Hace tiempo subimos a los Pirineos por un valle aragonés y bajamos por otro navarro, Ansó y El Roncal, respectivamente.
En Ansó adornan sus casas con cardos, los más cerrados, aunque tampoco faltan abiertos. También con lo que nos pareció laurel. En El Roncal los cardos ya son de madera o plástico duro, abiertos.
En el Pirineo aragonés la tradición se conserva viva y apegada a la tierra. En el navarro seguro que también pero los que vimos estaban comprados en tienda.
Sabido es que en euskera a este cardo utilizado como símbolo protector de la casa se le llama eguzkilore y que se asocia al sol.
Cogimos un cardo (cerrado) en un pueblo aragonés (donde paramos a preguntar que por dónde quedaban los Pirineos, nosotros, cántabros, cuando estábamos en el mismo centro, que no lo parecía tanto) y lo pusimos en el salpicadero del coche, donde sigue.
El otro día fuimos a ver a mis padres a Cabuérniga. A mi madre en su valle se le activa la memoria de la infancia. En cuanto vio el cardo espetó "quitad eso de ahí". A mi pregunta respondió que "porque siempre se dijo que esos cardos traían mala suerte".
Y a mí se me ocurre pensar, ahora que estoy leyendo La edad de la penumbra: Cómo el cristianismo destruyó el mundo clásico (Taurus, 2018), que quizá nosotros no tengamos cardos en nuestras casas pero porque los quitamos, dicho de otro modo, que para nosotros el cardo (abierto o cerrado) también pudo llegar a ser un símbolo protector asociado al sol, un símbolo pagano, y que es por eso precisamente que el cristianismo hizo por erradicarlo. ¿Cómo? Dando la vuelta a su significado, pasando de ser un elemento positivo a otro negativo, por eso que los cabuérnigos no los puedan ver ni en pintura. Si no lo sabes no te das cuenta de que no están. Pero no están porque se repudian, que es otra forma de conferirles significado.
miércoles, 30 de mayo de 2018
lunes, 28 de mayo de 2018
Me acompañas
Salía de una reunión en su centro de trabajo, coincidencia, y fui a buscarle para tomar un café. Pero mejor si te acompaño un trecho y así compro pan, fue su contra. Claro, mejor. Subimos por donde siempre cuando los dos éramos estudiantes, aunque él apenas lo recuerde. Nunca ha suspendido un examen, y sigue estudiando. Es por eso, se me ocurre, que va perdiendo un poco de memoria.
Yo de nuevo olvidé el paraguas.
Ayer volviendo en coche de Bilbao pudimos ver la niebla engordando y cómo terminaba lloviendo. En la cantera de Santullán, de regreso, cabe una tormenta entera.
Hoy hace igual de malo. Llevo un chubasquero que compré de rebajas en Fuencarral, que resultó estar roto, con un dinero que encontré en la estación de Atocha. Lástima de paraguas, que además no era mío.
Le gusta medio crudo, el pan, con mucha miga, para hacer sopas, aclara. Raquel, que es madrileña, dice que aquí nos gusta el pan así. Pero a mí lo que me gusta es cuando la humedad lo pone chicloso y se estira y no rompe.
Tiene tres hijos.
Ha solicitado reducción de jornada y procura comer con ellos todos los días. El sueldo le ha quedado en nada. Pero por lo que te sale podrían comer de restaurante, expongo. A lo que contesta que sí, pero no con él. Cada uno se gasta el dinero en lo que quiere, concluye.
Estamos llegando a El Alta. Le convenzo para que saque unos minutos y tome un café conmigo. Sí, lo necesito. Él no, él nada, como es su costumbre. Yo pido además algo de picar.
Estamos buscando piso, le digo.
Que también niño me lo callo.
Un piso con crecederas, le digo.
Me mira y calla.
Me estoy comiendo una muffin que creía de chocolate, pero no.
Vuelvo con la historia de mi abuela, que cuando se le rompía el traje se hacía otro igual para que la gente creyera que era el mismo: mi abuela lo hacía porque era muy ahorradora, sí, pero también porque ser ahorradora, ser cuidadosa, que las cosas te duraran estaba bien visto. Ya la conocía. Seguro, la cuento siempre.
Y la votación, qué.
La idea era que no hacía falta vivir como ricos para vivir bien, que, de hecho, no era deseable vivir como ricos, tener sus coches, sus casas, ir de vacaciones a la Riviera Maya porque, entre otras razones, es insostenible. Pero ya no.
Ahora es "seamos todos ricos, pero, por si acaso, nosotros primero."
Como el PSOE.
Igual.
Y quién queda.
No queda nadie.
Los posos del café son una mierda.
Salimos.
Adelgaza la capa de nubes, el sol se trasparenta, pero no calienta.
Hay solares al otro lado de la calzada, plumeros y flores en las grietas, flores que no se han abierto.
Esta noche sopa de ajo en dos casas.
Da recuerdos, amigo.
No hace falta que me ponga la capucha.
Lo mismo.
Yo de nuevo olvidé el paraguas.
Ayer volviendo en coche de Bilbao pudimos ver la niebla engordando y cómo terminaba lloviendo. En la cantera de Santullán, de regreso, cabe una tormenta entera.
Hoy hace igual de malo. Llevo un chubasquero que compré de rebajas en Fuencarral, que resultó estar roto, con un dinero que encontré en la estación de Atocha. Lástima de paraguas, que además no era mío.
Le gusta medio crudo, el pan, con mucha miga, para hacer sopas, aclara. Raquel, que es madrileña, dice que aquí nos gusta el pan así. Pero a mí lo que me gusta es cuando la humedad lo pone chicloso y se estira y no rompe.
Tiene tres hijos.
Ha solicitado reducción de jornada y procura comer con ellos todos los días. El sueldo le ha quedado en nada. Pero por lo que te sale podrían comer de restaurante, expongo. A lo que contesta que sí, pero no con él. Cada uno se gasta el dinero en lo que quiere, concluye.
