Sale toda la plana mayor del SCS, incluidas las gerencias de todos los hospitales, diciendo que está todo bien, que no hay nada que reclamar.
Y punto.
Es un puñetazo encima de la mesa en toda regla.
¿Y ahora qué?
¿Se va a pedir desde la oposición que se descabece a todo el sistema?
No es la primera vez que salen a la palestra. En la rueda de prensa en la que los dos directivos del SCS no se sabe si dimitidos o cesados defendieron su gestión, la rueda de prensa previa a la de su despedida, allí estaban también todos, como hoy, lo que pasa es que la oposición (y con ella los medios, que tienen mucha parte en este tema) hizo como que miraba para otro lado porque las consecuencias de aquel apoyo público podían ser muy graves.
Bueno, pues lo han vuelto a hacer.
¿Y ahora la oposición, qué? No creo que se pueda permitir volver a hacer como si nada. ¿Va a pedir, entonces, que se paralice el sistema (que es a lo que conduciría descabezarlo)? Siguiendo su línea argumental, sí. Pero las consecuencias pueden ser fatales.
Rizando aún más el rizo, la respuesta, al menos la inmediata, no ha venido por parte de la oposición, contra lo que cabría esperar, sino del PSOE: habiendo remarcado los responsables del SCS en su última comparecencia pública que no se han fragmentado contratos, que es una de las cosas que se les achaca, y muy grave, ahora resulta que sale un representante del PSOE diciendo, qué casualidad, que el PP sí fragmentó contratos durante su etapa, es decir, un "y tú más" de libro, lo que no quita para que si es cierto el PSOE haría bien en llevar este segundo caso a la Fiscalía.
Y mientras tanto, la ciudadanía con los pelos de punta.
viernes, 31 de agosto de 2018
Fuente Rulín
Decía mi abuelo al morir que si le dejaban subir a la fuente Rulín y beber de su agua, se curaría. Tenía cáncer.
Tantas fuentes sagradas y santas como hay, ¿son antiguas fuentes asociadas a algún tipo de creencia religiosa posteriormente cristianizadas o son sacralizaciones, cristianas o anteriores posteriormente cristianizadas, de fuentes de agua considerada saludable, y caso de ser así, por qué el agua de estas fuentes es considerada saludable, es más, no estará en el origen de cualquier fuente sacralizada, sea cristiana o anterior, la salubridad -la consideración de tal- de sus aguas? ¿Qué es sano y qué es sagrado?
Sea como fuere, la fuente Rulín escapó a todo intento de sacralización, se mantuvo en un estadio cero.
Pero es tan buena su agua que a las puertas de la muerte confías que te salvará. Al menos así mi abuelo. Es un estadio cero, pues, el de la fuente Rulín, encaminado hacia la sacralización. O es que realmente el estadio cero lleva cargado dentro, aunque no seamos conscientes de ello, la sacralización. Lo cual nos lleva a una pregunta difícil si no imposible de responder: la religión, cualquiera de sus formas, ¿es una necesidad, es decir, algo que emana de nuestra naturaleza, o una imposición?
Es una fuente, la de Rulín, donde nunca había estado. Subí este sábado.
Resulta que hay dos fuentes, las dos la misma.
La primera:
La segunda está aparentemente seca:
Quizá ésta sea la original porque está empotrada en una canal (en femenino porque es natural) que seguramente corresponda con Rulín, hidrónimo en el que reconozco dos partes: /ru-/ de río y /-lin/, que me cuesta identificar: río Lin.
¿Lin quizá del latín LENIS, "suave, liso, resbaloso", de donde nuestros llen y alesnar, lo mismo que lene (italiano), le (provenzal), lin (rumano), lénitif (francés), lenient (inglés), etc., o el río asturiano Lena? ¿O del nombre propio o apodo de algún vecino?
Subí por la canal que se superpone, o al revés, al cauce del río:
Superados los suficientes metros como para intranquilizarme, giré a la derecha. Salvé un muro de poca altura pero piedras de buen tamaño y me ví en una especie de tira o plataforma de terreno aparentemente tratado, regular, que ascendía en perpendicular al camino por el que había llegado a la fuente costeando el monte, tira que aprovecha el toral, que ya sabemos es la arista perpendicular que se utiliza para salvar los montes sin necesidad de buscar los declives, caso de Balsemana, que pone en comunicación Selores (Saja) y Tudanca (Nansa), como ya explicamos aquí.
Desde fuera de la plataforma, subiendo a la izquierda, hacia el muro:
Desde dentro, hacia abajo y a la derecha, buscando el resalte:
Paralelo al anterior, otro muro:
Esta foto está hecha desde el otro lado de la plataforma, desde afuera, la toma casi en paralelo al camino actual, es decir, en perpendicular a esta tira o plataforma, cuyo arranque se puede ver de frente en la foto que sigue, desde el camino:
Como decía, es un espinazo (toral) perpendicular al camino, al monte y al valle, que se interna en el monte.
