miércoles, 30 de junio de 2021

La mejor inversión

Y qué mejor destino 

para nuestra herencia

- años de cuidados

y aprendizaje -

que plantar cara

al abuso.

"Acurriar" e "inquirir"

"Entre las múltiples obligaciones de los pastores estaba el acurriar, que significa recoger todo el ganado, al anochecer, en torno a la cabaña, en el sel o punto donde duerme el ganado, generalmente entre acebos y escobas muy tupidas.

Los acebos de los seles, a fuerza de mordisquear sus hojas, han tomado la forma de auténticas paredes, de modo que a la escalle de ellos los animales se preservan del frío. Cuando los acebos tienen buena copa y están muy agrupados, van tomando la forma de chozas vegetales, dentro de las cuales, los días de mucha tormenta, los animales hacen frente a la intemperie.

El pastor y su seruján (ayudante y aprendiz) [en montañés es pastor más becerreru más sarruján] buscan por todos los rincones a los animales remolones y, a fuerza de chiflidos, perros, voces y juramentos, hacen juntarse a toda la vacada en torno a la lumbre de la cabaña. Las van contando, más por el nombre que por el número, y por el campano, pues la mayoría de los pastores eran analfabetos, hasta llegar a saber exactamente si todas las vacas estaban presentes. [...]

Al poco tiempo de nacer, la jata ya es bautizada, cosa que no se suele hacer con los machos, atendiendo a sus características o a nombres propios de la casa, que se van repitiendo en distintos animales a lo largo de los años. Habrá Galanas, Corzas, Majitas, Campas, etc., hasta el infinito.

No encontrarás dos campanos que suenen igual, a lo sumo serán parejos, o sea, que suplementarán su sonido. Los hay de todos tipos: desde pequeñas zumbas; los medianos, ya de mayor tamaño; los piquetes, con cierto porte; los caldereros, con un sonido muy desgarrado; hasta los de celemín, llamados así por caber dentro de ellos esta medida de grano, y, por tanto, de un tamaño más que regular. [...]

Consistía [inquirir] en, cuando había un poco de luz natural, volver a contar los animales que había en el sel, para comprobar si estaban todos, antes de darles vereda (zona donde iban a pasar el día pastando). [...]

[S]iempre había alguna lamerona que, aprovechando la noche, se ausentaba y había que traerla a mandamiento."

De Recuerdos de mi tierra campurriana (Cantabria Tradicional, 2000) de Nicanor Gutiérrez Lozano, pp. 91-95.

martes, 29 de junio de 2021

Antonio Lucio dimisión

El Director General de Biodiversidad, Medio Ambiente y Cambio Climático del Gobierno de Cantabria, Antonio Lucio (PRC), no encuentra momento para reunirse con los vecinos pero sí para irse de comida con los representantes de las empresas eólicas que pretenden arrasar nuestros montes y, por demás, sale ayer en los medios diciendo, no sabemos por boca de quién, que para la implantación de polígonos eólicos en Cantabria no hace falta cumplir con el Plan Regional de Ordenación del Territorio (PROT) porque, a mayores, no lo tenemos operativo, y no lo tenemos porque lo están minando desde su propia Consejería, por si acaso.

No sé si soy el primero en decirlo, pero seguro que no soy el último: ¡Antonio Lucio dimisión!

lunes, 28 de junio de 2021

Nosotros

El bosque de Atenas

es frondoso:

nosotros - las minorías

que llenamos

las noches de luna

llena - el claro.

"Esas montañas, nuestras montañas" de María Montesino

"Creo que parte de la solución probablemente pase por recuperar soberanía, por activar espacios públicos para el diálogo y también para los conflictos, no se pueden intentar tapar continuamente porque existen y es, precisamente ahí, desde donde pueden surgir soluciones y preguntas compartidas. Sin embargo, hoy todo parece estar por encima de nosotros, allá arriba, como los buitres: los polígonos eólicos, las grandes empresas que especulan, los políticos, los alcaldes caciques, los planes de desarrollo, las agendas, los pactos. Como si habláramos otro idioma que nunca llega a ser escuchado, entendido, sino que siempre se prejuzga y se ve como una amenaza. Y lo es en realidad, una amenaza a su poder, un intento de plantar cara al chantaje y a las redes clientelares, a las prácticas abusivas y extractivistas."

De "Esas montañas, nuestras montañas" de María Montesino, aquí.

La artesa y el día después de la boda

"Un campurriano, al día siguiente de su boda, cogía su hacha y su azuela de peto, esas de doble corte, y se marchaba al bosque para buscar un árbol con el diámetro preciso, entre ochenta y noventa centímetros, para hacer la artesa de amasar el pan.

Pensemos por un momento el trabajo que suponía tirar el árbol a golpe de hacha, luego labrarlo hasta dejar una especie de tablón de cuarenta centímetros de grueso, que luego se iba ahuecando a golpes de hacha y azuela, ya que el artilugio tenía que salir de una sola pieza, en una madera tan dura como es el roble.

No es que se llegase a terminar del todo en el monte, luego, ya en casa, sería pulida, abombando ligeramente el suelo, así como los dos extremos, que se dejaban más recios para evitar que al secarse la madera se agrietase.

Con los trozos grandes resultantes al efectuar el ahuecado se harían tajos y tajas para sentarse en torno a la lumbre. Las tajas eran, simplemente, unas maderas igualadas a hacha, con cuatro agujeros para insertar unos recios pinotes que le servían de patas, con una altura de treinta centímetros. Los tajos ya tenían más altura, sobre los cincuenta centímetros, cepilladas las maderas y con algún adorno adosado de otras maderas en forma de listones; las patas ya no eran de pinotes sino dos tablas cortadas en forma de uve por la parte inferior."

De Recuerdos de mi tierra campurriana (Cantabria Tradicional, 2000) de Nicanor Gutiérrez Lozano, p. 69.

domingo, 27 de junio de 2021

La cueva (una de las cuevas) de Las Torcas en Sopeña de Cabuérniga

Mi padre me contó de una cueva que a su vez mi abuelo materno le había contado que todos temían. Tenía un agujero por donde tiraban piedras. Estaba en Las Torcas, por donde La Pontaya, en el Saja. Fuimos a ver si la encontrábamos.

Es probable que sea aquí:


Pero tampoco es seguro. Cerca está lo que aparece en los mapas como "Hoyo Laso" (del latín LASSUS, lo cual quizá esté indicando su escasa profundidad) y el paraje de "Entrambascuevas" (que remite a dos cuevas por identificar).

No es fácil llegar a Las Torcas. Hay que cruzar el río a pie, no hay camino que acerque. A media ladera se abre un abrigo rocoso:


Está en lo alto.

En el abrigo, a izquierda y derecha:



A la derecha hay una estructura cuadrangular en el suelo de aproximadamente metro y medio de lado asociada a la pared rocosa (la foto la hice desde un ángulo raro para que saliera completa pero por contra no se aprecia bien su forma):


Encima, a la altura de la mano con el brazo extendido, un agujero con piedras que parecen tratar de taparlo:


No sabemos qué cosa pueda ser esa estructura tan pequeñita pero bien trazada: ¿para dujos de abejas, para alcanzar el agujero, para lumbre, cobijo de animales o personas...? Ni qué el agujero.

Es posible que estas paredes y el agujero tapado en Las Torcas sean restos de juegos de niños, de cuando mi abuelo era niño, concretamente, lo cual no es poco, para mí.