Estamos llegando a El Alta. Le convenzo para que saque unos minutos y tome un café conmigo. Sí, lo necesito. Él no, él nada, como es su costumbre. Yo pido además algo de picar.
Estamos buscando piso, le digo.
Que también niño me lo callo.
Un piso con crecederas, le digo.
Me mira y calla.
Me estoy comiendo una muffin que creía de chocolate, pero no.
Vuelvo con la historia de mi abuela, que cuando se le rompía el traje se hacía otro igual para que la gente creyera que era el mismo: mi abuela lo hacía porque era muy ahorradora, sí, pero también porque ser ahorradora, ser cuidadosa, que las cosas te duraran estaba bien visto. Ya la conocía. Seguro, la cuento siempre.
Y la votación, qué.
La idea era que no hacía falta vivir como ricos para vivir bien, que, de hecho, no era deseable vivir como ricos, tener sus coches, sus casas, ir de vacaciones a la Riviera Maya porque, entre otras razones, es insostenible. Pero ya no.
Ahora es "seamos todos ricos, pero, por si acaso, nosotros primero."
Como el PSOE.
Igual.
Y quién queda.
No queda nadie.
Los posos del café son una mierda.
Salimos.
Adelgaza la capa de nubes, el sol se trasparenta, pero no calienta.
Hay solares al otro lado de la calzada, plumeros y flores en las grietas, flores que no se han abierto.
Esta noche sopa de ajo en dos casas.
Da recuerdos, amigo.
No hace falta que me ponga la capucha.
Lo mismo.
Savia
La fortaleza del roble
dice mi madre
no está en el tronco
sino en la hoja:
que a una que caiga
le siga otra,
ésa y no otra es
la fortaleza del roble.
dice mi madre
no está en el tronco
sino en la hoja:
que a una que caiga
le siga otra,
ésa y no otra es
la fortaleza del roble.
viernes, 25 de mayo de 2018
En la iglesia de Valle
Lo ha repintado ella.
Lo tapa para que no se estropee.
Lo cuida.
Nos lo deja ver.
Dicen que la vaca tudanca es la mejor madre.
Lo tapa para que no se estropee.
Lo cuida.
Nos lo deja ver.
Dicen que la vaca tudanca es la mejor madre.
jueves, 24 de mayo de 2018
Si tú nu fías de lo tuyu, qué los demás
Dicían antañu que los pasiegos nu cumían carni porque ellos sólu vindían vacas cuandu estaban malas (cuandu espenzaba a trunfá-la carni los pasiegos siguían produjendo lechi, ési es l´iti). De resultas, naidi (parlo de la generación de los mís güelos) cumía carni pasiegu.
Con Podemos va a pasar igual.
Con Podemos va a pasar igual.
miércoles, 23 de mayo de 2018
Depósito votivo
Monedas asociadas a las guerras cántabras.
Imagen tomada de aquí.
“Probablemente estamos ante un conflicto interno entre pueblos germánicos a consecuencia del avance de Roma y el desplazamiento de poblaciones al norte, añade el arqueólogo. Según la datación de carbono la masacre sucedió entre el año 2 antes de Cristo y el 54 de nuestra era. Uno de los hallazgos más inquietantes es un palo que une cuatro huesos coxales de la cadera. Este yacimiento [Alken Enge, Dinamarca] es importante porque nos habla de una magnitud de violencia que no se había visto en yacimientos anteriores. También aclara el tipo de rituales que después se perpetuaron en siglos posteriores, aunque ya no se harían con cadáveres, sino solo con armas, armaduras y caballos del enemigo que se destruían y se disponían en montones, explica."
Tomado de aquí.
martes, 22 de mayo de 2018
Una película y un libro
No soy aficionado al género fantástico. Pero hace tiempo vi Troll hunter (2010), aquí, y me gustó. Lo mismo me está pasando con la novela Infierno nevado (2006) de Ismael Martínez Biurrun, aquí.
Tienen las dos obras, película y novela, a pesar de los años transcurridos (la novela la acaban de reeditar), un mismo aliento fresco.
Tienen las dos obras, película y novela, a pesar de los años transcurridos (la novela la acaban de reeditar), un mismo aliento fresco.
lunes, 21 de mayo de 2018
Amas de cría, cara B
"También estuvo algún tiempo en candelero un factor de la estación, santanderino y mala persona, a quien -dicen que por faltarle un ojo, aunque yo no lo entiendo- llamaban Chubasco, cosa que le irritaba y le abría la espita de los pecados que echaba a borbotones por la boca como vómito de borracho.
Del Chubasco ya me da más que pensar si no seré hijo, porque, además de ser hombre fornido y jayán, parece que se juntaba con mi madre en mitad de la vía, sitio que siempre tuve por muy fecundo, no sé si por los aires del tren o por lo duro del lecho.
Por los tiempos en que mi madre quiso mejorar de situación y hacerse ama de cría, anduvo también al retortero un tal Froilán Quinteiro, de oficio peón caminero y natural de Betanzos (...).
El Froilán había hecho ya algunos favores a ciertas mozas que quisieron prosperar y como tuvo suerte y las dejó bien cubiertas a los pocos intentos, le pusieron por mote el Seguro.
Parece que el Seguro, que estaba cargado de hijos, se ayudaba para mantenerlos decentemente con el sobresueldo que sacaba como semental de las mozas que iban para amas y a quienes se encargaba de convencer su esposa Dorinda, celosa de recabar fondos para la familia.
(...)
Tan pronto como mi madre se encontró conmigo en el vientre se dedicó a cuidarme, cosa que una vez que hube salido jamás hizo, se conoce que para que no me estropease y echara por tierra sus buenos proyectos.
Nací, mamé de los pechos de mi madre durante dos semanas la leche que quiso darme, y como al fin de este tiempo apareció una casa de Salamanca donde la patrona encontró más cómodo dejarme a mí en ayunas que amamantar a su hijo, para allá que se fue, dejándome tirado al amparo de unos pastores que tan escasos recursos tenían como buena voluntad para mi desgracia.