Muros paralelos que en realidad puede que no lo sean. Y es que más bien parecen restos de una antigua vía. Los pretendidos muros funcionarían como "contenedores" del camino, cuyo interior se encontraría muy desvirtuado. De ser así este camino conduciría a las alturas que median entre Cabuérniga e Iguña, que, tengo para mí, es uno de los núcleos duros de Cantabria, entendiendo Cantabria desde una perspectiva histórica amplia.
Aunque puede que, acostumbrado a los muros de cantos rodados del fondo de valle, no sepa reconocer los muros del monte, muros como éstos:
Y que por eso crea que esta tira o plataforma se trata de una antigua vía desvirtuada y no de una finca perdida.
Pero no creo, aunque tampoco pondría la mano en el fuego.
Por cierto, encontré varias montañitas de piedras a orillas de los prados, no sé si decir que llegan a tener la consideración de muriazos, algunas pegadas a matas de avellano, resultado de labores de limpieza parecidas a las de otras comarcas, como por ejemplo Miera, aquí.
Queda pendiente indicar dónde está fuente Rulín.
Desde arriba:
El pueblo que se ve es Sopeña.
Desde Sopeña:
Es una antigua praeria (tipología que permanece sin estudiar) reconvertida en invernal (el de Chuchín, de Sopeña). Quizá jisos heredados de la antigua praeria (el elemento e incluso la posición):
Se sube bien desde Lamiña. Desde Sopeña ya no se puede porque, incomprensiblemente, se ha perdido el camino tanto para ganaderos como para excursionistas, también el puente colgante que lo enlazaba con el pueblo salvando el Saja, hoy hecho unos zorros aunque a mí me parece que fácil de restaurar:
Bajé una botella de agua.
Estaban mis padres en Sopeña. Bebimos mi madre y yo. Mi padre no quiso.
Tantas fuentes sagradas y santas como hay, ¿son antiguas fuentes asociadas a algún tipo de creencia religiosa posteriormente cristianizadas o son sacralizaciones, cristianas o anteriores posteriormente cristianizadas, de fuentes de agua considerada saludable, y caso de ser así, por qué el agua de estas fuentes es considerada saludable, es más, no estará en el origen de cualquier fuente sacralizada, sea cristiana o anterior, la salubridad -la consideración de tal- de sus aguas? ¿Qué es sano y qué es sagrado?
Sea como fuere, la fuente Rulín escapó a todo intento de sacralización, se mantuvo en un estadio cero.
Pero es tan buena su agua que a las puertas de la muerte confías que te salvará. Al menos así mi abuelo. Es un estadio cero, pues, el de la fuente Rulín, encaminado hacia la sacralización. O es que realmente el estadio cero lleva cargado dentro, aunque no seamos conscientes de ello, la sacralización. Lo cual nos lleva a una pregunta difícil si no imposible de responder: la religión, cualquiera de sus formas, ¿es una necesidad, es decir, algo que emana de nuestra naturaleza, o una imposición?
Es una fuente, la de Rulín, donde nunca había estado. Subí este sábado.
Resulta que hay dos fuentes, las dos la misma.
La primera:
La segunda está aparentemente seca:
Quizá ésta sea la original porque está empotrada en una canal (en femenino porque es natural) que seguramente corresponda con Rulín, hidrónimo en el que reconozco dos partes: /ru-/ de río y /-lin/, que me cuesta identificar: río Lin.
¿Lin quizá del latín LENIS, "suave, liso, resbaloso", de donde nuestros llen y alesnar, lo mismo que lene (italiano), le (provenzal), lin (rumano), lénitif (francés), lenient (inglés), etc., o el río asturiano Lena? ¿O del nombre propio o apodo de algún vecino?
Subí por la canal que se superpone, o al revés, al cauce del río:
Superados los suficientes metros como para intranquilizarme, giré a la derecha. Salvé un muro de poca altura pero piedras de buen tamaño y me ví en una especie de tira o plataforma de terreno aparentemente tratado, regular, que ascendía en perpendicular al camino por el que había llegado a la fuente costeando el monte, tira que aprovecha el toral, que ya sabemos es la arista perpendicular que se utiliza para salvar los montes sin necesidad de buscar los declives, caso de Balsemana, que pone en comunicación Selores (Saja) y Tudanca (Nansa), como ya explicamos aquí.
Desde fuera de la plataforma, subiendo a la izquierda, hacia el muro:
Desde dentro, hacia abajo y a la derecha, buscando el resalte:
Paralelo al anterior, otro muro:
Esta foto está hecha desde el otro lado de la plataforma, desde afuera, la toma casi en paralelo al camino actual, es decir, en perpendicular a esta tira o plataforma, cuyo arranque se puede ver de frente en la foto que sigue, desde el camino:
Como decía, es un espinazo (toral) perpendicular al camino, al monte y al valle, que se interna en el monte.
Muros paralelos que en realidad puede que no lo sean. Y es que más bien parecen restos de una antigua vía. Los pretendidos muros funcionarían como "contenedores" del camino, cuyo interior se encontraría muy desvirtuado. De ser así este camino conduciría a las alturas que median entre Cabuérniga e Iguña, que, tengo para mí, es uno de los núcleos duros de Cantabria, entendiendo Cantabria desde una perspectiva histórica amplia.