Mi abuelo tirando piedras de crío 

a un agujero en una cueva

se las tira al peligro:

todavía no está el mal encarnado

amenazando - nada te devorará - 

ni el bien - nada te salvará -

previniendo: solo es

que morirás.


Los dioses, los buenos

y los malos, no están batiéndose

en retirada, por nosotros:

de ellos solo el recuerdo

de ni siquiera haber sido.


Traspasa un rayo de sol la fronda pero no llega a posarse.

Los instantes para ser deben ser transitorios.

Mi abuelo tirando piedras de crío 

a un agujero en una cueva

se las tira a la nada

que asoma

y somos.

sábado, 26 de junio de 2021

Vasco "beltzuria", cántabro "tasugu"

La palabra vasca beltzuria, literalmente "negriblanco", designa el estado previo del cielo antes de la tormenta, el abatimiento o duelo y la adustez u hosquedad. Hay un libro de Ixiar Rozas muy bueno titulado así, aquí.

En cántabro este color es tasugu. Recurrimos al color del tejón para identificarlo.

Pero a diferencia de beltzuria, se me hace que tasugu se circunscribe al color, no sale de ahí. No tiene la carga simbólica del vasco. Quizá porque nosotros tenemos palabras para todo, que no creo, o porque todo ha acabado diciéndose en otra lengua y no hemos dado oportunidad a la nuestra, o no nos han dejado, o incluso porque todo para lo que el cántabro estaba preparado ha dejado de decirse, de ser importante, incluso para nosotros mismos.

Para "oscuro" nosotros utilizamos joscu, del latín FUSCUS, de igual significado, es decir, "oscuro". También vale para "hosco" y "fosco". Para "oscuro" joscu es una palabra que se está perdiendo. Su relación con escuru, que es con quien ha pasado a competir - en esa escala micro nos movemos - ya no sabemos resolverla.

Los nombres de las vacas se heredan. Los nombres Tasuga y Josca para vacas blanquinegras y de capa oscura, respectivamente, no suelen faltar. Es casi el único hábitat que les queda.

Respecto al duelo, el otro día mi madre me estuvo enseñando ropa guardada en el pueblo que se había hecho ella, y de una prenda blanca y negra me dijo que se la había hecho por el luto de mi abuelo, que no le apetecía ir de negro pero tampoco de colores, así que mezcló con blanco, color que también se utiliza en estos casos, al menos en el valle.

El color blanco y negro en las prendas de mi madre por el luto de mi abuelo no tiene color, podría ser tasugu, como el vasco beltzuria, el color del duelo, pero no se dice.

viernes, 25 de junio de 2021

Concentración mañana en Reinosa contra la especulación extractivista en nuestros montes que pretende excusarse en la necesaria transición energética

La bandada

El Gobierno de Cantabria no cree necesario explicarnos qué ha visto o dejado de ver en El Escudo, pero no dudéis que el viento está a favor de los molinos (normal si los técnicos de la Administración Pública al único sitio que pueden agarrarse es a la ley y la ley no existe porque está paralizada por los políticos, por si acaso), sin embargo sus directores generales (cargos políticos aunque ellos se presenten a sí mismos como técnicos) sí pueden ir a comidas organizadas por las empresas implicadas para ponerse cara y repartir tarjetas mientras se toman un vinito, en español: networking.

El porqué de los tizones y tejas en los "sarobes" vascos desde los "seles" y "jisos" cántabros

Los sarobes vascos son como nuestros seles, responden a la misma necesidad, sirven para lo mismo, aunque hay alguna diferencia que no sé si se debe a que los suyos son más recientes, a que por el contrario son más antiguos, a que han sido objeto de alguna influencia que no ha afectado a los nuestros o a que, en definitiva, los nuestros no están estudiados en todas sus variantes.

Los sarobes presentan (reduciéndolos a un esquema) una piedra en el centro que llaman haustarria o piedra cenizal. Los seles no, supuestamente (lo digo porque por ejemplo el sel que remata El Castru de Sopeña de Cabérniga la tiene, y labrada). Bajo estas piedras cenizales suelen hallarse, además de tizones, restos de teja cuya interpretación todavía se discute.

Respecto a los tizones, en otras ocasiones hemos visto que los vaqueros prendían hogueras en los chozos o tesnas para "cerrar el círculo", para acotar el terreno donde pasar la noche, donde recoger o acurriar al ganado. Las piedras cenizales vascas servirían para lo mismo. Nosotros no tendríamos un lugar preestablecido mientras que los vascos sí, esa sería la única diferencia.

Respecto a las tejas, transcribo testimonio de vecino de Campoo de Suso, frontero con Cabuérniga:

"Por esta causa [conflictos motivados por el corrimiento de hitos] vino la costumbre luego fijada en las correspondientes Ordenanzas, de establecer las características que un hito debía tener: siempre será de piedra de grano (arenisca), con una cruz grabada por encima indicando las direcciones de las cuatro esquinas de la finca, si coincidía con una de ellas, o una simple raya si indicaba continuidad. Aunque, para mayor fijeza, sobre todo en los prados, se arroyaban (quitar el céspede o tepe formando un diminuto arroyo entre hito e hito) a golpe de azadón o de un hacha vieja, para que no hubiese ningún tipo de dudas, previa colocación de una cuerda bien tensada.

Al cavar el hoyo para meter la piedra que iba a hacer de hito, había que colocar en el fondo tres pedazos de teja, los testigos que se llamaban. Con ello se intentaba dar al hito la mayor consistencia posible y fijeza para evitar las artimañas de los aprovechados.

De su eficiencia soy testigo. En una ocasión surgió una disputa por una delimitación entre el terreno del ayuntamiento, en el monte de Fuentes, y la finca llamada de La Pila, propiedad particular. No había dudas, pero el propietario de la finca había movido los hitos de una zona, intentando con ello apoderarse de la única fuente del contorno, que está casi en el límite. [...] [N]o contó con la sagacidad de los viejos campurrianos que, desde siglos atrás [...], establecieron la costumbre de todos los años correr los hitos [corré-los jisos en Cabuérniga] o sea, comprobar si estaban en su sitio.

Esta operación consistía en ir, cuando el tiempo lo permitía, los más viejos del lugar, todavía en activo, y los niños ya mocetes, a recorrer los hitos. Con ello se establecía una tradición oral y un convencimiento pleno por la vista, comprobación que llamaban en las antiguas Chancillerías Las Vistas de Ojos. Luego se levantaba acta. Todavía hay numerosas en las Casas de Concejo, con una meticulosidad extraordinaria. Por ejemplo, el hito de Vocedrún (por citar uno, ya que todos solían tener nombre propio) está a doscientos pasos del de Los Trillos, en dirección a Regañón, sobre una piedra hincada (jincá, leerían) o una piedra nacediza (llamaban así a las piedras fijadas allí, de manera estable, por la misma naturaleza), al pie de un acebo, o al pie de tres piedras picudas de caliza, a lo mejor encima de un sendero, en medio de una braña, etc. Con ello se intentaba disipar cualquier duda sobre sus características principales. Luego, aquel acta, firmada por todos los vecinos mayores de edad presentes, se guardaba en el arca archivo con los demás papeles del Concejo.

