En el Mercado de México de Santander el otro día tomando un café con Rafa, de Cappuccino Estudio de Comunicación, el camarero dijo tres veces "en cuanti" por "en cuanto".
El domingo tomando una caña al mediodía en un bar de la última transversal de Castilla / Hermida, también en Santander, una vecina empleó en varias ocasiones ese neutro de materia tan radical que es "mucha dinero" y "mucha tiempo".
En Santander todavía queda, mejor dicho, Santander todavía queda.
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