(...)
El primer recuerdo de mi niñez me coloca agarrado a la teta de una cabra, mi madre adoptiva, la que me dio su calor cuando horro de calor estaba, su leche cuando hambriento andaba y sus inclinaciones, cuando inclinarme era fácil de tierno y mamón como era.
Si alguna vez en mi vida me porté mal acháquese a las tendencias que, según dicen, se heredan de las amas."
En Nuevas andanzas y desventuras de Lazarillo de Tormes (en edición de Noguer, con prólogo de José María de Cossío), de Camilo José Cela, año 1963, pp. 33-35.
Esta visión tan dura de las amas de cría no es necesario que sea propia del tiempo en que se sitúa la novela, ni coetánea de Cela, ni, apurando, que sea tan siquiera real y no fruto de su cabeza, que ya sabemos cómo era, lo que no quita para que nos de un toque de atención sobre la posible cara B del modo como era percibida esta profesión.
Me vienen ahora a la cabeza los testimonios de estudiantes de las primeras promociones de enfermeras de la Casa de Salud Valdecilla que cuentan cómo eran tenidas por, de alguna manera, busconas por la sociedad bien de Santander. Busconas en el sentido de buscar un buen arrimo. Se puede leer en el reciente libro de Celia Nespral dedicado a la historia de la Escuela de Enfermería de la CSV. A Manu Herrero, exiliado, y a mí mismo nos lo ha contado personalmente una antigua enfermera, anciana, que no sé si todavía vive.
Del Chubasco ya me da más que pensar si no seré hijo, porque, además de ser hombre fornido y jayán, parece que se juntaba con mi madre en mitad de la vía, sitio que siempre tuve por muy fecundo, no sé si por los aires del tren o por lo duro del lecho.
Por los tiempos en que mi madre quiso mejorar de situación y hacerse ama de cría, anduvo también al retortero un tal Froilán Quinteiro, de oficio peón caminero y natural de Betanzos (...).
El Froilán había hecho ya algunos favores a ciertas mozas que quisieron prosperar y como tuvo suerte y las dejó bien cubiertas a los pocos intentos, le pusieron por mote el Seguro.
Parece que el Seguro, que estaba cargado de hijos, se ayudaba para mantenerlos decentemente con el sobresueldo que sacaba como semental de las mozas que iban para amas y a quienes se encargaba de convencer su esposa Dorinda, celosa de recabar fondos para la familia.
(...)
Tan pronto como mi madre se encontró conmigo en el vientre se dedicó a cuidarme, cosa que una vez que hube salido jamás hizo, se conoce que para que no me estropease y echara por tierra sus buenos proyectos.
Nací, mamé de los pechos de mi madre durante dos semanas la leche que quiso darme, y como al fin de este tiempo apareció una casa de Salamanca donde la patrona encontró más cómodo dejarme a mí en ayunas que amamantar a su hijo, para allá que se fue, dejándome tirado al amparo de unos pastores que tan escasos recursos tenían como buena voluntad para mi desgracia.
(...)
El primer recuerdo de mi niñez me coloca agarrado a la teta de una cabra, mi madre adoptiva, la que me dio su calor cuando horro de calor estaba, su leche cuando hambriento andaba y sus inclinaciones, cuando inclinarme era fácil de tierno y mamón como era.
Si alguna vez en mi vida me porté mal acháquese a las tendencias que, según dicen, se heredan de las amas."
En Nuevas andanzas y desventuras de Lazarillo de Tormes (en edición de Noguer, con prólogo de José María de Cossío), de Camilo José Cela, año 1963, pp. 33-35.
Esta visión tan dura de las amas de cría no es necesario que sea propia del tiempo en que se sitúa la novela, ni coetánea de Cela, ni, apurando, que sea tan siquiera real y no fruto de su cabeza, que ya sabemos cómo era, lo que no quita para que nos de un toque de atención sobre la posible cara B del modo como era percibida esta profesión.
Me vienen ahora a la cabeza los testimonios de estudiantes de las primeras promociones de enfermeras de la Casa de Salud Valdecilla que cuentan cómo eran tenidas por, de alguna manera, busconas por la sociedad bien de Santander. Busconas en el sentido de buscar un buen arrimo. Se puede leer en el reciente libro de Celia Nespral dedicado a la historia de la Escuela de Enfermería de la CSV. A Manu Herrero, exiliado, y a mí mismo nos lo ha contado personalmente una antigua enfermera, anciana, que no sé si todavía vive.
sábado, 19 de mayo de 2018
Fragmento de trova sobre patrimonio lingüístico cántabro de Rubén Gutiérrez Cosío
"
(...)
Es la lengua del pasado
herencia patrimonial,
un habla que sobrevive
en el entorno rural,
vocablos donde la ú
se convierte en esencial,
riquezas de una cultura
antigua y tradicional.
(...)
Atizaeru, es la cocina
del suelu del invernal,
y a su vera está la leña
acaldá en el cornejal,
el cobertizu traseru
es socarrena o jastial,
y en el tejau ripia y teja
protegen del temporal.
Cabriu es la viga que va
del aleru hasta el cumbre,
un trabaseru es el troncu
fundamental de la lumbre,
el picayu es aquel palu
pa colgar en la techumbre
y pa la sartén la trébede
el soporte por costumbre.
Hay lugares en los montes
dichos a nuestra manera:
un peñascu, es un pical,
un caminu, una cambera,
un fangal, una llamiza,
una braña, una campera,
y despeñaeros de reses
son garmas o becerreras.
Continuamos letanía
con la prole más astuta:
la rámila, es la marta,
la nuétava, la lechuza,
escañetu es el oseznu
que habita por la gruta,
y la ágil comadreja
siempre fue la bonuca.
(...)
Ya me despido, señores,
me quedé sin argumento,
la retahíla de palabras
que sobreviven al tiempu.