Conociendo esta costumbre, recurrimos a los viejos papeles y, con ellos en la mano, nos fuimos para allá una comisión de concejales, hombres de edad, el interfecto y el alcalde. Empezamos el deslinde y con la lectura de los papeles todo iba sobre ruedas. Los hitos iban apareciendo, a pesar de que en muchos casos estaban entre la maleza, hasta llegar a la zona conflictiva, donde no salían las cuentas ni por casualidad. Venga a dar vueltas al tema estábamos cuando uno de los concejales me hizo ver que, en un sitio determinado, amarilleaba la hierba demasiado. Nos acercamos allá y, con mucho cuidado, fuimos observando el césped, descubriendo que se trataba de una tapa cuidadosamente recortada. La levantamos, quitamos un poco de tierra que ya se veía removida y en el fondo encontramos las tres tejas testigos. [...] Con ello se acabó el deslinde."

De Recuerdos de mi tierra campurriana (Cantabria Tradicional, 2000) de Nicanor Gutiérrez Lozano, pp. 45-46.

jueves, 24 de junio de 2021

El dinero de los molinos de viento

El alcalde de Villaescusa, que es del PRC, lo mismo que Marcano, se ha subido el sueldo de 28.000 a 48.000 € al año. Es noticia de este mismo mes. 

Las empresas extractivistas que han puesto sus ojos en Cantabria están ofreciendo a los municipios afectados hasta 5.000 € al año por molino. Esta cifra es como tope.

Solo con el aumento de sueldo del alcalde del PRC da para cubrir el supuesto beneficio generado por al menos cuatro de estos molinos gigantes al año.

Tú eliges: o molinos para pagar aumentos de sueldo de alcaldes o no; o más de lo mismo o, efectivamente, dado que la transición energética es no solo inevitable sino también deseable, aprovechar la oportunidad para cambiar las tornas y empezar a funcionar bien, con orden, buscando el bien común, no el de unos pocos, lo cual puede significar el que no tenga cabida ningún molino en Cantabria: dónde si no, ¿partiendo la Cordillera Cantábrica por la mitad, por ejemplo, o a un paso de viviendas (el poblamiento ultradisperso pasiego es tan legítimo como cualquier otro, si no más), o dónde?

La noche de San Juan y las sanjuanadas según Antonio Bartolomé Suárez

"[M]e voy a referir exclusivamente a lo que era la noche de San Juan en un pueblo determinado: el mío. [...] 

Estas sanjuanadas de los mozos no eran otra cosa que una crítica cáustica a las autoridades del momento y hasta al vecindario en general y en particular. [...] 

Una especie de manía: sacar los carros de los portales, sobre todo las pértigas, a la calle para colocarlos en los lugares más inverosímiles, allí donde tuvieran otra misión que cumplir. En la mies, para situarlos en un lugar que requisiese una obra, una mejora; en alguna cambera donde hubiera un espacio en donde se enchorcaban los animales o los mismos carros, para que lo empedrasen; de puente sobre algún regato necesitado de pasarela y cosas por el estilo. [...] 

Una crítica muy original era la que se efectuaba en la mies, sobre todo en las jazas sembradas de maíz un poco atrasadas en su tratamiento, es decir, sin haber dado el segundo sallo, el llamado resallo. Era algo así como una obligación el que esa labor estuviera terminada para esa noche y, la que no, era objeto de una crítica-censura muy especial. Para ello, días antes los mozos que no tuvieran cubierta esa segunda operación, le colocaban un muñeco, generalmente de mujer, que parece que era la obligada a sallar el maíz, con una azada en la mano y un farol encendido encima del pañuelo de la cabeza. Lo que suponía el hazmerreir de las gentes.

Todo ello era en las primeras horas de la noche y, ya en la madrugada, cada uno, particularmente, iba a algo suyo, algo sentimental, colocar un ramo en el balcón o ventana donde moraba su Dulcinea; el ramo de San Juan. Este ramo estaba cuidadosamente hecho con unos velortos entre los cuales alternaban las flores más significativas y cerezas, rosquillas, hierbabuena, mastranzo -que no mastroncho, que es otra cosa- pensamientos, clavelinas... Y entre unas y otras, ramitas de cajiga, fresno, laurel... Cada una de estas ramitas tenía su significación: el roble, fortaleza física y moral; fresno, buenamoza; laurel, piadosa; clavelinas silvestres que con su fragancia denotaban la inocencia, la virtud intachable... 

Pero había una segunda vuelta: la de que aquellos mozos a los que le habían dado calabazas y, por despecho, en lugar del ramo expuesto, saúco -llamándola legañosa-; y, aunque no muy ortotodoxa, la confeccionaba con zarzas, ortigas... [...] 

[C]ada doncella solía echar en un vaso de agua la clara de un huevo que, puesto al sereno, era observado minuciosamente por la ponente una vez llegado el día para ver, en su imaginación, la figura en que se había convertido la dicha clara. [...] 

Era costumbre, desde tiempos inmemoriales, coger la verbena por la mañana, muy temprano, de este día, antes de que saliera el sol. Así esta planta se convertía en un antídoto infalible de todos los venenos, de todos los males, pero, sí, antes que la dieran los rayos de sol. Y entre las innumerables virtudes y cualidades estaba la de matar a las culebras, que a su vista morían sin poder huir. [...] 

Estaba asimismo el coger la nata de las fuentes, también sin salir el sol, porque ese agua primicia del día tenía propiedades curativas infalibles y se hacía guardar en un frasco bien cerrado, porque si entraba aire, le ocurría lo mismo que a la famosa caja de Pandora. 

Ya un caso más material era creencia de que flagelando los jelechos con una vara de avellano [...] se erradicaban de los prados estas plantas filicíneas que tanto molestan a praderas y plantaciones."

De Anecdotario montañés (edición del autor, 1987) de Antonio Bartolomé Suárez, pp.14-17.

miércoles, 23 de junio de 2021

Más sobre el campo de concentración de La Magdalena

"El campo de concentración que Santander quiere silenciar", entrevista a Alberto Santamaría, aquí.

Más aquí (los protagonistas), aquí (contraste con la imagen que promueve el ayuntamiento en la actualidad), aquí (poema de preso), aquí (rumores), aquí (fotos), aquí (lagunas), aquí (intervención), aquí (documento oficial de época) y aquí (carta de preso).

"Ir a cuevas" según Nicanor Gutiérrez Lozano

[...] "Pensar que hasta el mes de abril permanecían los animales encuadrados, nos hace comprender en lo acertado del dicho campurriano: No habría año ruin si no hubiese abril. Había que cuidar mucho para que el alimento durase hasta entonces, ya que en caso contrario había que ir todos los días al monte a buscar sacos de hojas de aceba (se habla generalmente del acebo para el alimento del ganado, pero no sirve por los pinchos que tienen su hojas. Lo usado es la hoja de la aceba, que no los tiene), labor penosa a más no poder, tanto para arrancarlas como luego para transportarlas en sacos, a cuestas, por encima de la nieve hasta llegar a casa. [...]

Otra solución, ante la tesitura de no tener nada que dar a los animales, era marchar a las cuevas. [...]

Cuando en Campoo había tanto ganado fue preciso regular meticulosamente su aprovechamiento. Por eso en las Ordenanzas [...] estableció [el rey Felipe II] que solo en primovel se podía ocupar las cuevas con el ganado, dejando el otro tiempo para los transeúntes que pasaban hasta las Asturias de Santillana, y obligando a que solamente se usara una, pues había quien hacía una ocupación simbólica y luego se iba a otras. Por este motivo, aclaraba que, a los ocho días de estar sin dormir en ella el ganado, podía ser ocupada por el primero que llegase. 

