(1)
He localizado en internet el catálogo de la exposición de Lafuente sobre la Escuela de Altamira. En la introducción José Antonio González Fuentes, Tono, coordinador general del Archivo Lafuente además de empleado del Centro de Estudios Montañeses, dice, y cito textual, que la libertad es una "figura huidiza ensalzada por la modernidad estética". Imagino que antes de poner semejante burrada (que cuando menos debería provocar la retirada inmediata de todo apoyo institucional a la exposición) Tono se haya asegurado de que su jefe, Lafuente, piensa lo mismo, además de Maderuelo, que es quien firma el catálogo con él.
Un poco más adelante Tono asegura que "es una obviedad histórica (¿?) que en una geografía sin auténtica sociedad civil las iniciativas culturales y artísticas son toleradas o controladas directamente por el poder". Las interrogaciones entre paréntesis son mías. Decir que cuando no hay sociedad civil lo lógico es que el poder lo controle todo, y decirlo refiriéndote a los años cuarenta y cincuenta, es defender la dictadura franquista. Lo lógico hubiera sido que existiera democracia, en cualquier circunstancia, digo yo. No hace falta ni puntualizar que no había sociedad civil porque los que detentaban el poder se habían preocupado de arrasarla para, precisamente, detentar ellos el poder. Pero siendo malo lo anterior peor es que sin que medie crítica alguna, como ocurre en la exposición, que es estética pero carece completamente de ética, lo de que a la ausencia de sociedad civil auténtica (auténtica según qué clave, cabría preguntarse) le corresponde dictadura se podría traducir fácilmente al presente y afirmar que ante la ausencia de sociedad civil (nunca es suficientemente auténtica si se quiere, nunca se vota con madurez si se vota al partido contrario) es lógico que el poder tome el control y se haga omnipresente, aunque solo sea hasta que la sociedad madure (que es nunca, casualmente). Eso es justificar el fascismo.
Esta gente tiene mucho peligro.
Prefiero no seguir leyendo este catálogo patrocinado por el poder de ayer, de hoy y de siempre, según parece. Ni lo enlazo.
(2)
¿No tenéis la sensación de que Podemos Cantabria cree que ya estamos todos contentos solo porque han llegado al Parlamento?
¿Pero dónde coño están? Kevin Botejara, ¿pero te estás enterando de algo, chico?
¿También Podemos está haciendo mucho pero lo que pasa es que no nos enteramos porque tienen problemas de comunicación, como el PP?
(3)
Una chica erasmus ha puesto aquí un vídeo de su estancia en Santander.
Yo también fuí erasmus.
Reconozco las caras de todos. Las de felicidad, quiero decir.
Pero para qué sirve ante la deriva de Europa.
El erasmus, digo.
La felicidad.
Para qué.
lunes, 31 de agosto de 2015
sábado, 29 de agosto de 2015
Crítica vana a la exposición organizada en Santander sobre la Escuela de Altamira
Proel estuvo vinculado al régimen franquista pero tengo para mí que la iniciativa de este movimiento que pasa por ser clave en nuestra historia de la segunda mitad del pasado siglo fue de los escritores y artistas implicados. Éstos se aprovecharon de los políticos, si bien es cierto que los políticos es de suponer que algo sacarían a cambio. Prestigio, tal vez. Es más que suficiente, las más de las veces, sobre todo tratándose de políticos. Pero, en cualquier caso, la iniciativa parece deberse a los escritores y artistas. Esta visión "a favor", con todos los matices que cabe aplicar a lo que en otras latitudes no se dudaría en calificar de colaboracionismo, quizá esté mediatizada por la presencia de figuras del calibre de José Hierro. Proel, entonces, es un movimiento de tintes franquistas pero si me apuráis por obligación. Si estabas dentro y querías hacer algo o era así o no era.
La Escuela de Altamira sin embargo fue una iniciativa del poder. Aquí ya no hay visión favorable posible. El poder necesitaba incorporarse al mundo tras la derrota allende fronteras del fascismo. La dictadura lo intentó de diversas maneras. Ésta fue una de ellas.
La intentona, porque no pasó de eso, consistió en promocionar el arte puro. Éste se quería desprendido de su entorno y Altamira rendía la excusa perfecta. La excusa de acuerdo con la visión reduccionista de sus promotores, cuando no simplista, que no entendiendo Altamira creían que era porque Altamira carecía de sentido.
El arte que interesaba promocionar a una dictadura con todos los puentes rotos, como la española, era así: pretendidamente descontextualizado.
Pero es lo que pasa, que el arte puro es en realidad el más ideologizado, o por mejor decir, el que peor ideología trasluce: la que oculta su contexto (aunque es precisamente haciendo el vacío que más claras quedan las cosas).
Así pues, poco se puede salvar, en mi opinión, de la Escuela de Altamira. La única vía de escape posible es abordar esta intentona franquista desde el vacío que instaló, es decir, abordarla desde, precisamente, su contexto, pero que yo sepa esta lectura está ausente en la exposición organizada por Lafuente.
Lafuente está desactivando los movimientos de vanguardia del siglo veinte. Quizá ya estuvieran ko y él lo que está haciendo es únicamente ocuparse de recoger los cascarones, como quien pasea por la playa buscando cascaritas de almeja para hacer collares de niño, o exposiciones. La crítica vertida en este párrafo, de todas formas, tiene más que ver con la concepción del museo como mausoleo que directamente con la labor de Lafuente, por mucho que Lafuente conecte con dicha concepción. Bueno es que al menos su labor despierte entre nosotros este debate, éste sí, actual.
Con esta exposición sobre la Escuela de Altamira, retomando el hilo, no es que Lafuente desactive lo bueno, como ocurre con otras de su cuño, es que reactiva lo malo. Esta exposición coge el cabo tendido por el franquismo. Suena duro, l osé, pero es como lo veo, lo siento. ¿Dónde está el aparato crítico? ¿Tan catetos somos que no merece la pena dedicarnos ese esfuerzo?
Pongo aquí el enlace a un estupendo artículo de Rafael Pérez Llano cuya lectura recomiendo vivamente en el que el autor ofrece la siguiente fotografía que no está incluida en la exposición de Lafuente:
La Escuela de Altamira sin embargo fue una iniciativa del poder. Aquí ya no hay visión favorable posible. El poder necesitaba incorporarse al mundo tras la derrota allende fronteras del fascismo. La dictadura lo intentó de diversas maneras. Ésta fue una de ellas.
La intentona, porque no pasó de eso, consistió en promocionar el arte puro. Éste se quería desprendido de su entorno y Altamira rendía la excusa perfecta. La excusa de acuerdo con la visión reduccionista de sus promotores, cuando no simplista, que no entendiendo Altamira creían que era porque Altamira carecía de sentido.
El arte que interesaba promocionar a una dictadura con todos los puentes rotos, como la española, era así: pretendidamente descontextualizado.