Aunque puede que, acostumbrado a los muros de cantos rodados del fondo de valle, no sepa reconocer los muros del monte, muros como éstos:
Y que por eso crea que esta tira o plataforma se trata de una antigua vía desvirtuada y no de una finca perdida.
Pero no creo, aunque tampoco pondría la mano en el fuego.
Por cierto, encontré varias montañitas de piedras a orillas de los prados, no sé si decir que llegan a tener la consideración de muriazos, algunas pegadas a matas de avellano, resultado de labores de limpieza parecidas a las de otras comarcas, como por ejemplo Miera, aquí.
Queda pendiente indicar dónde está fuente Rulín.
Desde arriba:
El pueblo que se ve es Sopeña.
Desde Sopeña:
Es una antigua praeria (tipología que permanece sin estudiar) reconvertida en invernal (el de Chuchín, de Sopeña). Quizá jisos heredados de la antigua praeria (el elemento e incluso la posición):
Se sube bien desde Lamiña. Desde Sopeña ya no se puede porque, incomprensiblemente, se ha perdido el camino tanto para ganaderos como para excursionistas, también el puente colgante que lo enlazaba con el pueblo salvando el Saja, hoy hecho unos zorros aunque a mí me parece que fácil de restaurar:
Bajé una botella de agua.
Estaban mis padres en Sopeña. Bebimos mi madre y yo. Mi padre no quiso.
miércoles, 29 de agosto de 2018
martes, 28 de agosto de 2018
La vía santanderina del mecenazgo
El primer día creo que fue, tan temprano, defendí que si hay intención, más si buena, bien se podía aprovechar para fortalecer la red cultural de Santander, la pública, por ejemplo la estupenda biblioteca municipal, que lo necesita tanto como lo merece.
Que un político crea que no se debe apoyar a una institución demasiado es creer que ese apoyo es demasiado... como para que quede en manos públicas. Lógicamente, una institución jamás está apoyada en exceso. Las instituciones son sistemas que cuando integran un nuevo elemento se reconfiguran, pero para bien. Creer que por apoyar mucho a una institución se hace peligrar dicha institución es o no tener ni idea o tenerla demasiado clara, la idea que al político le beneficia, digo.
Y digo también si buena, la intención, porque no es imprescindible que el mecenas sea bienintencionado. Si no lo fuera, que, insisto, no tiene por qué ser negativo, es decir, si lo que buscara fuera el exclusivo beneficio propio por una vía distinta a la comercial (a través de la desgravación de impuestos, por ejemplo), perfecto, pero entonces habría que exigirle que se pagara lo suyo. Éso y, ya que no busca el beneficio común, que al menos no moleste. Pero si lo fuera, si la intención fuera cosechar el beneficio común, lo lógico es que se integrara en el sistema público, contribuyendo a su mejora.
Estoy hablando del Archivo Lafuente y su precedente el Centro Botín (éste es éste más las puertas que abrió).
Que el hecho de llegar alguien, el que sea, y hacer lo que quiera con la aquiescencia (otros creemos que irresponsabilidad) de la administración, pasando por encima del patrimonio público, tan débil (tan debilitado), tan de por sí delicado, no es buena idea.
No es buena idea para el común, quiero decir. Para los políticos sí lo es: por qué si no aparece hoy noticia relacionada con el Archivo Lafuente..., pues porque conviene. Hay que tapar el fracaso (está rolando a escándalo) del MetroTUS, lo cual, dicho sea de paso, no resta interés objetivo a la noticia. Mañana será otra la razón y pasado mañana otra y así. Es un as en la manga. Diez millones de euros públicos cuesta. Pero no creáis, es lo mismo en todas partes: el otro día salió publicada una carta al director de Mirapeix agradeciendo a la Consejera de Sanidad su labor (acto legítimo) y recordando (torpemente) que lo hace porque gracias a ella se puso esa escultura horrible a la puerta del hospital cuyo autor es familia de su mujer. Este último caso es reciente y claro de lo que estoy tratando de explicar.
Y no era tan difícil. Pongo a continuación enlace a noticia publicada ayer mismo en El País sobre la adquisión (no sé el procedimiento, si donación o compra, pero no importa porque lo relevante ahora es el modelo) del archivo del crítico de arte Sebastià Gasch por parte de la Biblioteca de Catalunya, aquí. Así, con las lógicas adaptaciones a la realidad (realidad que puede tener que contemplar a una administración diciendo que no, pero no por pasotismo o por intereses espurios), sí. Todo lo demás son fórmulas que conducen al fracaso, el primero de todos el colectivo.
Imaginaos a la Red Municipal de Bibliotecas Públicas de Santander haciendo con el fondo del Archivo Lafuente: una maravilla. ¿Y por qué no? Ya imposible. Ahora a pagar, a agachar la cabeza, a aplaudir, a tragar con los nombramientos que se avecinan, a poner excusas cuando te inviten a una inaugración que seguro estará súper concurrida, etc.
Podía haber sido de otra manera. Pero Santander ha elegido (¿realmente lo ha hecho?) ésta: la vía santanderina del mecenazgo.
Creo haber dicho lo mismo o parecido en otra ocasión. No me apetece volver a tratar sobre este tema.