Dos razones motivaban el ir a las cuevas: la total terminación de la ceba (alimento para el ganado metido en el pajar) y la situación geográfica.

Las cuevas de aprovechamiento de primavera, primovel o primavel, dirían los viejos campurrianos, están en toda la aldea norte de la cordillera de Isar, la que va desde el Tres Mares en dirección este, mirando hacia La Marina; por la influencia de los vientos cálidos del mar se quita antes la nieve y brota primero la hierba. Son famosas las de Los Hornos, la de Cotera Bullén, el sel del Andrino o la Braña de Gustamezán; estas últimas no tienen cuevas, por lo que había que hacer tesnas (largas cabañas hechas de astillones de madera, cubiertas con céspedes por una sola aguada).

Dentro del terreno de la Comunidad Campoo-Cabuérniga eran muy visitadas las de Las Aguileras, situadas debajo de la Cuesta Cortezos. Desde Gustandrán se ven perfectamente.

Por la parte de fuentes se usaban las del Pozo del Arbencia. Con tesnas se aprovechaba Villasconorio, Pradía, Corral Pedriz, El Huertón, etc., y las zonas de pastos en torno a ellas: Los Pajones, El Espinoso, La Canalona, el Pernal de la Hierba, El Lodar, Las Brañas de Pelías, Cuestas Pendias, el Acebudo, La Braña del Billar... Muchas horas de pastoreo primaveral tienen estos lugares en el haber de los campurrianos.

En La Braña del Lodar siempre hubo casa - todavía se distinguen perfectamente los restos de las paredes -, y eran aprovechados sus pastos por los vecinos de Camino, principalmente, que hasta segaban la hierba. [...]

Los vecinos de Camino tenían en exclusiva el derecho de segar la braña de Piedra Corvera, pero en primavera iban hasta allí para pastorgar La Canalona, siempre muy resguardada de todos los vientos, dejando muchas noches las vacas durmiendo bajo las alas de las rocas del sel del Mayorazgo o hacia el sel del Maestro, aunque, en este último punto, siempre en conflicto con los vecinos de Fontecha, propietarios de ese terreno.

La venta del Lodar era la separación de los dos ramales en que se dividía la calzada romana que venía desde Aradillos, por la ladera norte del Pico de la Muela. De allí iba por el Cocino del Lodar, por encima de los picos de Obios, a Valdeiguña. Otro ramal, por fuente Fría, llegaba hasta la cueva de Los Marranos, junto al río Argoza, en dirección a Bárcena Mayor. [...]

Los de Campoo de Arriba estaban más supeditados a la nieve; si había suerte y se quitaba pronto solían ir a las cuevas del Montuco, aunque son más bien grandes alas de las rocas que se tapaban con tesnas por la parte frontal.

Daba pena ver desfilar el ganado cuando subían a las cuevas. Toda la carne acumulada en el verano se iba perdiendo en las cuadras por las exiguas raciones de comida en el invierno; pero no había otra solución: morir o ir a pasar calamidades al monte.

Junto a las paredes laterales de las cuevas se colocaban grandes y largas varas de haya, sujetas con horcadillas del mismo material. Sobre ellas se prendían (la palabra prender tiene dos acepciones en Campoo: hacer arder una lumbre o amarrar el ganado), por medio de barzones, las cebillas que servían de prisión a las vacas por la noche.

Los paisanos se limitaban a pastorear y hacer grandes lumbres a la entrada de la cueva para aquietar el ganado, templar el relente de la noche y alejar a los lobos. [...]

Los más habilidosos, sin más herramientas que el hacha, la zuela de peto y un barreno, hacían cebillas, albarcas, tarugas o preparaban tajos de abedul - materia prima para hacer las albarcas - que luego, una vez en casa, servirían, en la invernada siguiente, para hacer este calzado a toda la familia.

La comida no tenían más variación que patatas cocidas con un poco de sal y, a lo sumo, algo de tocino [...] con un zoquete de pan duro como un cuescaru. Si alguna res se despeñaba por aquellos andurriales, tendrían carne para unos días y hasta cecina; otras veces lograban atrapar algunas piezas menores de caza, usando cepos o lazos. Como se ve, toda una delicia pero al revés.

Había veces que las cosas se complicaban con grandes nevadas de primavera. En esos casos se aguantaba lo que se podía, para siempre tener que marchar hacia los pueblos de La Montaña, aprovechando los cauces de los ríos: el Cambillas, el Queriendo, el Hormigas, el del Gato, el Argoza, etc., mucho vieron de estas migraciones forzosas. Había que abrirse paso entre la nieve fabricando palas de madera y badajones para el calzado, hechos sobre la marcha, en jornadas agotadoras, medio muertos de hambre y necesidad.

Hubo veces en que los otros vecinos de los pueblos llegaron a llevar sacos de hierba, si la había, antes de iniciar la marcha para reponer algo el ganado, en una muestra insuperable de solidaridad, como en el año 1941, cuando estaban en las cuevas de Bullén Pepe Tista y Cesáreo y los de Soto fueron en masa a echarles una mano. Perdieron muchas reses pero salvaron el pellejo.

En dirección al mar, los campurrianos teníamos, desde antaño, derecho a pastar desde el río Deva hasta el Miera y el mar, en época de nieve; por eso, los que lograban salir de los montes estaban salvados. Más de uno quedó por el camino."

De Recuerdos de mi tierra campurriana (Cantabria Tradicional, 2000) de Nicanor Gutiérrez Lozano, pp. 29-30 y 99-102.

martes, 22 de junio de 2021

Los políticos apasionados

Genial todos esos cargos políticos que en sus redes sociales se identifican como apasionados del medio ambiente, dando a entender que es por eso que tienen el cargo que tienen, por la pasión, que su cargo vale tanto como un reconocimiento hacia ellos, y por si acaso aclaran que su cuenta es personal, que ellos no se meten en política, pero que ni por asomo hacen referencia a lo que está pasando con los eólicos o con la ley del suelo, pese a estar en situación de poder hacer mucho a favor, no vaya a ser que les aparten, que la pasión sola no da de comer

y menos tanto.

Lo uno y lo contrario

El PRC ve mal los indultos a los políticos catalanes pero bien modificar la ley para legalizar construcciones ilegales en la costa cántabra, y hace por ello, por ejemplo en Argoños, que es un horror.

lunes, 21 de junio de 2021

"La garauja" en Campoo de Suso según Nicanor Gutiérrez Lozano

"Se da ese nombre [la garauja] a los aperos manuales de labranza empleados para la recogida de la hierba o los cereales. Los carpinteros campurrianos muchos hicieron, pero hay que reconocer que en esa materia son verdaderos maestros los montañeses [no hay que olvidar que el autor es campurriano, por lo que en La Montaña las denominaciones, tipologías y usos de los aperos pueden variar]. Aquí, cuando usamos esa denominación [los montañeses], siempre la aplicamos para designar a los paisanos que viven al otro lado de la cordillera, en la parte norte que mira al mar. [...]

Pues bien, dentro de la garauja ocupa el primer lugar la horca tornadera, bien de dos púas, propia para la hierba, o de cuatro más usada en la trilla; normalmente toda de madera de espina y de una sola pieza.

Para hacerla se corta de alguna espina frondosa una rama a propósito, luego se le quita la corteza, se aguzan los gajos y se termina tostándola en una lumbre que produzca una llama muy viva. Previamente se la unta toda ella con leche recental - el calostro que da la vaca según parie -.