Pero es lo que pasa, que el arte puro es en realidad el más ideologizado, o por mejor decir, el que peor ideología trasluce: la que oculta su contexto (aunque es precisamente haciendo el vacío que más claras quedan las cosas).
Así pues, poco se puede salvar, en mi opinión, de la Escuela de Altamira. La única vía de escape posible es abordar esta intentona franquista desde el vacío que instaló, es decir, abordarla desde, precisamente, su contexto, pero que yo sepa esta lectura está ausente en la exposición organizada por Lafuente.
Lafuente está desactivando los movimientos de vanguardia del siglo veinte. Quizá ya estuvieran ko y él lo que está haciendo es únicamente ocuparse de recoger los cascarones, como quien pasea por la playa buscando cascaritas de almeja para hacer collares de niño, o exposiciones. La crítica vertida en este párrafo, de todas formas, tiene más que ver con la concepción del museo como mausoleo que directamente con la labor de Lafuente, por mucho que Lafuente conecte con dicha concepción. Bueno es que al menos su labor despierte entre nosotros este debate, éste sí, actual.
Con esta exposición sobre la Escuela de Altamira, retomando el hilo, no es que Lafuente desactive lo bueno, como ocurre con otras de su cuño, es que reactiva lo malo. Esta exposición coge el cabo tendido por el franquismo. Suena duro, l osé, pero es como lo veo, lo siento. ¿Dónde está el aparato crítico? ¿Tan catetos somos que no merece la pena dedicarnos ese esfuerzo?
Pongo aquí el enlace a un estupendo artículo de Rafael Pérez Llano cuya lectura recomiendo vivamente en el que el autor ofrece la siguiente fotografía que no está incluida en la exposición de Lafuente:
Sí, son ellos.
Diendo de crániu
Ha apaicíu un muñecu empleáu ena Escuela d´Eermeras pa prauticar partos. Es de los años vinti. El muñecu trai de compañu una pelvis de verdá, de güesu, quiero dicir, la pelvis de un calabri.
Puei qu´el muñecu sea de primer generación. De ser asina sedría el terceru que se cunoz nel mundu.
Díjomelo una matrona: "fíjate, tiene hasta fontanela". Cutu y, coile, apercibo una güelga nel crániu.
Doime cunta entós de que hay un crániu de ricién nacíu trela tela, dientru.
Dientru´ el muñecu empleáu pa prauticar partos.
Puei qu´el muñecu sea de primer generación. De ser asina sedría el terceru que se cunoz nel mundu.
Díjomelo una matrona: "fíjate, tiene hasta fontanela". Cutu y, coile, apercibo una güelga nel crániu.
Doime cunta entós de que hay un crániu de ricién nacíu trela tela, dientru.
Dientru´ el muñecu empleáu pa prauticar partos.
jueves, 27 de agosto de 2015
"Atropando recuerdos" del campurriano Nicanor Gutiérrez Lozano (Librucos, 2010), notas, 1
- "Había en Campoo la costumbre de ir en el mes de noviembre a la Montaña (sic), principalmente por la zona de Cabuérniga, con carros de patatas para cambiarlas por maíz, a dos tantos por tanto, esto significaba que por dos cestos de patatas te daban uno de maíz, si es que en el trato no se llegaba a otro acuerdo. (...) Pero dentro de este comercio también entraba la fruta, claro que había que pagarla más cara, generalmente tres tantos por uno, y alguna alubia, golosina que aquí no había forma de conseguir". (59-60)
En la actualidad Cabuérniga está tomada por la hierba. Preguntado un tío mío por el pueblo de Saja, confirma que se tenía por un vergel. Había de todo, sobre todo frutales. La alubia cabuérniga era el fisán. Lo digo en pasado porque no conozco a nadie que la cultive. ¿Está el fisán extinto?
- "Los hombres usaban pantalones de pana, también llamados bragas (...) con muchos zurcidos, pues en Campoo no había costumbre de implantar grandes remiendos como hacían en la Montaña, las clásicas remontas." (93)
- "Si había ovejas en la casa llevaría un jersey de cuello alto, abierto por delante, los días más crudos, y hasta el gambitu, una especie de bufanda." (94)
No he visto nunca un gambitu, aunque es una pieza que me parece podría tener una buena traducción contemporánea.
- "Aunque también encontramos otras piezas en las que el hilo es una mezcla de lana y lino, se llamaba la Blanquilla (sic), resultaban unas telas más dúctiles, y hubo un tiempo que su venta supuso unos ingresos muy saneados dada la fama que adquirió como producto típico de nuestra tierra". (61)
No conozco esta tela, pero me parece que podría tener buena salida comercial hoy en día.
- "Las semillas (del lino) se guardaban para poder plantarlas al año siguiente, pero de ellas también se obtenía aceite de linaza, muy usado como barniz en las maderas interiores de la casa". (62)
En la actualidad Cabuérniga está tomada por la hierba. Preguntado un tío mío por el pueblo de Saja, confirma que se tenía por un vergel. Había de todo, sobre todo frutales. La alubia cabuérniga era el fisán. Lo digo en pasado porque no conozco a nadie que la cultive. ¿Está el fisán extinto?
- "Los hombres usaban pantalones de pana, también llamados bragas (...) con muchos zurcidos, pues en Campoo no había costumbre de implantar grandes remiendos como hacían en la Montaña, las clásicas remontas." (93)
- "Si había ovejas en la casa llevaría un jersey de cuello alto, abierto por delante, los días más crudos, y hasta el gambitu, una especie de bufanda." (94)
No he visto nunca un gambitu, aunque es una pieza que me parece podría tener una buena traducción contemporánea.
- "Aunque también encontramos otras piezas en las que el hilo es una mezcla de lana y lino, se llamaba la Blanquilla (sic), resultaban unas telas más dúctiles, y hubo un tiempo que su venta supuso unos ingresos muy saneados dada la fama que adquirió como producto típico de nuestra tierra". (61)
No conozco esta tela, pero me parece que podría tener buena salida comercial hoy en día.