Que un político crea que no se debe apoyar a una institución demasiado es creer que ese apoyo es demasiado... como para que quede en manos públicas. Lógicamente, una institución jamás está apoyada en exceso. Las instituciones son sistemas que cuando integran un nuevo elemento se reconfiguran, pero para bien. Creer que por apoyar mucho a una institución se hace peligrar dicha institución es o no tener ni idea o tenerla demasiado clara, la idea que al político le beneficia, digo.
Y digo también si buena, la intención, porque no es imprescindible que el mecenas sea bienintencionado. Si no lo fuera, que, insisto, no tiene por qué ser negativo, es decir, si lo que buscara fuera el exclusivo beneficio propio por una vía distinta a la comercial (a través de la desgravación de impuestos, por ejemplo), perfecto, pero entonces habría que exigirle que se pagara lo suyo. Éso y, ya que no busca el beneficio común, que al menos no moleste. Pero si lo fuera, si la intención fuera cosechar el beneficio común, lo lógico es que se integrara en el sistema público, contribuyendo a su mejora.
Estoy hablando del Archivo Lafuente y su precedente el Centro Botín (éste es éste más las puertas que abrió).
Que el hecho de llegar alguien, el que sea, y hacer lo que quiera con la aquiescencia (otros creemos que irresponsabilidad) de la administración, pasando por encima del patrimonio público, tan débil (tan debilitado), tan de por sí delicado, no es buena idea.
No es buena idea para el común, quiero decir. Para los políticos sí lo es: por qué si no aparece hoy noticia relacionada con el Archivo Lafuente..., pues porque conviene. Hay que tapar el fracaso (está rolando a escándalo) del MetroTUS, lo cual, dicho sea de paso, no resta interés objetivo a la noticia. Mañana será otra la razón y pasado mañana otra y así. Es un as en la manga. Diez millones de euros públicos cuesta. Pero no creáis, es lo mismo en todas partes: el otro día salió publicada una carta al director de Mirapeix agradeciendo a la Consejera de Sanidad su labor (acto legítimo) y recordando (torpemente) que lo hace porque gracias a ella se puso esa escultura horrible a la puerta del hospital cuyo autor es familia de su mujer. Este último caso es reciente y claro de lo que estoy tratando de explicar.
Y no era tan difícil. Pongo a continuación enlace a noticia publicada ayer mismo en El País sobre la adquisión (no sé el procedimiento, si donación o compra, pero no importa porque lo relevante ahora es el modelo) del archivo del crítico de arte Sebastià Gasch por parte de la Biblioteca de Catalunya, aquí. Así, con las lógicas adaptaciones a la realidad (realidad que puede tener que contemplar a una administración diciendo que no, pero no por pasotismo o por intereses espurios), sí. Todo lo demás son fórmulas que conducen al fracaso, el primero de todos el colectivo.
Imaginaos a la Red Municipal de Bibliotecas Públicas de Santander haciendo con el fondo del Archivo Lafuente: una maravilla. ¿Y por qué no? Ya imposible. Ahora a pagar, a agachar la cabeza, a aplaudir, a tragar con los nombramientos que se avecinan, a poner excusas cuando te inviten a una inaugración que seguro estará súper concurrida, etc.
Podía haber sido de otra manera. Pero Santander ha elegido (¿realmente lo ha hecho?) ésta: la vía santanderina del mecenazgo.
Creo haber dicho lo mismo o parecido en otra ocasión. No me apetece volver a tratar sobre este tema.
lunes, 27 de agosto de 2018
Anjanas con vida en Lamiña
Hace mucho tiempo tuve la fortuna de que me contaran la última leyenda que existe sobre ojáncanos, quiero decir leyenda emanada de la tradición oral, no leída o reinterpretada a partir de lo leído. La considero última porque la recogió Jesús García Preciado de la misma persona y así la presentó, publicándola en uno de sus libros de Tantín, con lo cual me quedo tranquilo, aunque creo recordar que en la versión del libro la leyenda se corta antes de terminar por problemas de edición.
Se lo comentaba el otro día a un amigo, Dani, lo que dio pie a que me informara que a él le contaron de crío, igual que a mí, de boca a oreja, la leyenda de la Juáncana de Castillo, pueblo de la costa oriental de donde era su familia paterna, que visitamos aquí.
Hace unos meses Raquel y yo conocimos a una anciana de Lamiña. Fue mucho lo que aprendimos de ella. Entre otras cosas, sobre anjanas. Resulta que robaban la torta por debajo de la puerta rota de una casa, concretamente de la que está enfrente de la suya, que tiene, en efecto, la puerta carcomida por abajo. La vecina, harta de que le robaran la torta, puso una piedra redonda y plana a la lumbre y sustituyó la torta por la piedra caliente. La anjana esa noche, como las anteriores, volvió a meter las manos para robar la torta, quemándoselas. Gritaba, huyendo: "mala muyer, mala muyer" (atentos a esa realización, de nuevo, a la asturiana). En una versión paralela publicada por Manuel Llano la anjana gritaba "peldá, peldá", palabra que no se ha sabido interpretar (y yo tampoco soy capaz de hacerlo). Las anjanas se cobraron venganza robando a los críos de las miñegas cuando éstas los llevaban a las tierras. No recuerdo cómo termina, si es que termina, porque a lo mejor es una leyenda sin final que ha sido reconstruida para nosotros, para Raquel y para mí, a partir de fogonazos que no sabemos si son restos o si estos fogonazos son, como creo, todo lo que hay, todo lo que hay desde el principio. Pero si termina seguro que lo hace bien. El caso es que ésta es una leyenda inédita en la versión que nos contó la señora, y viva. Seguramente si volviéramos a trabar conversación con la señora nos la contaría diferente, precisamente porque se trata de una leyenda viva. Los libros necesitan versiones canónicas, estándares; pero la tradición oral no. Quizá tampoco finales ni hilo argumental, como decíamos antes.
