domingo, 3 de marzo de 2024

La cultura de los dones

Había comprado dos magdalenas de chocolate para mis padres en Muné. Al día siguiente fuimos mi madre y yo a la residencia de mi tía. Al llegar veo que mi madre saca la suya todavía envuelta y se la da. Siendo para ella un tesoro se la había guardado, precisamente por eso. Me mira mi tía y dice: bien sé yo que mi sobrino siempre me trae algo, aunque sea unas avellanas.

No la contradije.

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