- "Las semillas (del lino) se guardaban para poder plantarlas al año siguiente, pero de ellas también se obtenía aceite de linaza, muy usado como barniz en las maderas interiores de la casa". (62)
miércoles, 26 de agosto de 2015
Descripciones (traje masculino y femenino, cocina y portal, etc.) tomadas de la novela "El Tesoro" de Cubría (1952, oriente de Cantabria)
Traje femenino
"Se trata de Narda (...) mujer de más de sesenta años, vestida de percal negro, delantal gris oscuro y a la cabeza un pañuelo color nogal con franja floreada". (21-22)
Traje masculino
Un traje muy usado, de paño oscuro, suelto el chaleco, y una camisa gris formaban su indumentaria, sin olvidar que su cabeza blanquecina ostentaba a modo cuasi de solideo una insignificante boinilla. Mi aldeano era así, la verdad, sin estridencias de tipismo en la indumentaria (...) y tal como era le pinto y de este modo cumplo mejor que desfigurándole". (14)
Traje de emigrante a EE.UU retornado
"Y volvió a las faenas del campo, acabando de destruir ciertas prendas de su indumentaria que en Los Lindes resultaban exóticas, como una gorruca estilo jokey, muy ceñida al cogote, unas camisas con bolsillos y unos zapatos de color llenos de punteados". (66)
Cocina
"En cuanto a la cocina en que se hallaba parecía responder igualmente a dos épocas, porque tenía retazos de antiguo y pujos de moderno. Era amplia, de suelo de losas, con fogón alto, de azulejos blancos y ancha campana por dosel; sus paredes, de color almazarrón, un tanto renegridas; una moderna mesa de pino a un lado, próxima a la ventana, y enfrente, un viejo banco con el asiento de una sola pieza, sólido, pesadote y negro por el humo y el tiempo; de una espetera colgaban diversos útiles y en un vasar con baldas cubiertas de papel picado estaba la loza, haciendo blanco contraste con el torno por demás sombrío de los otros enseres". (22)
Sala
"Estaban en una salita de casa de aldea. En medio, una pequeña mesa cubierta a la sazón por Cila con un mantel muy blanco. Junto a las paredes encaladas, hasta media docena de sillas de anea y una ancha cómoda adornada con un paño bordado en colores, con dos floreritos azules sobre él y detrás una especie de cromo hecho con sedas, extraordinaria obra de arte realizada por Cila allá en sus años escolares; colgaban también de la pared unos encastillados de retratos y postales, en donde aparecían niños en vestido de primera comunión, parejas de novios mirándose muy serios, hombres en pie con una mano sobre el respaldo de una butaca y la pierna derecha montando sobre la izquierda... Y en lugar preferente resaltaba en un testero el retrato de Luisa, hermana de Jaime, en vestido de novia, rodeada por tan amplia y vaporosa cola que parecía salir la retratada de la pella de una enorme coliflor". (25)
Portal
"Desde que - cruzando un corral con sendero de losas - se penetraba en el portalón de la casa, disfrutábase una curiosa mezcla de señorío anticuado y artesanado moderno: junto a un viejo banco, de respaldo blasonado, reposaba como gigante ortóptero del campo una máquina segadora. Picoteaban el suelo las gallinas, pendía de la techumbre un malvís enjaulado y volaron sobre el ancho patio unas palomas blancas. Y había al fondo del portal una ventana enrejada y sobre su alféizar un tiesto de geranios y una colodra". (59)
Puerta
"Pa que cante (como medida de seguridad) le tengo yo calzáu (el portón de casa)." (139)
Domingos femeninos
"En el corro de brisca que se formaba todos los domingos tras el rosario de prima tarde por las comadres más conspicuas, al cobijo de la gran higuera que sombrea el campizo común de una de las barriadas, se podía escuchar el resumen de impresiones que anidaban en la mente de este difícil y exigente público (...)" (77)
Descripción de interior de banco en Santander
"Y venga yo a pisculizar pa acá y pa allá lo que hacía la genti. Bía una mesona en metá con mucha escribanía y mucha mangu y señorones asentaus alreguedor hiciendo sus cuentas y liendo los papeles (...)" (140)
Descripción de sofá
"Y unos a moo de sillones bajucos, bajucos, que se iba pa atrás el cuerpo en ellos igual que si le jueran a afitar de rodillas o cosa semejanti. (...) Asiéntese allí, que le será más cómodo, y me señaló un sillón de aquellos. A él me juí, acucleme sobre el terciopelo y acabé esborregándome hasta allá atrás... ¡Jorcia, y qué guapamente se estaba!" (93)
"Se trata de Narda (...) mujer de más de sesenta años, vestida de percal negro, delantal gris oscuro y a la cabeza un pañuelo color nogal con franja floreada". (21-22)
Traje masculino
Un traje muy usado, de paño oscuro, suelto el chaleco, y una camisa gris formaban su indumentaria, sin olvidar que su cabeza blanquecina ostentaba a modo cuasi de solideo una insignificante boinilla. Mi aldeano era así, la verdad, sin estridencias de tipismo en la indumentaria (...) y tal como era le pinto y de este modo cumplo mejor que desfigurándole". (14)
Traje de emigrante a EE.UU retornado
"Y volvió a las faenas del campo, acabando de destruir ciertas prendas de su indumentaria que en Los Lindes resultaban exóticas, como una gorruca estilo jokey, muy ceñida al cogote, unas camisas con bolsillos y unos zapatos de color llenos de punteados". (66)
Cocina
"En cuanto a la cocina en que se hallaba parecía responder igualmente a dos épocas, porque tenía retazos de antiguo y pujos de moderno. Era amplia, de suelo de losas, con fogón alto, de azulejos blancos y ancha campana por dosel; sus paredes, de color almazarrón, un tanto renegridas; una moderna mesa de pino a un lado, próxima a la ventana, y enfrente, un viejo banco con el asiento de una sola pieza, sólido, pesadote y negro por el humo y el tiempo; de una espetera colgaban diversos útiles y en un vasar con baldas cubiertas de papel picado estaba la loza, haciendo blanco contraste con el torno por demás sombrío de los otros enseres". (22)
Sala
"Estaban en una salita de casa de aldea. En medio, una pequeña mesa cubierta a la sazón por Cila con un mantel muy blanco. Junto a las paredes encaladas, hasta media docena de sillas de anea y una ancha cómoda adornada con un paño bordado en colores, con dos floreritos azules sobre él y detrás una especie de cromo hecho con sedas, extraordinaria obra de arte realizada por Cila allá en sus años escolares; colgaban también de la pared unos encastillados de retratos y postales, en donde aparecían niños en vestido de primera comunión, parejas de novios mirándose muy serios, hombres en pie con una mano sobre el respaldo de una butaca y la pierna derecha montando sobre la izquierda... Y en lugar preferente resaltaba en un testero el retrato de Luisa, hermana de Jaime, en vestido de novia, rodeada por tan amplia y vaporosa cola que parecía salir la retratada de la pella de una enorme coliflor". (25)