La diferencia fundamental entre esta leyenda de las anjanas de Lamiña y las otras dos, la del ojáncano y la de la juáncana, es que la miñega que nos la contó creía en la existencia de las anjanas: no sólo se trata, pues, de una leyenda emanada de la tradición oral, de ahí su variabilidad y quizá también su aparente deslabazón, sino también de una leyenda cuyo personaje es considerado por la informante como un personaje real. Única vez en nuestra vida, por no decir última.
Las anjanas nos aseguró la señora que vivían, si es que no lo hacen todavía, en unas peñas que están por la parte de allá (y levantaba un brazo y lo movía como haciendo comba, queriendo saltar al otro lado del río), peñas que creemos son éstas:
La foto está tomada desde la mies de Lamiña. He abierto el ángulo al máximo para que quepan todas las referencias posibles. Para localizar las peñas fijaos en los plásticos negros: están justo encima. Insisto que no estamos seguros de que ésta sea la ubicación correcta, pero sí que es en esta ladera y que son unas peñas, así que si no es aquí será cerca. Por dar pistas.
Y ya que estamos dando pistas, cerca del pueblo de Pesquera, a un paso de Reinosa, hay una cueva que se llama "de los vasares". Estoy seguro que si un arqueólogo se diera una vuelta alguna cerámica encontraría.
Se lo comentaba el otro día a un amigo, Dani, lo que dio pie a que me informara que a él le contaron de crío, igual que a mí, de boca a oreja, la leyenda de la Juáncana de Castillo, pueblo de la costa oriental de donde era su familia paterna, que visitamos aquí.
Hace unos meses Raquel y yo conocimos a una anciana de Lamiña. Fue mucho lo que aprendimos de ella. Entre otras cosas, sobre anjanas. Resulta que robaban la torta por debajo de la puerta rota de una casa, concretamente de la que está enfrente de la suya, que tiene, en efecto, la puerta carcomida por abajo. La vecina, harta de que le robaran la torta, puso una piedra redonda y plana a la lumbre y sustituyó la torta por la piedra caliente. La anjana esa noche, como las anteriores, volvió a meter las manos para robar la torta, quemándoselas. Gritaba, huyendo: "mala muyer, mala muyer" (atentos a esa realización, de nuevo, a la asturiana). En una versión paralela publicada por Manuel Llano la anjana gritaba "peldá, peldá", palabra que no se ha sabido interpretar (y yo tampoco soy capaz de hacerlo). Las anjanas se cobraron venganza robando a los críos de las miñegas cuando éstas los llevaban a las tierras. No recuerdo cómo termina, si es que termina, porque a lo mejor es una leyenda sin final que ha sido reconstruida para nosotros, para Raquel y para mí, a partir de fogonazos que no sabemos si son restos o si estos fogonazos son, como creo, todo lo que hay, todo lo que hay desde el principio. Pero si termina seguro que lo hace bien. El caso es que ésta es una leyenda inédita en la versión que nos contó la señora, y viva. Seguramente si volviéramos a trabar conversación con la señora nos la contaría diferente, precisamente porque se trata de una leyenda viva. Los libros necesitan versiones canónicas, estándares; pero la tradición oral no. Quizá tampoco finales ni hilo argumental, como decíamos antes.
La diferencia fundamental entre esta leyenda de las anjanas de Lamiña y las otras dos, la del ojáncano y la de la juáncana, es que la miñega que nos la contó creía en la existencia de las anjanas: no sólo se trata, pues, de una leyenda emanada de la tradición oral, de ahí su variabilidad y quizá también su aparente deslabazón, sino también de una leyenda cuyo personaje es considerado por la informante como un personaje real. Única vez en nuestra vida, por no decir última.
Las anjanas nos aseguró la señora que vivían, si es que no lo hacen todavía, en unas peñas que están por la parte de allá (y levantaba un brazo y lo movía como haciendo comba, queriendo saltar al otro lado del río), peñas que creemos son éstas:
La foto está tomada desde la mies de Lamiña. He abierto el ángulo al máximo para que quepan todas las referencias posibles. Para localizar las peñas fijaos en los plásticos negros: están justo encima. Insisto que no estamos seguros de que ésta sea la ubicación correcta, pero sí que es en esta ladera y que son unas peñas, así que si no es aquí será cerca. Por dar pistas.