Viva mi tierra, Cantabria,
lo digo con sentimientu,
gracias por su atención,
y acabose el labarientu."
En El sentir de un montañés: Trovas de la tierruca, de Rubén Gutiérrez Cosío (Librucos, 2017), a la venta por quince euros (los merece) en Tantín.
Los campos semánticos tocados en esta trova son: aperos, ropa, aspecto y comportamiento de las personas, golpes, andares, oficio de vaqueru (ganadero / pastor), las vacas, su estado y apariencia, descripción de la cuadra, hacer la hierba, descripción del invernal, orografía, animales, clima, insultos, descripción del carro, la fiesta, nobleza.
El valor y proyección que se da al patrimonio linguístico cántabro en el entorno rural es distinto al urbano, ambos indispensables. Clave de futuro es encontrar el modo de que se complementen entre sí.
(...)
Es la lengua del pasado
herencia patrimonial,
un habla que sobrevive
en el entorno rural,
vocablos donde la ú
se convierte en esencial,
riquezas de una cultura
antigua y tradicional.
(...)
Atizaeru, es la cocina
del suelu del invernal,
y a su vera está la leña
acaldá en el cornejal,
el cobertizu traseru
es socarrena o jastial,
y en el tejau ripia y teja
protegen del temporal.
Cabriu es la viga que va
del aleru hasta el cumbre,
un trabaseru es el troncu
fundamental de la lumbre,
el picayu es aquel palu
pa colgar en la techumbre
y pa la sartén la trébede
el soporte por costumbre.
Hay lugares en los montes
dichos a nuestra manera:
un peñascu, es un pical,
un caminu, una cambera,
un fangal, una llamiza,
una braña, una campera,
y despeñaeros de reses
son garmas o becerreras.
Continuamos letanía
con la prole más astuta:
la rámila, es la marta,
la nuétava, la lechuza,
escañetu es el oseznu
que habita por la gruta,
y la ágil comadreja
siempre fue la bonuca.
(...)
Ya me despido, señores,
me quedé sin argumento,
la retahíla de palabras
que sobreviven al tiempu.
Viva mi tierra, Cantabria,
lo digo con sentimientu,
gracias por su atención,
y acabose el labarientu."
En El sentir de un montañés: Trovas de la tierruca, de Rubén Gutiérrez Cosío (Librucos, 2017), a la venta por quince euros (los merece) en Tantín.
Los campos semánticos tocados en esta trova son: aperos, ropa, aspecto y comportamiento de las personas, golpes, andares, oficio de vaqueru (ganadero / pastor), las vacas, su estado y apariencia, descripción de la cuadra, hacer la hierba, descripción del invernal, orografía, animales, clima, insultos, descripción del carro, la fiesta, nobleza.
El valor y proyección que se da al patrimonio linguístico cántabro en el entorno rural es distinto al urbano, ambos indispensables. Clave de futuro es encontrar el modo de que se complementen entre sí.
Día de los museos
Hall del Hospital Valdecilla, hoy. La obra que está detrás de toda la parafernalia es de Eduardo Gruber.
viernes, 18 de mayo de 2018
Logo Santander
Santander ciudad,
no banco.
Gracias Gimeno
por el matiz.
Cada vez nos conformamos con menos.
no banco.
Gracias Gimeno
por el matiz.
Cada vez nos conformamos con menos.
Escoréu, 24 d´Avientu, de Ramón Lluis Bande
Escoréu, 24 d´Avientu, de Ramón Lluis Bande, esti sábadu a las 17 h. ena "Filmoteca de Cantabria". Cini n´asturianu.
"Paisaje y palabra son los dos ejes centrales de una infatigable búsqueda de respuestas contra el olvido. Dos poderosas armas que confluyen en el nuevo film de Bande, Escoréu (Pravia), 24 d"avientu de 1937. Crónica d"una exhumación, que da cuenta del proceso de búsqueda y exhumación del cuerpo de un hombre asesinado durante la guerra. En esta obra cargada de rigor y compromiso político, encontramos todo el pudor de una cámara que observa desde la distancia pero que no puede contener la emotividad que emana de un punzante gesto de justicia (demasiado tardía). Una cámara que, al mismo tiempo, recoge los testimonios de aquellos que vivieron el crimen de cerca, enriqueciendo así el retrato socio-histórico que ofrece el film."
Trailer d´otru trebaju suyu:
"Paisaje y palabra son los dos ejes centrales de una infatigable búsqueda de respuestas contra el olvido. Dos poderosas armas que confluyen en el nuevo film de Bande, Escoréu (Pravia), 24 d"avientu de 1937. Crónica d"una exhumación, que da cuenta del proceso de búsqueda y exhumación del cuerpo de un hombre asesinado durante la guerra. En esta obra cargada de rigor y compromiso político, encontramos todo el pudor de una cámara que observa desde la distancia pero que no puede contener la emotividad que emana de un punzante gesto de justicia (demasiado tardía). Una cámara que, al mismo tiempo, recoge los testimonios de aquellos que vivieron el crimen de cerca, enriqueciendo así el retrato socio-histórico que ofrece el film."
Trailer d´otru trebaju suyu:
jueves, 17 de mayo de 2018
lunes, 14 de mayo de 2018
Miera, Vindio
Miera presenta una supuesta raíz indoeuropea *MER- / *MOR- (el asterisco indica que es una forma hipotética) con el significado de río. Lo defiende González Rodríguez y otros.