Para manipular la hierba en los pajares, cuando se descarga el carro introduciéndola por el bocarón, única ventana de acceso exterior que tiene el pajar, se suele usar más el horcón de cuatro puntas de hierro; pero luego, para repartir adecuadamente la hierba por todo el pajar, formando las camadas, se hace con la horca de dos púas, mucho más ligera y manejable.

La horca de cuatro gajos, a veces tres, que también se denomina así a las púas, como hemos dicho, se emplea más en las faenas de la trilla para tender la parva al deshacer los haces de trigo, dejando todo el círculo de la era con una capa igualada, o para dar las primeras vueltas al parvón, nombre que va recibiendo la mezcla de trigo y paja a medida que se va moliendo con el paso de los trillos. Estos movimientos son precisos para ayudar a los rayos de sol, ya que el dicho popular nos recuerda que, en la trilla, muele más el sol que el trillo. [...]

Otro instrumento típico de la garauja es la garia. En Castilla se la suele llamar bielga o bielda. Se usa para dar vuelta a la parva cuando ya va muy molida, para contornearla cuando ya va muy avanzada la faena, para recoger la parva al final y poder barrer la era, para cargar la paja en los carros, para meterla en el pajar y para esparcirla por encima de la hierba. [...]

Luego viene el bieldo, que es parecido a la garia pero más sencillo. [...] Sirve para aventar la parva, una vez que se ha amontonado, y así separar el trigo de la paja, claro, suponiendo que sople el viento; más de una vez había que dejarlo para el día siguiente.

Otras piezas que entran en esta denominación son los rastrillos, usado para atropar la hierba segada y seca en los prados, también para mover la parva y para todo lo que se tercie. [...]

También dentro de la garauja se suele considerar la cestería y algún otro instrumento de madera de uso manual, aunque estos ya se hacían por encargo. Normalmente la mayoría de estos instrumentos se vendían para Castilla y representaban el trabajo de todo el invierno, pues en Campoo su venta era muy limitada, ya que pocos eran los que no los sabían construir.

Las piezas favoritas de la garauja eran los astiles de los dalles [...]. Eran un listón de madera de metro y medio de longitud por cuatro centímetros de ancho y grueso, sumamente ligero, pero, al mismo tiempo, fuerte; por eso se prefieren los de madera de fresno cuarteado, o sea, abierto por la mitad para que la fibra no se rompa, pues si se sierra pierde por completo esta característica. [...]

Siempre los astiles están muy adornados con figuras geométricas talladas, muescas y demás detalles que se le ocurran al dueño, con un fin no solo decorativo, sino también para que pierda peso, pero no resistencia.

Las escobas, con mango supletorio; los escobones, dejando que sus largas ramas hagan de mango, hechos todos de berezo, para barrer la era una vez sacada la parva, la cuadra, el corral o lo que se tercie, no tienen el concepto de garauja, ya que un paisano, en cualquier rincón, encuentra materia prima para fabricarlas.

La madera de las garias, bieldos y rastrillo siempre era de haya y la de los mangos de avellano."

De Recuerdos de mi tierra campurriana (Cantabria Tradicional, 2000) de Nicanor Gutiérrez Lozano, pp. 57-61.


En relación aquí, aquí y aquí.

sábado, 19 de junio de 2021

Sergio Balbontín, ¿estás ahí?

Sergio Balbontín del PSOE de Reinosa: muy bien que te preocupes de mantenernos al día de lo que pasa en Madrid, de tu oposición a Ayuso, que es una malvada, de que la próxima cumbre de la OTAN se vaya a celebrar en España gracias a Sánchez, orgullo de país, de las veces que Zuloaga abre la boca que no sea para respirar, etc.

Tus redes sociales son sabrosísimas.

Pero lo que de verdad sería genial es que, aunque ya vayas tarde, dieras tu opinión en relación con los eólicos que van a arrasar tu tierra, opinión que imagino sea la misma que la de tus vecinos, máxime cuando tu opinión seguro que está informada, a diferencia de la de tus vecinos, a los que se ha hurtado la posibilidad de estar informados convenientemente, y aun así. 

Y aun así no se les escapa que su tierra está en juego.

Pero mejor que eso sería que sabiendo lo que se viene encima y en virtud de tu cargo no solo manifestaras tu opinión públicamente sino que también hicieras algo efectivo a favor de tus vecinos. Seguro que alguien todavía lo está esperando.

viernes, 18 de junio de 2021

El pájaro que hace comunidad

Más de la mitad de dos bosques regenerados tras el abandono de la actividad agrícola fueron plantados por arrendajos, especie considerada ingeniera por su capacidad para modificar e incluso crear hábitats. Lo leo en redes, que enlazan la noticia completa, aquí.

No es raro encontrar esas plumas suyas azules con randas negras en el suelo.

En cántabro arrendajo es pagazu, cuya etimología desconozco. Quizá en relación con pagüenzu, "pago, aldea".

Concentración en Reinosa, sábado 26 de junio

miércoles, 16 de junio de 2021

"La Nueva Paisana", ejemplo

A esta gente de La Nueva Paisana la conocemos, hemos pasado un fin de semana largo con ellos, y son todos estupendos, aquí.

También un diez para Nortes, aquí.

"El grito de la montaña", exposición

Pero vamos a las castañas

"Pero vamos a las castañas.

Que están guardadas en los orizos, burizos, urcinos - el erizo - caloco o caleco si vacío, y remellón o regañón sin fruto. Pero dentro de ese erizo, santo Dios, cuánta variedad de castañas: escalentías, las primeras y las mejores, cuyo erizo se abre por sí solo y, cuando hay viento, cae primero el contenido que el continente: miliceras, verdejas, vizcaínas, mendrugas, jerrinas o serrinas, verruquesas, galizanas, mayucas, mayuelas, berruecas... aparte de otros nombres similares con que en cada pueblo se distinguen.

Las hay que caen solas, como las escalentías al abrirse en erizo como se ha dicho, pero otras hay que tirarlas a derrengazu con derrengos, porretas o varas muy largas y derechas, porque a jorrique no caen.

Pero dentro del orizo, hay un tipo especial, las repetidas escalentías son las que ellas solas se desorizan, arremellan, regañan, escalocan, desborizan o ahornan. Dentro, repetimos, corrientemente hay tres castañas - aquenios - de las cuales, la del centro es la mayor y por ello se le llama reino o reina y estello, y las compañeras de viaje, si son excesivamente ruines, se las llama carrias y cagarritas; cuando solo tiene la envoltura concho.

Una vez el viento o a derrengazu limpio se varean los erizos, se guardan en un carrozal o urizal. Y a medida que se van necesitando, se desborizan o desorizan piando los erizos para escabucharlos o descachizarlos. Una vez retiradas del carrozal las que se vayan a consumir se las coloca en una zarza o varga para ensarear.

Para las magostas se escogen una a una para que no haya ni carrias ni podridas y, antes de meterlas al fuego, se les hace una hendidura con los dientes - se mozclan - con el fin de que no haya tiros o castañetazos."

De Anecdotario montañés (edición del autor, 1987) de Antonio Bartolomé Suárez, pp. 221-222.

martes, 15 de junio de 2021

"Las magostas" según Antonio Bartolomé Suárez

"[...] No había fecha fija. Solo que había de ser un domingo. Generalmente, al final de noviembre o principios de diciembre. El motivo no era otro que dar tiempo a que se descachizaran los orizos y que durante unos días se oreasen las castañas. Estas eran de todas clases: miliceras, verdejas, vizcaínas, galizanas, es decir, de todas, excepto las escalentías, que por ser las primeras en madurar, se consumían rápidamente; y las jerrinas, que por su pequeño volumen no eran aptas para el asado.