Y ya que estamos dando pistas, cerca del pueblo de Pesquera, a un paso de Reinosa, hay una cueva que se llama "de los vasares". Estoy seguro que si un arqueólogo se diera una vuelta alguna cerámica encontraría.
domingo, 26 de agosto de 2018
sábado, 25 de agosto de 2018
Día de La Cruz (monte)
Hoy es el día de este monte, en Cabuérniga. La foto está tomada hace escasas horas desde la mies de Lamiña.
No creo que celebraciones así sean frecuentes en otros sitios.
viernes, 24 de agosto de 2018
Leche de vaca pasiega de diez
La empresa Esencia vivu, aquí, es la única que conozco que ha dado el paso. Les hemos comprado leche en su nave de Parbayón y en el Diferente de Santander. Es de un sabor exquisito.
"Non", de Celso Emilio Ferreiro
Non
Si dixese que sí,
que todo está moi ben,
que o mundo está moi bon,
que cada quén é cada quén...
Conformidá.
Ademiración.
Calar, calar, calar,
e moita precaución.
Si dixese que acaso
as cousas son eisí,
porque sí,
veleí,
e non lle demos voltas.
(Si aquel está enriba
e aquel outro embaixo
é por culpa da vida.
Si algúns van de porta en porta
cun saco de cinza ás costas
é porque son unhos docas).
Si dixera que sí...
entón sería o intre
de falar seriamente
da batalla de froles
nas festas do patrón.
Pero non.
No
Si dijese que sí,
que todo está muy bien,
que el mundo es perfecto,
que cada cual es cada cual.
Conformidad.
Admiración.
Callar, callar, callar,
y mucha precaución.
Si dijese que acaso
las cosas son así,
porque sí,
eso es,
y no le demos vueltas.
(Si aquel está arriba
y aquel otro abajo
es por culpa de la vida.
Si algunos van de puerta en puerta
con un saco de ceniza a cuestas
es porque son unos estúpidos).
Si dijera que sí...
Entonces sería el momento
de hablar seriamente
de la batalla de flores
en las fiestas del patrón.
Pero no.
Celso Emilio Ferreiro, poema de Longa noite de pedra (1962), traducción al castellano de Basilio Losada.
Si dixese que sí,
que todo está moi ben,
que o mundo está moi bon,
que cada quén é cada quén...
Conformidá.
Ademiración.
Calar, calar, calar,
e moita precaución.
Si dixese que acaso
as cousas son eisí,
porque sí,
veleí,
e non lle demos voltas.
(Si aquel está enriba
e aquel outro embaixo
é por culpa da vida.
Si algúns van de porta en porta
cun saco de cinza ás costas
é porque son unhos docas).
Si dixera que sí...
entón sería o intre
de falar seriamente
da batalla de froles
nas festas do patrón.
Pero non.
No
Si dijese que sí,
que todo está muy bien,
que el mundo es perfecto,
que cada cual es cada cual.
Conformidad.
Admiración.
Callar, callar, callar,
y mucha precaución.
Si dijese que acaso
las cosas son así,
porque sí,
eso es,
y no le demos vueltas.
(Si aquel está arriba
y aquel otro abajo
es por culpa de la vida.
Si algunos van de puerta en puerta
con un saco de ceniza a cuestas
es porque son unos estúpidos).
Si dijera que sí...
Entonces sería el momento
de hablar seriamente
de la batalla de flores
en las fiestas del patrón.
Pero no.
Celso Emilio Ferreiro, poema de Longa noite de pedra (1962), traducción al castellano de Basilio Losada.
jueves, 23 de agosto de 2018
Campanos, fotos, representación
Nos dijeron y nosotros nos hemos hecho eco en varias ocasiones, por ejemplo aquí y aquí, que los campanos solían estar colocados en una pértiga a la entrada de casa.
Así, por ejemplo, a la entrada de la casa de comidas y posada El Puente de Carmona (sin foto pero sin pérdida).
En el barrio de Santa Marina de Silió, en pleno monte, aunque a los vecinos no se lo parezca (una señora nos decía "de los de arriba" en referencia a los campurrianos), hay una casa baja muy antigua y compacta que tiene nada más entrar, a la derecha, una especie de tarima con no sabemos cuántos cuartos, porque no llegamos a entrar tan adentro, pero no más de dos, cuartos de tabláu, y frente a la puerta, al fondo, la cucina de campana, con una ventana a la izquierda.
Sobre la ventana, por dentro, es decir, nada más entrar a la izquierda, hay una pértiga con campanos colgados.
Fotografía hecha desde el exterior, por entre los agujeros de la malla metálica que la protege:
Detalle de dos:
El primero tiene tallado un jarrón y el segundo dientes de sierra, además de las iniciales del padre del propietario actual que tiene más de noventa años, aunque otros presentaban iniciales distintas que quizá correspondan al abuelo, con lo cual nos tendríamos que retrotraer hasta casi dos siglos atrás.
Los campanos están colocados a la entrada a modo de carta de presentación, quedando confirmado lo que apuntábamos al principio. Además, se ven desde la ventana, con lo cual se mata dos pájaros de un tiro.
Veendo los campanos estás veendo las vacas.