Pero no olvidemos que el indoeuropeo es una reconstrucción relativamente reciente (los asteriscos son prueba fehaciente de ello) que parte de conexiones que se han querido ver, alguna incontestable, entre distintas lenguas. Un ejemplo clásico es la familia de la palabra "viuda". Reconstrucción que a veces se ha utilizado como la excusa perfecta para casi todo: cuando algo se quiere propio, y antiguo, pero no queda claro a qué responde se dice que es indoeuropeo. Pasa entre nosotros con bárcena o braña, que tengo para mí proceden no del oscuro y, depende en qué foros, prestigioso indoeuropeo sino del más vulgar latín MARGINEM y VERANEAM, respectivamente. O incluso cuando algo se quiere propio pero marcando las distancias, entonces se recurre al preindoeuropeo, que es lo que se dice del vasco, que se presenta tan remoto que trasciende lo más antiguo conocido, presentación sostenida para el caso vasco sobre palabras con apariencia ciertamente antigua, como cuchillo o hacha, con la raíz piedra, pero no menos que otras cántabras, como cambera, camino abierto con la pieza curva o camba de la rueda maciza del carro, por ejemplo. Todo viene de otro sitio que a su vez viene de otro y de otro y así hasta donde queramos o seamos capaces de remontarnos. La clave está en no soltar el hilo, es decir, recordarlo o hacer por recordarlo, aunque a veces solo con tener interés baste, de ahí que muchas reconstrucciones sean nada más que interesadas.
Hay que tener cuidado con las etimologías indopeuropeas.
Por el contrario, hay quien defiende, por ejemplo Xosé Lluis García Arias, que Miera procede del latín MERUS-A-UM, que podríamos incluir dentro del campo semántico "blanco, puro".
La primera opción (indoeuropea) va del río al terreno (es Miera río, con raíz prerromana, quien da nombre a Miera comarca) y la segunda (latina) va del terreno al río.
Si llegamos a Miera no por carretera, sino por las alturas, por donde probablemente la gente se desplazara de antiguo, sobre todo en caso de recorrer largas distancias, lo que sorprende es justamente la blancura de la comarca, el protagonismo de la roca viva.
Desde La Piedra l´Hidillu (pongo hidillu con hache porque emparenta con los castellanos ahedo, hayedo) la vista que se tiene de Miera es imponente.
Pongo foto del cabido.
Esta piedra sirve de límite entre varios municipios. Presenta inscripción con apariencia de ser, según me dicen, del s. XIX, que ya no se puede leer.
Miera se nos muestra, efectivamente, blanca.
Perdonad ahora el giro que va a tomar esta entrada, aviso.
El Mons Vindius es donde se refugiaron "los últimos" cántabros. A él subirían antes las olas del mar que las legiones romanas. Al final se adelantaron éstas. Siempre se ha buscado este monte en los Picos de Europa. No es difícil encontrarlos cubiertos de nieve (estos mismos días, mayo), de ahí lo de monte blanco. Se supone. Sé que los mapas de las guerras cántabras se están completando gracias a la detonación de Eduardo Peralta de hace un par de décadas. Sé que si el Vindio se está buscando en Liébana es porque probablemente esté allí. Pero aun así no quería dejar de decir lo siguiente: Miera podría ser la traducción al latín de un topónimo prerromano anterior, por qué no Vindio, si es que éste realmente significa "blanco".
Miera, "blanco", resultado de la traducción latina de Vindio, "blanco", en prerromano.
Pero no olvidemos que el indoeuropeo es una reconstrucción relativamente reciente (los asteriscos son prueba fehaciente de ello) que parte de conexiones que se han querido ver, alguna incontestable, entre distintas lenguas. Un ejemplo clásico es la familia de la palabra "viuda". Reconstrucción que a veces se ha utilizado como la excusa perfecta para casi todo: cuando algo se quiere propio, y antiguo, pero no queda claro a qué responde se dice que es indoeuropeo. Pasa entre nosotros con bárcena o braña, que tengo para mí proceden no del oscuro y, depende en qué foros, prestigioso indoeuropeo sino del más vulgar latín MARGINEM y VERANEAM, respectivamente. O incluso cuando algo se quiere propio pero marcando las distancias, entonces se recurre al preindoeuropeo, que es lo que se dice del vasco, que se presenta tan remoto que trasciende lo más antiguo conocido, presentación sostenida para el caso vasco sobre palabras con apariencia ciertamente antigua, como cuchillo o hacha, con la raíz piedra, pero no menos que otras cántabras, como cambera, camino abierto con la pieza curva o camba de la rueda maciza del carro, por ejemplo. Todo viene de otro sitio que a su vez viene de otro y de otro y así hasta donde queramos o seamos capaces de remontarnos. La clave está en no soltar el hilo, es decir, recordarlo o hacer por recordarlo, aunque a veces solo con tener interés baste, de ahí que muchas reconstrucciones sean nada más que interesadas.
Hay que tener cuidado con las etimologías indopeuropeas.
Por el contrario, hay quien defiende, por ejemplo Xosé Lluis García Arias, que Miera procede del latín MERUS-A-UM, que podríamos incluir dentro del campo semántico "blanco, puro".
La primera opción (indoeuropea) va del río al terreno (es Miera río, con raíz prerromana, quien da nombre a Miera comarca) y la segunda (latina) va del terreno al río.
Si llegamos a Miera no por carretera, sino por las alturas, por donde probablemente la gente se desplazara de antiguo, sobre todo en caso de recorrer largas distancias, lo que sorprende es justamente la blancura de la comarca, el protagonismo de la roca viva.
Desde La Piedra l´Hidillu (pongo hidillu con hache porque emparenta con los castellanos ahedo, hayedo) la vista que se tiene de Miera es imponente.
Pongo foto del cabido.
Esta piedra sirve de límite entre varios municipios. Presenta inscripción con apariencia de ser, según me dicen, del s. XIX, que ya no se puede leer.
Miera se nos muestra, efectivamente, blanca.
Perdonad ahora el giro que va a tomar esta entrada, aviso.