Los mozos las compraban a ¡una peseta celemín!, que pagaban a riguroso escote. El concejo pagaba el vino; un pellejo o dos, según el cálculo de la concurrencia, que la formaba todo el pueblo, chicos y grandes de ambos sexos.

Durante la semana precedente se hacía acopio de jelechos y demás escogedura y, naturalmente, de rozo que voluntariamente segaban algunos en el Monte del Rey y acarreaba alguna pareja de tudancas. Llegado el día...

Después del rosario, que se adelantaba una hora para llegar a tiempo al espectáculo, el pueblo se dirigía al amplio prado elegido para ello, en donde ya estaba preparado todo: el vino sobre un caballete, la mullía, el rozo y, naturalmente, las castañas. Empezaba la ceremonia ante general expectación.

De base, unos troncos cruzados de forma que quedara un hueco hábil para encender. Sobre estos palos, los jelechos bien apretados en capa gruesa y detrás, el rozo, también una capa gruesa, y sobre esta primera, las castañas. Estas previamente habían sido cortadas un poquito con navajas y cuchillos en manos de unas mujeres. Y no se hacía el tradicional mozcla con los dientes porque se tardaría mucho tiempo en esta operación.

Así se colocaba una capa de castañas sobre la de rozo, más castañas, más rozo, hasta formar una gran cúpula; cuando se habían agotado las castañas se cerraban con más apretado rozo y unas piedras para mantener la presión.

Mientras se desarrollaba esta operación, mozos y mozas, al son de la pandereta, se enfrascaban en bailes [...]

Esta preparación que decimos era muy delicada, Había que procurar que el fuego en llama no llegara a las castañas y, sí, en cambio, que se fueran calentando y luego asando a fuego lento y continuado, sin llama; para ello el rozo cumplía satisfactoriamente esta premisa.

Llegaba luego el rito del encendido, que uno de los del concejo iniciaba ante la expectación de todos, ya que el baile se había detenido y la chiquillería había dejado de corretear...

Pasado el tiempo que el hierofante creía necesario para el fiel cumplimiento de su misión, cogía unas castañas y se las ofrecía al personal del concejo y éste aprobaba el dictamen del asador: que ya estaban para consumirse las castañas.

Tras esparcir la calda por allí para que las castañas sudaran y enfriasen, llegaba la hora del reparto; primero a los componentes de la junta del concejo; después a los más ancianos y a las mujeres; luego a los mozos y chiquillería; al principio, sí, con todo orden; más tarde al respañu vivo. [...]

Así se consumían unos celemines de castañas y muchas azumbres de tintorro hasta que, agotado todo, al anochecer se iniciaba el regreso al hogar las mujeres y a la taberna los hombres [...] Pero eso sí, no sin antes cumplir el último rito: el dejar en mitad de donde estuvo la lumbre, una castaña de las mejores, no una cazcarria cualquiera..., para la bruja."

De Anecdotario montañés (edición del autor, 1987) de Antonio Bartolomé Suárez, pp.18-19.

"Marcu" de Selores




En el esquinal de una casa de Selores, marcu del pueblo: "S [cruz]" en los cuartos traseros de un buey y del ganadero en los del caballo.

lunes, 14 de junio de 2021

Arrabios y resoños

"[Y]a en pleno puerto de Áliva, continúa bajando hasta el chalet del Rey, el refugio y la ermita de la Virgen de la Salud, y siguiendo para abajo hallará las cuevas donde varios vecinos del valle de Camaleño elaboraban el sabroso queso ahumado de Áliva. Una persona de cada hogar, hombre o mujer, permanecía todo el verano elaborando queso de la leche de las vacas, ovejas y cabras de su propiedad. Dormían encima de una planta que llaman arrabio y ahumaban el queso con otra planta o hierba llamada resoños.

Los domingos subía un miembro de cada familia con pan y patatas para comer durante la semana y entregarles el queso que habían elaborado para venderlo en el mercado del lunes en Potes."

De La Liébana: Costumbres en tiempos pasados y presentes (edición del autor, 1992) de Nemesio Fernando Heras Sánchez, pp. 36-7.

Sería genial que los actuales quesos ahumados lebaniegos lo fueran con esta planta, que no sé cuál es, e incluso que el CIFA del Gobierno de Cantabria o alguna empresa del sector desarrollara una línea de investigación para sintetizar sus características, tales como aroma y sabor.

domingo, 13 de junio de 2021

Ana Ateca, pintora





Hay una exposición colectiva de la Escuela de Artes y Oficios de Torrelavega en el CN Foto de calidad desigual en la que destaca y con mucho la obra de Ana Ateca, en las fotos. 

No sé quién es ni qué otras cosas ha hecho, pero es una obra mayúscula.

viernes, 11 de junio de 2021

La enjambrazón

En 2015 contaba que mi tío cuidaba de crío las colmenas y que cuando se escapaban las perseguía golpeando dos tejas y que mi tía hacía lo mismo pero golpeando dos piedras mientras decía "atigüenas, atigüenas, atigüenas las mis colmenas", aquí.

Copio a continuación de La Liébana: Costumbres en tiempos pasados y presentes (edición del autor, 1992) de Nemesio Fernando Heras Sánchez:

"[A]burrida [la cría y manejo de las abejas] cuando es necesario permanecer en el colmenar desde mayo a agosto, que es la época de la enjambrazón, y hay días que no sale ningún enjambre. 

El enjambre se produce saliendo de la colmena las abejas, revoloteando y haciendo ruido. Existe la costumbre de tocar un campano con el fin de que no huyan. En caso de que no huyan, se posan en un árbol, que haya en el colmenar, o próximo a éste, formando piña; también, después de haber posado, hay veces que huyen.

Una vez que hayan posado, se coloca una sábana por encima con el fin de que no les de el sol y puedan levantar el vuelo y marcharse.

Al atardecer se coloca la colmena al borde con un puchero u olla que previamente se llena de trapos, prende fuego y se sopla hasta que penetren todas las abejas en la colmena y acto seguido se coloca en el lugar destinado."

Impresionante que ya nuestros mayores supieran de la relación entre las abejas y el sol, de ahí que las taparan, para aquietarlas: el lenguaje de las abejas hoy sabemos que existe y que es en relación con el sol, en realidad sabemos poco más.

Para más sobre abejas en este blog, aquí (abejas rupestres de Las Aguileras), aquí (dujos en eremitorio rupestre del entorno de Valderredible), aquí (el ganadero es también floricultor) y aquí (poema).

jueves, 10 de junio de 2021

Los cerdos, la "montonera" y las "tesnas"


En 2014 puse foto de este mismo abrigo de La Posadía (topónimo que remite a posaoriu, posa, etc., todos con el significado de lugar de descanso), en el Alto Asón (por encima de Cailagua), aquí. Entonces me preguntaba por el encaje de este refugio de lógica aparentemente extensiva (de palo y pastor) en un territorio culturalmente intensivo, de influencia pasiega. Más de un lustro después creo haber encontrado la respuesta: este refugio es muy probable que no sea ni de pastores ni de vacas, sino que se trate de una tesna destinada a las piaras de cerdos que subían a la montanera (en castellano) o montonera (en cántabro). Por eso que se encuentre en un hayedo. 