No solo se ponían los campanos a la entrada sino también, nos cuentan, alguna foto del toro o de la vaca más lucida.
Raquel y yo hemos comprado foto de los años cincuenta donde aparece retratada la cabaña de un paisano de Torrelavega mostrando su ganado..., de culo, es decir, mostrando la nación, la vulva de las vacas, que es donde primero posa su atención el ganadero, no en la cara (que también, pero después), como ya explicamos aquí. Es una foto, pues, de un ganadero hecha para el ganadero, no sé si también por un ganadero, en todo caso es una foto que responde plenamente a la lógica ganadera.
La tenemos puesta a la entrada de casa:
Los animalitos de juguete que vamos encontrando por la calle los ponemos encima y también uno que nos ha hecho nuestra sobrina con tapones.
El otro día volviendo de la playa de Laredo hicimos parada en Hoznayo para merendar un vaso de leche con quesada. En la puerta estaba el cartel del Día de Soba:
De nuevo una imagen que responde a la lógica ganadera, un cartel hecho para adentro.
Así, por ejemplo, a la entrada de la casa de comidas y posada El Puente de Carmona (sin foto pero sin pérdida).
En el barrio de Santa Marina de Silió, en pleno monte, aunque a los vecinos no se lo parezca (una señora nos decía "de los de arriba" en referencia a los campurrianos), hay una casa baja muy antigua y compacta que tiene nada más entrar, a la derecha, una especie de tarima con no sabemos cuántos cuartos, porque no llegamos a entrar tan adentro, pero no más de dos, cuartos de tabláu, y frente a la puerta, al fondo, la cucina de campana, con una ventana a la izquierda.
Sobre la ventana, por dentro, es decir, nada más entrar a la izquierda, hay una pértiga con campanos colgados.
Fotografía hecha desde el exterior, por entre los agujeros de la malla metálica que la protege:
Detalle de dos:
El primero tiene tallado un jarrón y el segundo dientes de sierra, además de las iniciales del padre del propietario actual que tiene más de noventa años, aunque otros presentaban iniciales distintas que quizá correspondan al abuelo, con lo cual nos tendríamos que retrotraer hasta casi dos siglos atrás.
Los campanos están colocados a la entrada a modo de carta de presentación, quedando confirmado lo que apuntábamos al principio. Además, se ven desde la ventana, con lo cual se mata dos pájaros de un tiro.
Veendo los campanos estás veendo las vacas.
No solo se ponían los campanos a la entrada sino también, nos cuentan, alguna foto del toro o de la vaca más lucida.
Raquel y yo hemos comprado foto de los años cincuenta donde aparece retratada la cabaña de un paisano de Torrelavega mostrando su ganado..., de culo, es decir, mostrando la nación, la vulva de las vacas, que es donde primero posa su atención el ganadero, no en la cara (que también, pero después), como ya explicamos aquí. Es una foto, pues, de un ganadero hecha para el ganadero, no sé si también por un ganadero, en todo caso es una foto que responde plenamente a la lógica ganadera.
La tenemos puesta a la entrada de casa:
Los animalitos de juguete que vamos encontrando por la calle los ponemos encima y también uno que nos ha hecho nuestra sobrina con tapones.
El otro día volviendo de la playa de Laredo hicimos parada en Hoznayo para merendar un vaso de leche con quesada. En la puerta estaba el cartel del Día de Soba:
De nuevo una imagen que responde a la lógica ganadera, un cartel hecho para adentro.
Libro sobre Santo Toribio de Liébana de 1914
En De la Cantabria: Santillana, San Martín y Santo Toribio y Santa María de Lebeña (Liebana), Santa María del Puerto (Santoña) de Bernardino Martín Mínguez, año 1914, hay un centenar de páginas dedicadas a Santo Toribo de Liébana de lo más interesante.
Hay ejemplares en bibliotecas públicas y un único ejemplar a la venta por 150 euros en una librería de viejo cántabra.
Hay ejemplares en bibliotecas públicas y un único ejemplar a la venta por 150 euros en una librería de viejo cántabra.
miércoles, 22 de agosto de 2018
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Estos comentarios sobre la suelta de la gata negra de Carasa son de persona vinculada a Podemos Cantabria (desde Bilbao): "Superchería y catetez en La Suelta de la Gata Negra de Carasa, no estamos en la Edad Media" + "para estar lejos de palurdos ignorantes que viven en la Edad Media y presumen de ello" + "Mira paleto, sigues hablado desde la ignorancia más absoluta, tú que sabes lo que hacemos"...
Si quieres dejar de ser un cateto y formar para la candidatura de Podemos de tu municipio infórmate aquí: 👉bit.ly/2vbANck
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Putrefacción y caída a destiempo de hoja en la Alameda de Santander
Esta foto está tomada esta misma mañana.
La hoja de los plátanos de la Alameda se pudre y cae en cantidades ingentes. No es cosa de ahora. Ocurre desde la primavera. Los vecinos sospechan pueda tener que ver con las luces blancas que han puesto sin pantalla en las farolas del paseo. Habría que comprobar qué está ocurriendo. Si la hoja se pudre y cae a destiempo es porque los árboles no están bien. Y estos árboles son una bandera.
martes, 21 de agosto de 2018
Diez fotos antiguas
(1)
Segando lino, años sesenta, yo creo que en Molledo.