El Mons Vindius es donde se refugiaron "los últimos" cántabros. A él subirían antes las olas del mar que las legiones romanas. Al final se adelantaron éstas. Siempre se ha buscado este monte en los Picos de Europa. No es difícil encontrarlos cubiertos de nieve (estos mismos días, mayo), de ahí lo de monte blanco. Se supone. Sé que los mapas de las guerras cántabras se están completando gracias a la detonación de Eduardo Peralta de hace un par de décadas. Sé que si el Vindio se está buscando en Liébana es porque probablemente esté allí. Pero aun así no quería dejar de decir lo siguiente: Miera podría ser la traducción al latín de un topónimo prerromano anterior, por qué no Vindio, si es que éste realmente significa "blanco".
Miera, "blanco", resultado de la traducción latina de Vindio, "blanco", en prerromano.
Blanco no por la nieve, o no solo, sino por la roca.
Además, el gentilicio de Miera, que es merachu, presenta un sufijo con cierta carga despreciativa que no parece lógico que los merachos se pusieran a sí mismos, como tampoco los tresmeranos, los que viven más allá ( de ahí la partícula TRANS-) del Miera (esta vez sin componente peyorativo). Que merachu y tresmeranu fueran acuñados por forasteros (que además despreciaban a los primeros, según parece) puede ir en la misma dirección que apuntaba antes: que Miera sea la traducción al latín de un topónimo prerromano anterior, un topónimo hecho desaparecer.
La labor arrolladora de la Corona y su fábrica de cañones seguida de la particular colonización del territorio emprendida por los pasiegos podría dificultar la localización de restos, pero quizá ni la labor extractiva de la Corona ni la intensiva de los pasiegos hayan hecho que todo desapareciera. Así, por ejemplo, en La Canal de las Hayas u Hoyo Valluergo (así en los mapas) se aprecian muchas construcciones de proporciones que difícilmente podrían pasar por ganaderas. Yo mismo las he visto, por ejemplo aquí. Animo a subir a quien esté interesado. Y mira, si al final nada, al menos habréis conocido uno de los focos más activos de los emboscados en el oriente cántabro a decir de los vecinos.
La labor arrolladora de la Corona y su fábrica de cañones seguida de la particular colonización del territorio emprendida por los pasiegos podría dificultar la localización de restos, pero quizá ni la labor extractiva de la Corona ni la intensiva de los pasiegos hayan hecho que todo desapareciera. Así, por ejemplo, en La Canal de las Hayas u Hoyo Valluergo (así en los mapas) se aprecian muchas construcciones de proporciones que difícilmente podrían pasar por ganaderas. Yo mismo las he visto, por ejemplo aquí. Animo a subir a quien esté interesado. Y mira, si al final nada, al menos habréis conocido uno de los focos más activos de los emboscados en el oriente cántabro a decir de los vecinos.
domingo, 13 de mayo de 2018
La vez de Santo Toribio y Amós de Escalante, año 1871
"Bajábamos de Mogrovejo con una tarde de otoño plácida y tibia (...) Más veloces que nosotros, bajando por las veredas, nos alcanzaron dos muchachos como de trece a quince años; saludaron, y mi guía les preguntó:
- ¿Vais a Santo Toribio?
- Allá vamos - dijeron, y continuaron su carrera.
Pocos pasos habíamos andado, cuando otra pareja semejante nos cruzó el paso, y saludaron cortésmente.
- ¿Adónde vais? - preguntó mi curioso compañero.
- A Santo Toribio - respondieron los chicos sin detenerse, y pasando adelante.
Adelante íbamos nosotros cuando emparejamos con otro par de mozuelos, que también iban a Santo Toribio, y alzando los ojos vi por diversas partes y senderos altos y bajos, de dos en dos, o de cuatro en cuatro, o de seis en seis, alegrando el paisaje, con un caminar regocijado y vivo, número razonable de muchachos.
- ¿Qué es esto? - pregunté a mi compañero.
- Esto es la vez de Santo Toribio. ¿Va, que no sabe usted lo que es la vez de Santo Toribio?
- Por mi fe, que lo ignoro.
- Pues es costumbre inmemorial, nacida de un voto antiguo o promesa de Liébana, enviar dos hombres de cada uno de sus lugares a hacer oración en la iglesia del Santo determinado día de la semana. Turnan por veces los valles, y hoy, por lo visto, es la vez del Val-de-Baró, que es este que atravesamos."
Amós de Escalante, en la edición de sus obras escogidas de 1956, pp. 491-2, en origen en Costas y Montañas (1871).
- ¿Vais a Santo Toribio?
- Allá vamos - dijeron, y continuaron su carrera.
Pocos pasos habíamos andado, cuando otra pareja semejante nos cruzó el paso, y saludaron cortésmente.
- ¿Adónde vais? - preguntó mi curioso compañero.
- A Santo Toribio - respondieron los chicos sin detenerse, y pasando adelante.
Adelante íbamos nosotros cuando emparejamos con otro par de mozuelos, que también iban a Santo Toribio, y alzando los ojos vi por diversas partes y senderos altos y bajos, de dos en dos, o de cuatro en cuatro, o de seis en seis, alegrando el paisaje, con un caminar regocijado y vivo, número razonable de muchachos.
- ¿Qué es esto? - pregunté a mi compañero.
- Esto es la vez de Santo Toribio. ¿Va, que no sabe usted lo que es la vez de Santo Toribio?
- Por mi fe, que lo ignoro.
- Pues es costumbre inmemorial, nacida de un voto antiguo o promesa de Liébana, enviar dos hombres de cada uno de sus lugares a hacer oración en la iglesia del Santo determinado día de la semana. Turnan por veces los valles, y hoy, por lo visto, es la vez del Val-de-Baró, que es este que atravesamos."