Tesna, quizá del latín TIGNUM, "madero". Es palabra campurriana. Seguramente se utilice en más comarcas de Cantabria o puede que en otras comarcas se empleen otras palabras para lo mismo, no lo sé.

La montonera es anterior a la lógica intensiva que penetró en el 1500, es decir, el origen de la montonera se encuadra en la lógica extensiva previa, cuando Sal del Cuende, por ejemplo, al fondo de Brenalengua, no era un cabañal sino, tal y como indica el topónimo, un sel de pastor. La montonera supo adaptarse, probablemente no interfería en las dinámicas intensivistas modernas, y siguió practicándose hasta hace cuarenta o cincuenta años, que desapareció, quizá por desidia, por no ver su potencial, por no haber gente o no sé por qué.

Las tesnas son a los marranos lo que los seles a las vacas.

La pista me la dio Manuel García Alonso y la confirmó un paisano con el que estuvimos hablando al pie de Bernavinto (que no Brenavinto, que es como aparece en los mapas). El paisano no ha conocido esta tesna en uso, ni recuerda de nadie que la haya utilizado, tal es su antigüedad, pero sí que las piaras se llevaban para aprovechar los hayucos a La Canal, donde las cabañas de La Tarrera, que creo está enfrente de Cailagua.

Para saber más recomiendo la lectura del capítulo titulado "Sobre el pastoreo de los puercos" de Dígotelo yo, que soy campurriano (Cantabria Tradicional, 2007) de Nicanor Gutiérrez Lozano. No conozco otras referencias.

miércoles, 9 de junio de 2021

La fragmentación de polígonos eólicos para saltarse la ley

Leo en la propaganda encubierta que publica El Diario Montañés de hoy que se sacan a información pública tres nuevos polígonos eólicos previstos en Cantabria. Los tres comparten infraestructuras entre sí o con otros previstos:

"Para el parque de Quebraduras (...) se prevé un conjunto de infraestructuras energéticas que serán compartidas con otros parques eólicos proyectados en la misma zona. (...) Por su parte, para Cuesta Mayor, (...) se prevé un conjunto de infraestructuras compartidas con otros parques eólicos proyectados en la misma zona. (...) Finalmente, para el parque eólico de Lantueno (...) también sus infraestructuras de evacuación son compartidas con otros parques proyectados en la zona: la subestación eléctrica 132/30 kV SET PE Coteruca; línea aérea de alta tensión a 132 kV desde la subestación SET PE Coteruca hasta la subestación transformadora del parque eólico Alsa; la subestación eléctrica 220/132/30 kV SET PE Alsa; la línea aérea de alta tensión a 220 kV SET PE Alsa-SET Colectora Aguayo; la subestación colectora 220/132 kV SET Colectora Aguayo; la línea aérea de alta tensión a 220 kV SET Colectora Aguayo-SET Aguayo (REE); y el entro de medida 220 kV Nudo Aguayo."

No se puede decir más claro que han fragmentado un polígono eólico gigante (y probablemente ilegal como tal) en varios menores para saltarse la ley. Es que no se molestan ni en disimularlo.

Y todavía nos venderán como sostenible el compartir infraestructuras... Claro, cómo no se van a compartir si forman parte de lo mismo.

Esto es como fragmentar un contrato en varios menores para poder repartir el dinero entre tus amigos sin tener que dar explicaciones, algo que obviamente es ilegal, no se puede hacer.

¿Este despropósito lo está consintiendo el Gobierno de Cantabria? Si así fuera, ¿qué Consejería? ¿Otra vez, Marcano?

Ángel Serdio, aparta

Ante el embotellamiento de coches en Picos de Europa dice Ángel Serdio, codirector del Parque Nacional de Picos de Europa, que hay que construir más aparcamientos.

Con esta gente al volante normal que haya embotellamientos. Pero en todos los órdenes.

A sugerencia de un lector, pongo enlace a página turística (sí, turística) de Zermatt-Matterhorn, destino de montaña en los Alpes libre de vehículos a motor, aquí.

Si esta gente nuestra quiere vivir como si fuésemos un país subdesarrollado, por qué no se van, aunque sea a su casa, me pregunto, y dejan que otros más capaces, también nuestros pero mejores, lo intenten.

Los cuatro elementos


La foto está tomada en Campu Brenalengua, turbera del Alto Asón.

martes, 8 de junio de 2021

Las infografías del aparcamiento de Fuente Dé

En las infografías que reparte la Consejería de Marcano a los medios cada vez se ve menos el aparcamiento previsto en Fuente Dé. Ya no saben cómo hacer para que no se note: que si pintándolo de verde fosforito, que si dibujando unos pinos encima, que si contorsionando el punto de vista para que parezca que no está ..., en fin, por algo será.

Imunía, propuesta etimológica

Imunía es una de las grandes cimas del Alto Asón.

Creo que presenta la raíz prerromana *MUNNO, "cima", de donde el vasco muñatz, con el mismo significado, o montañés moña, la mata de pelo que le nace a la vaca tudanca en la testa y que muchos pedimos al peluquero que nos la deje un poco larga, sobre todo cuando empezamos a tener entradas, como es mi caso. Es probable que los cántabros moña, "flor de maíz", y mona, "espiga de espadaña", tengan la misma etimología.

Lo verdaderamente llamativo del topónimo Imunía es que nuestro diminutivo romance /-ía/, equivalente al castellano /-illa/, se aplica con pleno sentido a la raíz prerromana, y digo que se aplica de forma coherente porque esta cima está al lado de otra mayor, Peña Lusa, que hace de Imunía una cima, efectivamente, menor.

El romance prolonga el significado de la lengua prerromana. Esta continuidad entre una lengua y otra certifica la continuidad de nuestra cultura: no hubo corte, no hubo ruptura, somos los mismos.

Imunía, la pequeña gran cima.

lunes, 7 de junio de 2021

La ciudad de Santander que quiere Cantabristas

El modelo de ciudad que quiere Cantabristas para Santander, aquí.

La "busta" del sur, espantapájaros

En el sur de Cantabria se utiliza como espantapájaros una tablilla atada a un palo. A la tablilla la mueve el viento, cumpliendo así su función. Se le llama busta, por la tablilla, que se parece a un busto humano.

Pero la busta también puede ser hoy un bote.

La foto está hecha a través de la malla metálica que protege una huerta en San Miguel de Aguayo.

La palabra busto y por consiguiente busta emparentan con combustión y combustible, es probable que por antiguos ritos de incineración. La busta, pasto obtenido por quema y desbroce, pertenece a la misma familia.

domingo, 6 de junio de 2021

"Marcu" de San Miguel de Aguayo

"Un miliciano de Villaescusa" de Fernando Moreno, fragmento

"Nos volvió a coger la noche junto al margen de un río, hasta que a la mañana siguiente una voz estentórea nos conminó a rendirnos y entregar las armas. [...] Nuestro capitán comprendió que no teníamos ninguna oportunidad y tiró su pistola sin decir palabra. El teniente hizo lo mismo. Nosotros, asturianos y santanderinos, comenzamos entonces a entonar las canciones que habíamos callado durante nuestra travesía [por no desvelar la posición: ¡Ay, Carmela! y La Internacional], al tiempo que gritábamos ¡Viva la República! Yo aún sostenía el fusil ametrallador y una cinta completa de balas sobre mis hombros; en vez de depositar el arma, la golpeé contra unas rocas; luego la arrojé al río."