(2)
Playa de El Camello.
(3)
Ojedo (Cillorigo de Liébana), confluencia de los ríos Bullón y Deva, años sesenta, con lavanderas al fondo.
(4)
San Vicente de la Barquera, postal (los turistas de aquellos tiempos eran otros turistas).
(5)
En Cantabria, s.f., s.l.
(6)
Botadura en El Astillero.
(7)
Busto de Augusto González de Linares en ubicación original.
(8)
Hacina o meta en el Santander de los años cincuenta.
(9)
Vino de solera en taberna de Santander.
(10)
Dos fotos de Samot de los años sesenta en La Magdalena.
Segando lino, años sesenta, yo creo que en Molledo.
(2)
Playa de El Camello.
(3)
Ojedo (Cillorigo de Liébana), confluencia de los ríos Bullón y Deva, años sesenta, con lavanderas al fondo.
(4)
San Vicente de la Barquera, postal (los turistas de aquellos tiempos eran otros turistas).
(5)
En Cantabria, s.f., s.l.
(6)
Botadura en El Astillero.
(7)
Busto de Augusto González de Linares en ubicación original.
(8)
Hacina o meta en el Santander de los años cincuenta.
(9)
Vino de solera en taberna de Santander.
(10)
Dos fotos de Samot de los años sesenta en La Magdalena.
lunes, 20 de agosto de 2018
(Violeta Parra (Raúl Molleda))
"Maldigo (...)
""(...) los pasos ena arena amugáu de Umbreda, relumbrando ena nochi cuandu mos arrecatábamos; campanillas pintaas de ajedrez moráu y verdi brotando nel primovel campurrianu; las ariestas de Remoña remaniciendo en luz naranja al treviés del cierzu azul del albiar; randas de vapor arrosáu hiriendo el cielu ena tarduca templaa del Coteru; el filíz día en que gulvían de África los volancejos, anunciando a vocis que ya estaban en casa; el martilleu musical de las sapas, jirriría soterrañu enas tardis amurniaas del veranu montañés (...)""
(...) el cosmos y sus planetas
la tierra y todas sus grietas
porque me aqueja un pesar
maldigo del ancho mar
sus puertos y sus caletas
cuánto será mi dolor (...)"
De la canción "Maldigo" de Violeta Parra a través de Nacho Vegas y del mugu titulado "Qué contar" de Raúl Molleda.
""(...) los pasos ena arena amugáu de Umbreda, relumbrando ena nochi cuandu mos arrecatábamos; campanillas pintaas de ajedrez moráu y verdi brotando nel primovel campurrianu; las ariestas de Remoña remaniciendo en luz naranja al treviés del cierzu azul del albiar; randas de vapor arrosáu hiriendo el cielu ena tarduca templaa del Coteru; el filíz día en que gulvían de África los volancejos, anunciando a vocis que ya estaban en casa; el martilleu musical de las sapas, jirriría soterrañu enas tardis amurniaas del veranu montañés (...)""
(...) el cosmos y sus planetas
la tierra y todas sus grietas
porque me aqueja un pesar
maldigo del ancho mar
sus puertos y sus caletas
cuánto será mi dolor (...)"
De la canción "Maldigo" de Violeta Parra a través de Nacho Vegas y del mugu titulado "Qué contar" de Raúl Molleda.
sábado, 18 de agosto de 2018
"Débeda", de Xosé Neira Vilas
Débeda
Penso: ¿Terá morto alguén
pra que eu viva?
¿Cántos calaron
pra deixar paso á miña voz?
¿Qué vello e iñorado crime
aniña no meu sangue...?
Nada sei
da conta sin pagar. Nada
dasta débeda longa,
nin do prezo de estar
aquí,
neste chanzo do tempo.
*
Deuda
Pienso: ¿Habrá muerto alguien
para que yo viva?
¿Cuántos callaron
para dejar paso a mi voz?
¿Qué viejo e ignorado crimen
anida en mi sangre...?
Nada sé
de la cuenta sin pagar. Nada
de esta deuda larga,
ni del precio de estar
aquí,
en este peldaño del tiempo.
Xosé Neira Vilas, de Inquedo latexar (1969), traducción al castellano de Basilio Losada.
Penso: ¿Terá morto alguén
pra que eu viva?
¿Cántos calaron
pra deixar paso á miña voz?
¿Qué vello e iñorado crime
aniña no meu sangue...?
Nada sei
da conta sin pagar. Nada
dasta débeda longa,
nin do prezo de estar
aquí,
neste chanzo do tempo.
*
Deuda
Pienso: ¿Habrá muerto alguien
para que yo viva?
¿Cuántos callaron
para dejar paso a mi voz?
¿Qué viejo e ignorado crimen
anida en mi sangre...?
Nada sé
de la cuenta sin pagar. Nada
de esta deuda larga,
ni del precio de estar
aquí,
en este peldaño del tiempo.
Xosé Neira Vilas, de Inquedo latexar (1969), traducción al castellano de Basilio Losada.