Portal
"Desde que - cruzando un corral con sendero de losas - se penetraba en el portalón de la casa, disfrutábase una curiosa mezcla de señorío anticuado y artesanado moderno: junto a un viejo banco, de respaldo blasonado, reposaba como gigante ortóptero del campo una máquina segadora. Picoteaban el suelo las gallinas, pendía de la techumbre un malvís enjaulado y volaron sobre el ancho patio unas palomas blancas. Y había al fondo del portal una ventana enrejada y sobre su alféizar un tiesto de geranios y una colodra". (59)
Puerta
"Pa que cante (como medida de seguridad) le tengo yo calzáu (el portón de casa)." (139)
Domingos femeninos
"En el corro de brisca que se formaba todos los domingos tras el rosario de prima tarde por las comadres más conspicuas, al cobijo de la gran higuera que sombrea el campizo común de una de las barriadas, se podía escuchar el resumen de impresiones que anidaban en la mente de este difícil y exigente público (...)" (77)
Descripción de interior de banco en Santander
"Y venga yo a pisculizar pa acá y pa allá lo que hacía la genti. Bía una mesona en metá con mucha escribanía y mucha mangu y señorones asentaus alreguedor hiciendo sus cuentas y liendo los papeles (...)" (140)
Descripción de sofá
"Y unos a moo de sillones bajucos, bajucos, que se iba pa atrás el cuerpo en ellos igual que si le jueran a afitar de rodillas o cosa semejanti. (...) Asiéntese allí, que le será más cómodo, y me señaló un sillón de aquellos. A él me juí, acucleme sobre el terciopelo y acabé esborregándome hasta allá atrás... ¡Jorcia, y qué guapamente se estaba!" (93)
lunes, 24 de agosto de 2015
Vocabulario tomado de la novela "El Tesoro" de Francisco Cubría (años cincuenta, oriente cántabro)
Sustantivos
- Alifante: elefante (24)
- Alreguedores / Alreguedor: alrededores / alrededor (66)
- Altibajes: altibajos (14)
- Artefautu: artefacto (18)
- Ceudá: ciudad (17)
- Chiclán: chaval (68)
- Custión: cuestión (133)
- Estrellas de rabo: estrellas fugaces (18)
- Gentis: se emplea como interjección al estilo de "¡chavales!" de Frank de la Jungla (no, no soy fan) (116)
- Herbalatos: malas hierbas (71)
- Iciones: acciones (26)
- Inca: ahínco (96)
- Itimeneji: tejemaneje (139)
- Junción: función (134)
- Leis: leyes (133)
- Morios: muros en esta novela no necesariamente de piedra en seco (81)
- Ñudo: nudo (66)
- Pomisas: pavesas (en Cabuérniga puvisas) (18)
- Regudeña: dudo si significa "trampa, ardid" o si "contrapartida, condición" (122)
- Ripiangos: tierras de mala calidad (141)
- Trubón: turbión (16)
Verbos
- Acanzar: alcanzar (95)
- Diendo / Dijendo: yendo (139) / diciendo (114)
- Duelga: duela (16)
- Empriestar / Empriestáu: prestar (131) / prestado (132)
- Hiciendo: haciendo (54)
- Juá / Estuviá / Ni siquiá: fuera (39) / estuviera (114) / ni siquiera (68) Esta conjugación tan rara (para mí y temo que para el común de los mortales porque se me hace muy antigua) la emplea Juan Sierrapando para Cabuérniga, pero en Cabuérniga aseguran que nunca la han empleado, por lo que quizá sea antigua oriental traída a Cabuérniga por Sierrapando por motivos literarios.
- Oyí / Ois: oí (68) / oye tú (81)
- Percupó: preocupó (17)
- Pinalas: estirar la pata (69)
- Pisculizar: investigar (80)
- Puéin: pueden (78)
- Urniar: el ruido que hacen los cerdos (139)
- "Vo a dejar pocu": Voy a dejar poco (interesante esa construcción "vo a") (141)
Adjetivos
- Alvergonzáu: avergonzado (me recuerda a "alverbiu", "alvertir", etc.) (68)
- Encultu: inculto (40)
- Malencónicu: melancólico (68)
- Raposiegas: silvestres (referido en la novela a "hierbecitas") (59)
- Rejendíu: resquebrajado (en Cabuérniga sería rejindíu) (14)
- Sustifautu: estupefacto (también en Cabuérniga) (143)
Otros
- Abora: ahora (empleado en la novela de continuo) (39)
- Ái: ahí (de continuo)
- Angunu: alguno (40)
- Cambeáu / Cambearía / Cambeo: cambiado / cambiaría (14) / cambio (144)
- Diquiá: de aquí a (diquiá ocho días) (94)
- ¡Ho... pa!: ¡hip! (hipo) (123)
- Inclusen: incluso (68)
- Máisime: máxime (54)
- Mientres: mientras (55)
- Quizaes: quizás (67)
Expresiones
- ¡Ay, qué jorcia!: ¡ay, qué lío, qué movidón! (18)
- Como cabido en un matorro: indistinto (122)
- Mucha ruido y poca cocidu: mucho ruido y pocas nueces (139)
- Quedarse a ruchi: con una mano delante y otra detrás (131)
Neutro de materia
- Mucha azadazu: mucho azadazo (77)
- Mucha esparajismo: mucho aspaviento (71)
- Mucha gentíu: mucha gente (134)
- Mucha tiempo: mucho tiempo (40)
Construcciones verbales interesantes
- Tous los veranos subía a en cá Ginio a velas (133)
- Ás ampare Dios: ¿Nos ampare Dios? (en varias ocasiones) (71)
- Le hai quedáu agradecida / Ya le hai dicho: le he quedado agradecida (81) / ya le he dicho (68)
- Alifante: elefante (24)
- Alreguedores / Alreguedor: alrededores / alrededor (66)
- Altibajes: altibajos (14)
- Artefautu: artefacto (18)
- Ceudá: ciudad (17)
- Chiclán: chaval (68)
- Custión: cuestión (133)
- Estrellas de rabo: estrellas fugaces (18)
- Gentis: se emplea como interjección al estilo de "¡chavales!" de Frank de la Jungla (no, no soy fan) (116)
- Herbalatos: malas hierbas (71)
- Iciones: acciones (26)
- Inca: ahínco (96)
- Itimeneji: tejemaneje (139)
- Junción: función (134)
- Leis: leyes (133)
- Morios: muros en esta novela no necesariamente de piedra en seco (81)
- Ñudo: nudo (66)
- Pomisas: pavesas (en Cabuérniga puvisas) (18)
- Regudeña: dudo si significa "trampa, ardid" o si "contrapartida, condición" (122)
- Ripiangos: tierras de mala calidad (141)
- Trubón: turbión (16)
Verbos
- Acanzar: alcanzar (95)
- Diendo / Dijendo: yendo (139) / diciendo (114)
- Duelga: duela (16)
- Empriestar / Empriestáu: prestar (131) / prestado (132)
- Hiciendo: haciendo (54)
- Juá / Estuviá / Ni siquiá: fuera (39) / estuviera (114) / ni siquiera (68) Esta conjugación tan rara (para mí y temo que para el común de los mortales porque se me hace muy antigua) la emplea Juan Sierrapando para Cabuérniga, pero en Cabuérniga aseguran que nunca la han empleado, por lo que quizá sea antigua oriental traída a Cabuérniga por Sierrapando por motivos literarios.