Amós de Escalante, en la edición de sus obras escogidas de 1956, pp. 491-2, en origen en Costas y Montañas (1871).
sábado, 12 de mayo de 2018
Tres cuadros pasiegos
El pasáu fin de semana conucimos al pintor Eduardo Monteagudo de caminu a Miera. Es manchegu y ha vivíu y despuesto´n Barcelona, París y EE.UU. Abora vivi enti genti pasiegu. Ahier inauguró desposición nel Corte Inglés de pa contra Maliañu, enas ajueras de Sanander. Destacan tres paisajis nevaos de La Braguíe que por sí solos bien valin una visita a esti centru comercial, por otru láu tan derrotu y pocu ajayaízu.
viernes, 11 de mayo de 2018
Desmemoriados
Mi más sincero reconocimiento a la labor de Desmemoriados (no digo sus nombres porque estamos de acuerdo en que desde el relativo anonimato del común, como en las trovas tradicionales, se hace más fuerza), aquí.
jueves, 10 de mayo de 2018
Un único arce
"La residencia del marqués de Matsugae ocupaba un gran espacio de terreno más allá de Shibuya, en los arrabales de Tokio. (...) En medio del parque se extendía un gran estanque que llegaba al pie de una colina cubierta de árboles. El estanque tenía espacio suficiente para cruzarlo en barco. Había una isla en el centro con lirios de agua y flores aromáticas, que podían ser recogidas para la cocina."
"Entraron en la isla por un punto donde sobresalía entre los pinos un único arce, y treparon por las escaleras de piedra hasta el campo de hierba, en la cima."
Mishima, Nieve de primavera (Caralt, 1984), pp. 7 y 18.
"Entraron en la isla por un punto donde sobresalía entre los pinos un único arce, y treparon por las escaleras de piedra hasta el campo de hierba, en la cima."
Mishima, Nieve de primavera (Caralt, 1984), pp. 7 y 18.
Entervención vicinal autónoma
Ena Peña´l Cuervu de Sanander han levantáu escolleras con tela de gallineru y abierto parterris a hucias de la nueva pasarela que conduz al ascensor de Castilla-Hermida. Enos parterris, qu´están al par de las viviendas, bían plantáu herbatos, dellos daque especiis invasoras que los vicinos han trucáu por otras más corrutas.
Ha síu una entervención vicinal autónoma de libru, ésta sí.
A la derecha, plantas más nuevas. Al fondu se véin las plantas invasoras del aluntamientu (las mesmas que tuvía están nel Pesqueru o Samartín de Bajamar):
Cerca:
Hay esperanza.
Ha síu una entervención vicinal autónoma de libru, ésta sí.
A la derecha, plantas más nuevas. Al fondu se véin las plantas invasoras del aluntamientu (las mesmas que tuvía están nel Pesqueru o Samartín de Bajamar):
Cerca:
Hay esperanza.
miércoles, 9 de mayo de 2018
Con el mazo dando
Sexismo es utilizar (adjuntar a la nota de prensa, publicar, etc.) como imagen de la próxima actuación de La Fura en Potes la de una chica a la que se le salen las tetas buscando con ello el click fácil en los medios digitales y redes sociales.
Que lo hagan las empresas, como El Diario Montañés, fatal. Pero que lo fomente un organismo público o semipúblico, es intolerable.
Que lo hagan las empresas, como El Diario Montañés, fatal. Pero que lo fomente un organismo público o semipúblico, es intolerable.
Caltené-la luz encesu hasta que amaneza
"Sintió las olas contra la urilla y alampó porque esi suníu nu cesara nunca. Apaicía que la nochi siría eternu, que siempre estaría escuru, que sólu el brillu apagáu de la letricidá iluminaría la ciudá. Que siría un mundu de sombras."
Cazadores de las nieves, de Paul Yoon (Nocturna Ediciones, 2018), p. 116.
El ritratu está jecho de nochi, su la luz d´una farola.
martes, 8 de mayo de 2018
lunes, 7 de mayo de 2018
"Las Ventas en los caminos de Cantabria en el Antiguo Régimen”, conferencia
Este martes 8 mayo a las 19:30 h. tendrá lugar en el Colegio de Ingenieros Industriales (c/ Hernán Cortés nº 49, Santander) la conferencia: “Las Ventas en los caminos de Cantabria en el Antiguo Régimen” impartida por Ana Rubio Celemín y Jesús Ruiz Cobo.
Son los autores del importantísimo trabajo sobre antiguos hospitales de Cantabria. Su seriedad y valía está más que demostrada. Acto muy recomendable.
"Con el comienzo de la actividad industrial a finales de la Edad Media en Cantabria el transporte de mercancías utilizando animales de carga aumentó su protagonismo hasta el siglo XIX momento en el que se puede hablar de una red de comunicaciones. Es a partir de esta fecha cuando proliferan en Cantabria un gran número de ventas con una serie de rasgos y actividad comercial comunes. En la conferencia propuesta se repasan estas ventas así como su influencia en el transporte de mercancía y las edificaciones más típicas."
Son los autores del importantísimo trabajo sobre antiguos hospitales de Cantabria. Su seriedad y valía está más que demostrada. Acto muy recomendable.
"Con el comienzo de la actividad industrial a finales de la Edad Media en Cantabria el transporte de mercancías utilizando animales de carga aumentó su protagonismo hasta el siglo XIX momento en el que se puede hablar de una red de comunicaciones. Es a partir de esta fecha cuando proliferan en Cantabria un gran número de ventas con una serie de rasgos y actividad comercial comunes. En la conferencia propuesta se repasan estas ventas así como su influencia en el transporte de mercancía y las edificaciones más típicas."
viernes, 4 de mayo de 2018
"El valor del Rei", novela
Anoche terminé El valor del Rei, aquí, de Xulio Arbesú, XXXVII Premio Xosefa Xovellanos.
Es una estupenda novela sobre los problemas dinásticos habidos en el Reino de Asturias durante el s. VIII donde Cantabria representa un papel importante. También Beato de Liébana. Está escrito en asturiano. Hubiera sido un libro fantástico para presentar en la Feria del Libro de Santander. Se le escapó al comisario. La atención, el interés, hay que ganárselo.
Feliz Día de las Letras Asturianas.
Es una estupenda novela sobre los problemas dinásticos habidos en el Reino de Asturias durante el s. VIII donde Cantabria representa un papel importante. También Beato de Liébana. Está escrito en asturiano. Hubiera sido un libro fantástico para presentar en la Feria del Libro de Santander. Se le escapó al comisario. La atención, el interés, hay que ganárselo.
