Brancu del Majuetu y l'Andrinal acerrando los praos. Rosa del Escalambroju junta´l caminu, del Marruyu ena praíza, del Berezu enas costeras asolejaas. Encarnáu de la Mapola enos bordis, de la Trama al mesmu pie del moriu."
De "Euros, bien dichu", aquí.
La transformación histórica del paisaje forestal en la Comunidad de Cantabria
La transformación histórica del paisaje forestal en la Comunidad de Cantabria (Ministerio de Medio Ambiente, 2004) de Javier Ezquerra Boticario y Luis Gil Sánchez, aquí.
"La pareja más guapa del foru" de Ángel Álvarez Caballero (Madrid, 1961-1994)
Mos hemos espertáu juntos
hemos íu al bañu juntos y hemos meáu
mos hemos ducháu juntos
juntos mos hemos tomáu un pucillucu´ café al ritmu que Hendrix
mos marcaba dende´l aparatu
mos hemos riíu juntos comentando daqui tochaa
mos hemos vistíu juntos
Y mos hemos tresnáu
Yo mi he puestu los mis vaquerucios negros
y con daqui joracos
los bordeguisis de gitanu del Rastru
la camisa negra con topos fusia
la muñequera que mi regaló El Dogu, de cueru negru
una chupa d´ella, curtia y con cremalleras a ergaya, de cueru negru
la gorra de cueru negru que unos mesis dimpués trató de suicidasi
nel Sena
las gafas, negras
las mis uñas caltienin entá restos del esmalti negru que lis pusimos jaz
unos días
A ella tamién li ha dáu por vistir muntisinu esta mañana
Los sus zapatos de anti tipu años cuarenta (o trenta, o cincuenta, ni puta
idea)
las medias de redi
las braguitas de seda negru col jaretu negru
una minifalda roja y negra, de cueru
la chupa que juéi d´Eduardo, de cueru negru
una camiseta negra brillanti, cumu si juera de jilu de purpurina
las gafas, negras
el pañuelu de calaveras
el bolsu de piel de culiebra
tolos sus anillos que más li prestan y daqui pulsera
Los sus ojos pintaos
Los sus labios pintaos
Perfumaa
Hemos salíu juntos a la calli y toos quedan estelaos
Somos la pareja más guapa, los más almiraos
Somos los profetas
Los iligíos
Mañana gulveremos a las portaas
(Si mos apetez y el tiempu lo primiti)
miércoles, 5 de mayo de 2021
La pertenencia
Paramos para preguntarle por el marcu de su pueblo. Su casa está al pie de la carretera. Es un antiguo invernal.
Aquí los invernales están cerca del núcleo de población así que no tienen cabaña. Cuando el éxodo rural, hace cincuenta o sesenta años, fueron muchos los que hicieron de estos invernales sus casas. Otros muchos marcharon a la emigración.
Su hermano, por ejemplo. Y se emociona: antes de marchar a la otra banda talló su nombre en el monte, nos dice.
Se llama José Manuel.
Sacralización contemporánea
En El Escudu hay un lugar que llaman La Cruz. Hay más topónimos así en Cabuérniga: La Cruz de Sopeña y la primera elevación que está encima de Lamiña, que sepa. No sé qué están marcando pero es casi seguro que su alcance sea territorial, no religioso.
Efectivamente hay una cruz del lado de San Vicente del Monte. Preguntamos y resulta que la levantaron unos vecinos entusiastas durante el franquismo. Era de madera pero el corazón debía ser de hierro porque la echó abajo un rayo. Es la explicación que se da en el pueblo. Recientemente la volvieron a levantar pero esta vez de piedra. Desde entonces se celebra allí una misa a la que asisten exclusivamente vecinos de San Vicente del Monte, no cabuérnigos, pues éstos no la toman como suya.
Y así es como se sacraliza un emplazamiento que en principio no tenía nada de religioso.
martes, 4 de mayo de 2021
La persona que fuera
La ermita de San Juan de Roiz es la más antigua de Cantabria, asegura, y añade que antiguamente tenía un portal con tornos pero que después se cerró.
Habíamos parado al ver la talla de una vaca y una yegua en la pared que cierra la finca de su casa y al vernos él, salió. Mueve sus manos al hablar como si fuera él el que provocara el viento.
Es muy fácil leer (sic) las obras antiguas, dice. Hay agujeros en las paredes a cada poco para pinos que sostenían zarzaos (sic) de varas de avellano porque no había para tablones, continúa.
Estos zarzáos también podían utilizarse para paredes de casa. Se les embadurnaba con una masa de boñiga, barro y paja amasada con los pies en un charcu (sic), y al conjunto se le pintaba (sic) con cal. Le digo que en nuestra casa del pueblo tenemos una pared así, la del cuartu del granu, el de abajo, que es donde falleció mi abuela: pegas con los nudillos y suena a hueco.
Él ha sido minero en El Soplao. A la entrada de su casa tiene una rocalla y en los agujeros ha colocado figuritas que representan animales, algunos extintos y otros inventados, y personas que parecen sacadas de un nacimiento con haces de leña a la espalda, espadas algunos.
Por delante de la ermita pasa la cambera de los moros y nos pregunta que si la conocemos, la cambera, y sí.
Nos acercamos a la ermita y en la solera de la puerta está la huella de una llave que suponemos sea la que abra.
Se aprecia incluso la huella de los dos dedos de alguien, la persona que fuera, por ejemplo él. La persona que guardó la llave.
Los pastores eléctricos y el aprendizaje
Casi todos los pastores eléctricos están apagados porque las vacas están aprendidas: saben que si se acercan les puede dar una descarga, así que basta con poner la cinta blanca o el cable para mantenerlas alejadas. Ésto se toma como algo reciente, el que no sea necesario tenerlos encendidos.
lunes, 3 de mayo de 2021
"Marcos" de San Vicente del Monte y Roiz
El marcu de San Vicente del Monte es SE y el de Roiz es RZ.
"Maneras mijoris de querer" de Raúl Molleda
"Se mi ocurrin mijoris maneras de tratar al país".
De "Maneras mijoris de querer" de Raúl Molleda, aquí.
Jinete armado
En el pueblo de La Herrería de San Vicente del Monte hay una ventana con la representación de una escena aparentemente de caza. El jinete armado está resuelto como en el grafiti que hay en el portal de una casa de Cabrojo, aquí.
domingo, 2 de mayo de 2021
La vecina de las flores
En cuanto nos oyó salió a hablarnos de sus plantas.
Había estado interna en Santander y luego se quedó a cuidar de sus padres para luego quedarse sola como está.
Tiene geranios y pensamientos.
Hacemos fotos a los geranios y ella nos pregunta por los pensamientos:
que si no nos gustan.
Salió a hablarnos de su vida, de sus plantas.
Antes lo tenía todo lleno de flores.
La fachada es de un blanco oscurecido
que casa con el día:
las nubes que vienen de la mar
creciendo contra el monte
como la peña de hierba
en el pajar.
Los años pesan, dice.
En el pueblo apuntalan los frutales
para que no se derrumben.
No se siente sola.
Poda, socava, riega
los geranios, los pensamientos:
cuando sea tiempo
nos dará esquejes.