- Oyí / Ois: oí (68) / oye tú (81)
- Percupó: preocupó (17)
- Pinalas: estirar la pata (69)
- Pisculizar: investigar (80)
- Puéin: pueden (78)
- Urniar: el ruido que hacen los cerdos (139)
- "Vo a dejar pocu": Voy a dejar poco (interesante esa construcción "vo a") (141)
Adjetivos
- Alvergonzáu: avergonzado (me recuerda a "alverbiu", "alvertir", etc.) (68)
- Encultu: inculto (40)
- Malencónicu: melancólico (68)
- Raposiegas: silvestres (referido en la novela a "hierbecitas") (59)
- Rejendíu: resquebrajado (en Cabuérniga sería rejindíu) (14)
- Sustifautu: estupefacto (también en Cabuérniga) (143)
Otros
- Abora: ahora (empleado en la novela de continuo) (39)
- Ái: ahí (de continuo)
- Angunu: alguno (40)
- Cambeáu / Cambearía / Cambeo: cambiado / cambiaría (14) / cambio (144)
- Diquiá: de aquí a (diquiá ocho días) (94)
- ¡Ho... pa!: ¡hip! (hipo) (123)
- Inclusen: incluso (68)
- Máisime: máxime (54)
- Mientres: mientras (55)
- Quizaes: quizás (67)
Expresiones
- ¡Ay, qué jorcia!: ¡ay, qué lío, qué movidón! (18)
- Como cabido en un matorro: indistinto (122)
- Mucha ruido y poca cocidu: mucho ruido y pocas nueces (139)
- Quedarse a ruchi: con una mano delante y otra detrás (131)
Neutro de materia
- Mucha azadazu: mucho azadazo (77)
- Mucha esparajismo: mucho aspaviento (71)
- Mucha gentíu: mucha gente (134)
- Mucha tiempo: mucho tiempo (40)
Construcciones verbales interesantes
- Tous los veranos subía a en cá Ginio a velas (133)
- Ás ampare Dios: ¿Nos ampare Dios? (en varias ocasiones) (71)
- Le hai quedáu agradecida / Ya le hai dicho: le he quedado agradecida (81) / ya le he dicho (68)
viernes, 21 de agosto de 2015
13:14 h. (v.2)
El paisanu vistíu con fatu d´eermeru
chumpa cubiciosu un jumarru
ena puerta trasera del pabellón diciséis
una puerta cripía d´aráu
floricíu.
Amagóstasi´l pitu
y lu tira
al suelu aparbaláu
de risclavis de chiclis
y floris.
Derréu un miruellu
ajallando qué cumer.
El miruellu
apaña la culilla
y vuela
estaramengándosi contra la cristalera
caendo al suelu
enti floris
y risclavis de chiclis.
L´eermeru créi que acá
arrodiáu d´aráu
no si li véi
lo quier creer porque acá nu puei jumar
pero yo véolu
a pesar de la escuridá
que lu arrodia.
L´eermeru amira y ticha
y güelvi a los adientros del pabellón.
El picu coloráu
del miruellu
las últimas bocáas
el jumarru encesu
que alampa
el miruellu
enti los risclavis de chiclis
y las floris amortugáas.
chumpa cubiciosu un jumarru
ena puerta trasera del pabellón diciséis
una puerta cripía d´aráu
floricíu.
Amagóstasi´l pitu
y lu tira
al suelu aparbaláu
de risclavis de chiclis
y floris.
Derréu un miruellu
ajallando qué cumer.
El miruellu
apaña la culilla
y vuela
estaramengándosi contra la cristalera
caendo al suelu
enti floris
y risclavis de chiclis.
L´eermeru créi que acá
arrodiáu d´aráu
no si li véi
lo quier creer porque acá nu puei jumar
pero yo véolu
a pesar de la escuridá
que lu arrodia.
L´eermeru amira y ticha
y güelvi a los adientros del pabellón.
El picu coloráu
del miruellu
las últimas bocáas
el jumarru encesu
que alampa
el miruellu
enti los risclavis de chiclis
y las floris amortugáas.
Lebaniegos lamber y zapar, carmuniegos alberu y carrera, bastianos banzorru y corru, y última publicación de López Vaqué
(1)
Al menos en Liébana se distingue entre lamber y zapar. El ejemplo que a mí me pusieron es cuando un gato se lame para acicalarse.
En asturiano también existe zapar: "Llamber, pasar la llingua per [daqué o daquién]." Pero en Liébana no se toman como sinónimos. Un verbo sirve para una cosa y el otro para otra distinta. Yo no soy capaz de distinguirlos. Se me hace que zapar es más cuando se lame con la lengua ostensiblemente fuera y de forma repetida, pero no lo puedo afirmar. ¿Estaremos ante un caso de antigua diglosia entre una lengua desaparecida (zapar) y otra en vías de hacer lo propio (lamber)?
(2)
Los espacios que hay entre los dientes del rastrillo (los pinos del rastillu) se llaman en Carmona alberos (alberu en singular).
(3)
Ediciones Tantín ha sacado una selección de etimologías de vocabulario cántabro propuestas por López Vaqué, aquí. Recomendable.
(4)
A las filas de grano que discurren todo a lo largo de la mazorca se las llama en Carmona carreras (carrera en singular).
Las carreras de las panojas autóctonas de Carmona o carmuniegas son muy derechas porque los vecinos las seleccionaban así, rectas, a posta.
(5)
En Garabandal banzorru al que está repantingado con la tripa al aire.
En Garabandal las malas hierbas nacen en corros (singular corru).
Al menos en Liébana se distingue entre lamber y zapar. El ejemplo que a mí me pusieron es cuando un gato se lame para acicalarse.
En asturiano también existe zapar: "Llamber, pasar la llingua per [daqué o daquién]." Pero en Liébana no se toman como sinónimos. Un verbo sirve para una cosa y el otro para otra distinta. Yo no soy capaz de distinguirlos. Se me hace que zapar es más cuando se lame con la lengua ostensiblemente fuera y de forma repetida, pero no lo puedo afirmar. ¿Estaremos ante un caso de antigua diglosia entre una lengua desaparecida (zapar) y otra en vías de hacer lo propio (lamber)?
(2)
Los espacios que hay entre los dientes del rastrillo (los pinos del rastillu) se llaman en Carmona alberos (alberu en singular).
(3)
Ediciones Tantín ha sacado una selección de etimologías de vocabulario cántabro propuestas por López Vaqué, aquí. Recomendable.
(4)
A las filas de grano que discurren todo a lo largo de la mazorca se las llama en Carmona carreras (carrera en singular).
Las carreras de las panojas autóctonas de Carmona o carmuniegas son muy derechas porque los vecinos las seleccionaban así, rectas, a posta.
(5)
En Garabandal banzorru al que está repantingado con la tripa al aire.
En Garabandal las malas hierbas nacen en corros (singular corru).