Feliz Día de las Letras Asturianas.
Reutilización de bancos
La sede central del Instituto Cervantes es la de un antiguo banco de una céntrica calle de Madrid. Reutilizar espacios diseñados para otra cosa es arriesgado. Ahí está la Biblioteca Central de Cantabria, tan difícil de calefactar, de iluminar y de mantener en silencio, en definitiva, tan incómoda. También hay casos de éxito, como la Tabakalera de San Sebastián o la Biblioteca Pública Jovellanos de Gijón, que también reutiliza la sede de un antiguo banco.
De la sede madrileña del Instituto Cervantes solo conozco la biblioteca, que está aparte, y la sala de exposiciones, que ocupa el antiguo patio central del banco. A diferencia de la biblioteca asturiana, la adaptación de esta sala de exposiciones está muy mal resuelta. Parece estar de prestado, la sala; y el visitante con ella.
La sede del Banco de España en Santander estaba reservada para el MUPAC. Pero se la arrebató el Archivo Lafuente, enteramente privado, que tiene firmado un acuerdo de préstamo "gold" con el Reina Sofía. Es un edificio muy bonito por fuera, de lo mejor, pero puede convertirse en una trampa por dentro. Con esto no quiero decir que me alegre de que el MUPAC tenga que buscar otro sitio. Ni por asomo. Como decía al principio, es muy difícil la adaptación de un edificio pensado para otra cosa, pero no imposible: la Biblioteca Pública Jovellanos de Gijón y la sala de exposiciones del Instituto Cervantes de Madrid demuestran que partiendo de lo mismo el resultado puede ser muy diferente. El MUPAC podría haber solventado los problemas de adaptación del edificio, de los que seguro su director estaba advertido, y seguir la senda buena, la asturiana.
De haber mantenido sus posiciones y conservado la sede del antiguo Banco de España el MUPAC podría haber intentado encontrar su complemento (necesario, porque el espacio me parece a mí que no da de sí) en el antiguo convento de la Calle Alta, actualmente en ruinas, destinándolo a almacén visitable, tal y como han hecho acertadamente en Ávila (pondré fotos). Es una idea que sigue siendo aprovechable.
De la sede madrileña del Instituto Cervantes solo conozco la biblioteca, que está aparte, y la sala de exposiciones, que ocupa el antiguo patio central del banco. A diferencia de la biblioteca asturiana, la adaptación de esta sala de exposiciones está muy mal resuelta. Parece estar de prestado, la sala; y el visitante con ella.
La sede del Banco de España en Santander estaba reservada para el MUPAC. Pero se la arrebató el Archivo Lafuente, enteramente privado, que tiene firmado un acuerdo de préstamo "gold" con el Reina Sofía. Es un edificio muy bonito por fuera, de lo mejor, pero puede convertirse en una trampa por dentro. Con esto no quiero decir que me alegre de que el MUPAC tenga que buscar otro sitio. Ni por asomo. Como decía al principio, es muy difícil la adaptación de un edificio pensado para otra cosa, pero no imposible: la Biblioteca Pública Jovellanos de Gijón y la sala de exposiciones del Instituto Cervantes de Madrid demuestran que partiendo de lo mismo el resultado puede ser muy diferente. El MUPAC podría haber solventado los problemas de adaptación del edificio, de los que seguro su director estaba advertido, y seguir la senda buena, la asturiana.
De haber mantenido sus posiciones y conservado la sede del antiguo Banco de España el MUPAC podría haber intentado encontrar su complemento (necesario, porque el espacio me parece a mí que no da de sí) en el antiguo convento de la Calle Alta, actualmente en ruinas, destinándolo a almacén visitable, tal y como han hecho acertadamente en Ávila (pondré fotos). Es una idea que sigue siendo aprovechable.
jueves, 3 de mayo de 2018
Cabañas prehistóricas en el CAREX de Burgos
Uno:
Dos:
Tres:
En el Centro de Arqueología Experimental (CAREX) del Museo de la Evolución Humana de Burgos.
Dos:
Tres:
En el Centro de Arqueología Experimental (CAREX) del Museo de la Evolución Humana de Burgos.
miércoles, 2 de mayo de 2018
Ochu notas carmuniegas
(1)
Escañu montañés.
Otros dos (de montañisismu quiciás ya ervaíu) ritrataos en Cieza:
(2)
Dos callejos:
(3)
Puerta d´arcu:
Tien el potru (marcu d´antigüidá) sumíu nel esquinal:
Es n´esta corraliega:
(4)
(5)
La mítica Peña La Mena o Lamena (primer planu).
El topónimu Carmona cudo puei vinir d´esta peña. Nel pueblu d´Igollu alcontramos Carmonal, acá.
(6)
En puerta de casa carmuniega:
En casa de corraliega de Sopeña alcontramos la mesma cruz, acá (últimu ritratu).
(7)
Casa natal de Manuel Llano:
Marcu (¿CA?) paez que jecho por manu de críu ena ventana del jastial:
(8)
Ensin intidá.
Escañu montañés.
Otros dos (de montañisismu quiciás ya ervaíu) ritrataos en Cieza:
(2)
Dos callejos:
(3)
Puerta d´arcu:
Tien el potru (marcu d´antigüidá) sumíu nel esquinal:
Es n´esta corraliega:
(4)
(5)
La mítica Peña La Mena o Lamena (primer planu).
El topónimu Carmona cudo puei vinir d´esta peña. Nel pueblu d´Igollu alcontramos Carmonal, acá.
(6)
En puerta de casa carmuniega:
En casa de corraliega de Sopeña alcontramos la mesma cruz, acá (últimu ritratu).
(7)
Casa natal de Manuel Llano:
Marcu (¿CA?) paez que jecho por manu de críu ena ventana del jastial:
(8)
Ensin intidá.