Su corazón
Mircea Eliade defiende la existencia de una mitología primigenia asociada a la bóveda celeste. De estos mitos fundacionales solo quedan vagos testimonios en culturas remotas (desde una perspectiva eurocentrista). Se caracterizan estos mitos por su distanciamiento.
En Cantabria Manuel Llano recoge varias "noticias" de los últimos seres mitológicos de nuestros valles: la última anjana, el último ojáncanu (lo vio mi abuelo caminando rojo como un ascua por la mies nevada...) Tengo recogidos todos estos textos para intentar sistematizarlos de alguna manera, cuando tenga ocasión.
En Cantabria ya apenas quedan los límites invisibles entre las cosas de antaño. Donde antes había líneas imaginarias entre las jazas de las mieses marcadas por jisos o entre las suertes de las praerias trazadas por ramas hincadas, hoy hay morios.
Mi tío Camilín el otro día le decía a mi madre de una jaza de la familia en una mies: "hay que cerrala, hay que cerrala".
Ahí está la quiebra, en la cerrazón de mi tío, que seguramente la heredó de mi abuelo, que era una persona triste, ahí, en la necesidad de cerrar, ahí la frontera en la que caen abatidos los ojáncanos, las anjanas acribillados por las balas del individualismo.
Leí el otro día no sé dónde que las esclavitudes con éxito son aquéllas que logran hacer olvidar la relación entre los afectos tristes de la esclavitud y la conciencia de ser esclavo.
Mi abuelo, uno de los primeros que se sintió solo, uno de los primeros individualistas, uno de los que primero apretó el gatillo.
En Cantabria Manuel Llano recoge varias "noticias" de los últimos seres mitológicos de nuestros valles: la última anjana, el último ojáncanu (lo vio mi abuelo caminando rojo como un ascua por la mies nevada...) Tengo recogidos todos estos textos para intentar sistematizarlos de alguna manera, cuando tenga ocasión.
En Cantabria ya apenas quedan los límites invisibles entre las cosas de antaño. Donde antes había líneas imaginarias entre las jazas de las mieses marcadas por jisos o entre las suertes de las praerias trazadas por ramas hincadas, hoy hay morios.
Mi tío Camilín el otro día le decía a mi madre de una jaza de la familia en una mies: "hay que cerrala, hay que cerrala".
Ahí está la quiebra, en la cerrazón de mi tío, que seguramente la heredó de mi abuelo, que era una persona triste, ahí, en la necesidad de cerrar, ahí la frontera en la que caen abatidos los ojáncanos, las anjanas acribillados por las balas del individualismo.
Leí el otro día no sé dónde que las esclavitudes con éxito son aquéllas que logran hacer olvidar la relación entre los afectos tristes de la esclavitud y la conciencia de ser esclavo.
Mi abuelo, uno de los primeros que se sintió solo, uno de los primeros individualistas, uno de los que primero apretó el gatillo.
Somos el futuro de aquellos que lo programaron en los años de dictadura, y siguen en ello
"Para dotarse de una política cultural eficiente debería aprovecharse que Santander / Cantabria no es un territorio donde se dan disputas ancestrales sobre la identidad de su cultura, bien por cómo debe ser expresada o bien qué idioma o qué valores debe reflejar. Esta ventaja nada despreciable permite afirmar con mayor fuerza un concepto de la cultura en la que el ser humano se propone a través de sus múltiples expresiones una experiencia insólita, un placer, una emancipación, una apertura hacia los demás".
Tomado de "La democracia cultural", tribuna libre firmado por José Luis Gómez Llanos, que se dice sociólogo, publicado hoy por EDM.
El párrafo seleccionado es una buena síntesis de todo lo nefasto que nos pasa.
No hay ni por dónde meterle mano.
Tomado de "La democracia cultural", tribuna libre firmado por José Luis Gómez Llanos, que se dice sociólogo, publicado hoy por EDM.
El párrafo seleccionado es una buena síntesis de todo lo nefasto que nos pasa.
No hay ni por dónde meterle mano.
martes, 18 de agosto de 2015
¡Casa! (v4)
Ahier pola nochi, en tomando una cerveza onde la carpa la comisión, veemos que vien el vicinu de barriu secu, que otros dicin ríu secu, en Carasa, que anantis bía soltáu a la gata negra dende´l estarimbel ircíu ena praza´l pueblu, tóu vistíu de fatu y corbata, y a la muestra prigunta respuendi que no, que es un gatu machu y que tira siempre cara casa, que ni pal monti ni pa la mies.
Y que está enfermu.
- ¿El gatu, y de qué?
Entós amíramos conos ojos combláos de glárimas.
Y surdi d´ente las sombras qu´estican contra´l suelu las riestras aérias de bumbillas una cría:
- ¿El gatu, güelu?
Raquel y yo mos quedamos gutos y mos alcordamos ensembri de una conversación que bíamos sintíu a la mañana en un bar de Laredu:
- Paez que lluevi - él.
- Lluevi cumu lloran los mís ojos cuando no te véin - repulisca por demás, ella, pero cona cara encesa, pa compensar.
Él bebi y diz dispués de un ratu que se mos jaz a toos eternu que tien un glarimal cerráu, cumu si juera daque corrutu, un glarimal cerráu, asina cumu quin nu quier la cosa, inorando a la chica. Ella, que se véi llevaba ganas de jaceli saber qu´está por él, nu es pa tornar un par de glárimas que li españan a la cara.
- ¿Ó está´l gatu, güelu?
Él li apurri la mano
qu´ella toma
y van los dos
la ñeta y el vicinu
de fatu y corbata
trel gatu
a casa.
Y que está enfermu.
- ¿El gatu, y de qué?
Entós amíramos conos ojos combláos de glárimas.
Y surdi d´ente las sombras qu´estican contra´l suelu las riestras aérias de bumbillas una cría:
- ¿El gatu, güelu?
Raquel y yo mos quedamos gutos y mos alcordamos ensembri de una conversación que bíamos sintíu a la mañana en un bar de Laredu:
- Paez que lluevi - él.
- Lluevi cumu lloran los mís ojos cuando no te véin - repulisca por demás, ella, pero cona cara encesa, pa compensar.
Él bebi y diz dispués de un ratu que se mos jaz a toos eternu que tien un glarimal cerráu, cumu si juera daque corrutu, un glarimal cerráu, asina cumu quin nu quier la cosa, inorando a la chica. Ella, que se véi llevaba ganas de jaceli saber qu´está por él, nu es pa tornar un par de glárimas que li españan a la cara.
- ¿Ó está´l gatu, güelu?
Él li apurri la mano
qu´ella toma
y van los dos
la ñeta y el vicinu
de fatu y corbata
trel gatu
a casa.
viernes, 14 de agosto de 2015
Mimorias / De memoria
Al ser de día, en saliendo de casa, alcontré un monti nuevu por cima de jerra gándara que al principiu bíame apaicíu un nubláu.
De críu, jaz trinta años o asina, cudo que lluvía más.
*
Esta mañana al salir a la calle vi una montaña nueva por encima de sierra gándara que al principio me había parecido una nube.
De niño, hace treinta años o así, yo creo que llovía más.
De críu, jaz trinta años o asina, cudo que lluvía más.
*
Esta mañana al salir a la calle vi una montaña nueva por encima de sierra gándara que al principio me había parecido una nube.
De niño, hace treinta años o así, yo creo que llovía más.
jueves, 13 de agosto de 2015
Conversaciones de ascensor
A veces cojo el nuevo ascensor de la calle Alta con una chica así como de mi edad que siempre va con prisa.
Hoy también.
Como yo.
Pero hoy ella iba con un chico.
Iban discutiendo.
- Pues compra perchas.
- Que ya te he dicho que no tengo dinero.
Me he imaginado que son sus primeros días juntos.
Que él se ha ido a casa de ella, una casa pequeña, como la nuestra.
Me he imaginado que el chico está en el paro.
Me he imaginado que a día 15 con una mudanza de por medio, por mucho que le hayan echado un cable sus amigos, ya no le queda dinero de la paga.
Me he imaginado su situación y se me han puesto los pelos de punta.
Ha llegado el ascensor arriba y la chica ha salido disparada.
El chico detrás arrastrando las playeras.
Cuando ya la chica le sacaba un buen trecho el chico ha gritado:
- ¡Espera un poco, ¿no?!
- ¡No puedo! - contesta ella.
Y ha seguido.
Yo, que también voy con prisa, me he puesto a caminar a la altura del chico hasta que salimos de la plaza donde muere el ascensor y entonces sí, aprieto, que además vienen nubes malas.
Lo bueno de vivir al norte es que el mar te deja ver a lo lejos.
Hoy también.
Como yo.
Pero hoy ella iba con un chico.
Iban discutiendo.
- Pues compra perchas.
- Que ya te he dicho que no tengo dinero.
Me he imaginado que son sus primeros días juntos.
Que él se ha ido a casa de ella, una casa pequeña, como la nuestra.
Me he imaginado que el chico está en el paro.
Me he imaginado que a día 15 con una mudanza de por medio, por mucho que le hayan echado un cable sus amigos, ya no le queda dinero de la paga.
Me he imaginado su situación y se me han puesto los pelos de punta.
Ha llegado el ascensor arriba y la chica ha salido disparada.
El chico detrás arrastrando las playeras.
Cuando ya la chica le sacaba un buen trecho el chico ha gritado:
- ¡Espera un poco, ¿no?!
- ¡No puedo! - contesta ella.
Y ha seguido.
Yo, que también voy con prisa, me he puesto a caminar a la altura del chico hasta que salimos de la plaza donde muere el ascensor y entonces sí, aprieto, que además vienen nubes malas.
Lo bueno de vivir al norte es que el mar te deja ver a lo lejos.
miércoles, 12 de agosto de 2015
La destrucción de occidente, 6
Un señor con un mono azul impoluto de jarras a la puerta de un taller mecánico vacío, enorme y vacío.
martes, 11 de agosto de 2015
Expo Escuela Altamira
Acabo de recibir invitación para la inauguración de la exposición "En torno a Escuela de Altamira" (sic) en el Palacete del Embarcadero detrás de la cual está el Archivo Lafuente, la Autoridad Portuaria, el Reina Sofía, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y la UIMP.
En el 2010 montó la misma exposición Giuliano en el Museo de Altamira, aquí.
Lo nunca visto.
En el 2010 montó la misma exposición Giuliano en el Museo de Altamira, aquí.
Lo nunca visto.
La destrucción de occidente, 5
Una mujer diciendo a otra mientras entraban las dos al hospital: "que le picó una víbora y que no, que era un cobra".
La destrucción de occidente, 4
Una chica mona con gafas de sol de espejo mirándose en los cristales de espejo de un bajo comercial de Santander.
La destrucción de occidente, 3
Una señora con un perro en brazos temblando los dos. Un chico joven chuleándole dinero. Yo asomado a la ventana. Ella le dice: "mira, mira cómo tiembla, hasta mi perro tiene miedo".
Evita decir "te tiene miedo" por miedo.
Me doy cuenta que, según aprendí de crío, una frase del tipo "el niño y la niña" concuerda en masculino, por ejemplo "riendo los dos" no "riendo las dos". De hecho, el masculino debe ir antes que el femenino: el niño delante y la niña detrás. En la frase "una señora y un perro" primero debe ir el ser humano y después el ser irracional, pero la concordancia (en masculino) la marca el perro frente a la señora.
Evita decir "te tiene miedo" por miedo.
Me doy cuenta que, según aprendí de crío, una frase del tipo "el niño y la niña" concuerda en masculino, por ejemplo "riendo los dos" no "riendo las dos". De hecho, el masculino debe ir antes que el femenino: el niño delante y la niña detrás. En la frase "una señora y un perro" primero debe ir el ser humano y después el ser irracional, pero la concordancia (en masculino) la marca el perro frente a la señora.
lunes, 10 de agosto de 2015
Atigüenas
Me cuenta mi tío Camilín que cuando era crío en San Sebastián de Garabandal le mandaban ir a cuidar los panales, labor que consistía básicamente en evitar que las abejas los abandonaran.
Cuenta que en cuanto veía asomar una, del miedo a que escaparan todas, se ponía a golpear dos tejas como loco.
Cuenta mi tía Geniuca que antiguamente se decía mientras se golpeaban dos piedras: "atigüenas, atigüenas, atigüenas las mis colmenas". Era para recuperar los enjambres perdidos, para pastorearlos, para "escurrilos" hasta las colmenas. Dice también que a lo mejor se le ha olvidado alguna palabra antes de "las mis colmenas", quizá "apillar" o algo similar, pero cree que no, que está bien como lo recuerda. Preguntada por si no sería "aquí güenas" responde que no, que era "atigüenas".
Al enjambre se le dice ensambre, a la abeja mosca de la miel y duju al panal hecho de un tronco hueco.
Cuenta que en cuanto veía asomar una, del miedo a que escaparan todas, se ponía a golpear dos tejas como loco.
Cuenta mi tía Geniuca que antiguamente se decía mientras se golpeaban dos piedras: "atigüenas, atigüenas, atigüenas las mis colmenas". Era para recuperar los enjambres perdidos, para pastorearlos, para "escurrilos" hasta las colmenas. Dice también que a lo mejor se le ha olvidado alguna palabra antes de "las mis colmenas", quizá "apillar" o algo similar, pero cree que no, que está bien como lo recuerda. Preguntada por si no sería "aquí güenas" responde que no, que era "atigüenas".
Al enjambre se le dice ensambre, a la abeja mosca de la miel y duju al panal hecho de un tronco hueco.
viernes, 7 de agosto de 2015
El cuadro de Picasso, digo, el cuadro de Botín
Un buen abogado no solo sabe defender a su cliente sino también cómo atacar a su oponente, que no es lo mismo, y si es realmente bueno atacarle sin que se note pero asegurando que la víctima se de buena cuenta de ello.
Aquí comentaba lo bien que se revuelve el hermano de Botín a cuenta de un cuadro de Picasso que ya le han dicho por dos veces que no lo puede sacar de España y mucho menos vender, como parece que pretende, y aun así lo ha vuelto a intentar.
Si leéis con atención el texto remitido a El País por su abogado y, por cierto, publicado sin apenas edición y mucho menos réplica, se señala como quien no quiere la cosa, mirando para otro sitio, a la Secretaría de Estado de Cultura, que dirige el santanderino Lassalle.
Veréis cuánto tarda en recibir Lassalle un toque. Pero qué digo, no hace fala ni que le peguen un toque. Señalado por el abogado de Botín, Lassalle ya sabe lo que tiene que hacer. O qué no hacer.
Es probable que no veamos a la venta este cuadro a cuenta del escándalo, pero para próximas ocasiones, para otros cuadros o propiedades, dudo que el hermano de Botín se tope con tantos problemas.
No sé qué pasará con este cuadro, si acabará vendiéndose a la vista o no, si seguirá "en un barco de bandera inglesa dando vueltas por el mundo" o no, pero donde seguro que no lo veremos es en el Centro Botín.
Aquí comentaba lo bien que se revuelve el hermano de Botín a cuenta de un cuadro de Picasso que ya le han dicho por dos veces que no lo puede sacar de España y mucho menos vender, como parece que pretende, y aun así lo ha vuelto a intentar.
Si leéis con atención el texto remitido a El País por su abogado y, por cierto, publicado sin apenas edición y mucho menos réplica, se señala como quien no quiere la cosa, mirando para otro sitio, a la Secretaría de Estado de Cultura, que dirige el santanderino Lassalle.
Veréis cuánto tarda en recibir Lassalle un toque. Pero qué digo, no hace fala ni que le peguen un toque. Señalado por el abogado de Botín, Lassalle ya sabe lo que tiene que hacer. O qué no hacer.
Es probable que no veamos a la venta este cuadro a cuenta del escándalo, pero para próximas ocasiones, para otros cuadros o propiedades, dudo que el hermano de Botín se tope con tantos problemas.
No sé qué pasará con este cuadro, si acabará vendiéndose a la vista o no, si seguirá "en un barco de bandera inglesa dando vueltas por el mundo" o no, pero donde seguro que no lo veremos es en el Centro Botín.
La destrucción de occidente, 2
Me da mi tía Amaliuca un sobre con dinero por mi cumpleaños. Lleva escrito por fuera: "besitos".
La destrucción de occidente, 1
Veo a una señora ya mayor medio volcada en un contenedor de basura, rebuscando, y no saco una foto no porque no deba por respeto a la señora, me descubro, sino porque es una imagen ya muy vista.
jueves, 6 de agosto de 2015
Es lana, lana es
Leo en El País un reportaje dedicado a Escocia que dice lo siguiente: "No son como para bañarse (mejor dejarlo para las playas mediterráneas), pero sí para mojarse los pies. Y si nos ponemos muy exóticos, podemos intentar llegar a Harris, la joya más pintoresca de las islas Hébridas. Es conocida por su tweed, un tejido de lana de alta calidad que aún se elabora a mano en la isla y que da empleo a 400 tejedores (se pueden visitar algunos talleres)."
Pongo a continuación foto de Carmona tomada de una antigua revista a la venta en internet:
La de Carmona es la de arriba. Si pulsáis sobre la imagen se amplía. En un correor se aprecia lana al sol. La lana, las ovejas, todo su potencial económico, no nos es ajeno.
Pongo a continuación foto de Carmona tomada de una antigua revista a la venta en internet:
La de Carmona es la de arriba. Si pulsáis sobre la imagen se amplía. En un correor se aprecia lana al sol. La lana, las ovejas, todo su potencial económico, no nos es ajeno.
Traje femenino del s. XVI cántabro
La Biblioteca Nacional está escaneando imágenes y volcándolas en internet aquí.
Traje femenino del s. XVI de Cantabria, aquí.
Primera duda: En País Vasco a estos tocados los consideran propios. ¿Son también cántabros, o solo son cántabros y los vascos se lo han apropiado por aquello de que a parte de Cantabria, la zona oriental, se la consideró por mucho tiempo vizcaína?
Segunda duda: Los vascos consideran a este tocado tradicional. ¿Es su concepto "tradicional" más amplio, más abarcador que el nuestro? Si es que sí, ¿por qué? ¿Porque el nuestro es muy restrictivo o porque el suyo es exagerado?
Yo no me atrevería a decir que un traje del s. XVI es tradicional. Realmente, no me atrevería a decir que ningún traje es tradicional. Lo que entiendo que entienden otros por tradicional es aquel traje del que queda testimonio oral, es decir, lo que pueden alcanzar a recordar los abuelos, o sea, finales del s. XVIII como fecha tope.
Traje femenino del s. XVI de Cantabria, aquí.
Primera duda: En País Vasco a estos tocados los consideran propios. ¿Son también cántabros, o solo son cántabros y los vascos se lo han apropiado por aquello de que a parte de Cantabria, la zona oriental, se la consideró por mucho tiempo vizcaína?
Segunda duda: Los vascos consideran a este tocado tradicional. ¿Es su concepto "tradicional" más amplio, más abarcador que el nuestro? Si es que sí, ¿por qué? ¿Porque el nuestro es muy restrictivo o porque el suyo es exagerado?
Yo no me atrevería a decir que un traje del s. XVI es tradicional. Realmente, no me atrevería a decir que ningún traje es tradicional. Lo que entiendo que entienden otros por tradicional es aquel traje del que queda testimonio oral, es decir, lo que pueden alcanzar a recordar los abuelos, o sea, finales del s. XVIII como fecha tope.
Vecindario tóxico
Por desgracia en Santander tenemos como vecinos a tipejos enredadores como éstos. Incluso hay quien los tiene que aguantar todos los días.
miércoles, 5 de agosto de 2015
Poema de cuando el paisaje no simboliza lo patrio, sino al individuo, que se integra en lo colectivo pero de otra manera, ignoro cuál (más de cien años después de la Generación del 98)
La ciruela que pende sola
de la rama alta
perdido el peso
del racimo
en el suelo,
ciruela madura
oscura
desapareciendo en la noche
que baja
y hace de ella
lo mismo
que todo.
de la rama alta
perdido el peso
del racimo
en el suelo,
ciruela madura
oscura
desapareciendo en la noche
que baja
y hace de ella
lo mismo
que todo.