De Un miliciano de Villaescusa: Cabo de ametralladoras en la Brigada Montañesa (Tantín, 2020) de Fernando Moreno Rodríguez, p. 69.

viernes, 4 de junio de 2021

En La Renovera de Torlavega


Estuvimos en La Renovera, la tienda de alimentación de la que todo el mundo habla, aquí.

Producto de temporada, de cercanía y a muy buen precio.

Acordémonos de cuánto les debemos.

Escala de los molinos

jueves, 3 de junio de 2021

El pozo sigue

Recuerdo de crío que pretendieron encauzar el Saja a la altura de Sopeña, lo cual implicaba entre otros desmanes desbaratar el Pozu Coloráu.

Se le había hecho de noche haciendo la hierba en Los Midiajos. Empapado en sudor, bajó al pozo, se desnudó y se lanzó al agua desde una de aquellas rocas desprendidas del monte. Al salir cogió arena de La Lerona y se la echó al depósito de la pala excavadora que ya estaba esperando para acabar con el pozo al día siguiente. 

Así nos lo contó Francis en una de aquellas noches en que venía a pasar el rato con nosotros.

El pozo sigue.

Los eólicos y los medios

Decepcionado con la edición cántabra de eldiario.es que publica propaganda disfrazada de comunicado de Iberdrola disfrazada de Biocantaber a favor del desmantelamiento de El Escudo vía eólicos. No lo enlazo por no darles aire. Supongo que sea un reclamo para ingresos por publicidad como los que ya reciben otros medios.

Imposible estarlo, porque es como suele, con eldiariocantabria.es que se muestra en contra mientras otros medios del mismo grupo de comunicación están abiertamente a favor.

miércoles, 2 de junio de 2021

Titular

"El mundo rural protestará en Madrid contra la sobreprotección del lobo", titular de hoy en El Diario Montañés. ¿El mundo rural pero entendido así, como subconjunto planetario o cómo? ¿La sobreprotección? En fin, de vergüenza. Los subrayados son míos.

Las turberas, "albarizas"

Las turberas son tan importantes entre nosotros que incluso tenemos una palabra cántabra (montañesa concretamente) para referirnos a ellas: albarizas (recogida en el Alto Nansa, lo cual no impide que su uso esté más extendido).

Ruta antieólicos a Pico Jano

martes, 1 de junio de 2021

"Protejamos la Sierra del Escudo del extractivismo energético", comunicado

Colectivos vecinales, ecologistas y de protección del patrimonio se unen ante la resolución favorable al PE.Sierra del Escudo.

Anuncian que buscarán coordinar una respuesta conjunta de toda la población y exigen al Gobierno de Cantabria que haga público sus informes sobre el estudio de impacto ambiental del parque eólico Sierra del Escudo

En su escrito al Gobierno de Cantabria indican que éste no está cumpliendo con Ley 1/2018, de 21 de marzo, de Transparencia de la Actividad Pública y tampoco ha dado respuesta a la solicitud de moratoria presentada por más de 20 colectivos y organizaciones de Cantabria, moratoria que resulta imprescindible hasta la aprobación definitiva de un PROT y una Evaluación Ambiental Estratégica que tenga en consideración las premisas para la instalación de Parques Eólicos en Cantabria.

De acuerdo a la Ley 21/2013 de Evaluación Ambiental la implantación prevista de Polígonos Eólicos ha de someterse a Evaluación Ambiental Estratégica y evitar la tramitación fragmentada en proyectos individuales. Es necesaria una visión global de cómo gestionar la implantación y el desarrollo de la producción de energía renovable en la comunidad y tener en cuenta el efecto acumulativo y sinérgico de la instalación de numerosas decenas de aerogeneradores, líneas eléctricas y subestaciones eléctricas.

La ZEC Sierra del Escudo presenta un conjunto de brezales húmedos con gran cantidad de pequeñas turberas, desarrollados sobre la línea de cumbres existente entre los ríos Pas y Besaya, formando un conjunto ecosistémico único, con un alto valor ecológico. El proyecto plantea una afección de tipo directo, por ocupación física del mismo por medio de sus viales de acceso, y una afección de tipo indirecto, por cambios o modificaciones en las relaciones entre factores ambientales determinantes de los hábitats que lo integran, principalmente por alteración hidrológica de los sistemas de turberas, consustancial para su preservación. Es importante señalar que las turberas son el Hábitat de mayor valor para su conservación de toda la Directiva Hábitats en Cantabria y hay obligación legal de protegerlas.

Se debe garantizar la conservación de la biodiversidad en todo nuestro territorio y no sólo en los territorios protegidos, asegurando la integridad funcional de nuestros ecosistemas, evitando su destrucción entre otras consideraciones para permitir unas condiciones dignas a las futuras generaciones. Las montañas son importantísimos corredores ecológicos y en un territorio como el cántabro de una gran dispersión constructiva, que tiene artificializado todo la partes bajas de la Comunidad, la importancia del equilibrio entre lo construido y lo natural, queda sustentada, de manera muy importante, en las cumbres de estas montañas y no deberían ser objeto prioritario de implantación de industrias eléctricas, simplemente porque allí sople mucho viento. Por otra parte, las instituciones europeas, nos vienen recordando que tan importante es la lucha contra el cambio climático, como la preservación de la biodiversidad en un territorio bien conservado. A este respecto la Sierra del Escudo forma parte del corredor ecológico que vertebra el territorio de la Cordillera Cantábrica y este proyecto supone un grave riesgo para la conectividad del corredor entre las zonas este, de los collados del Asón y la oeste del Saja-Besaya y Liébana y una gran afección para la avifauna. Asimismo, la Sierra del Escudo conecta la zona ZEPA del pantano del Ebro con la costa del cantábrico, camino natural de emigración para las aves desde los humedales de la bahía de Santander y las marismas de Santoña.

Por otra parte, la Sierra del Escudo contiene, hoy por hoy, el más extenso escenario de las Guerras Cántabras en nuestra comunidad autónoma. Las campañas arqueológicas que García Alonso ha llevado a cabo en el campamento de El Cincho, así como las excavaciones e investigaciones arqueológicas de Peralta Labrador en Cildá, El Cantón y la Espina del Gallego, que contiene además los restos de un gran barracón militar romano de ocupación, han puesto esto en evidencia. Estos yacimientos están catalogados, y en algún caso, declarados BIC como yacimientos arqueológicos (El Cincho). La puesta en marcha de proyectos eólicos en la Sierra del Escudo, dadas las obras e infraestructuras requeridas, constituyen un gran atentado contra el patrimonio histórico y arqueológico de la nuestra comunidad.

Los Polígonos eólicos previstos en Cantabria no tienen como objetivo la soberanía energética de la Comunidad o territorios afectados, sino que son, una vez más, acciones especulativas con carácter extractivista y destinada a la exportación en detrimento de una eficiencia energética real, siendo necesarias grandes redes de distribución de energía a los centros de consumo. Si se llevaran a cabo tal y como están previstos, nuestros pueblos acabarían por desaparecer, sufriendo una vez más la peor parte de una transición industrial impuesta. La transición energética prevista ha de tener como objetivo el desarrollo de un modelo energético consensuado, territorializado y distribuido, enfocado en una eficiencia energética real que en vez de implicar una mayor despoblación en nuestro medio rural, aporte soluciones a la recuperación de la vida rural.

Los colectivos abajo firmantes, preocupados por la defensa del territorio y un futuro sostenible de nuestra Comunidad, solicitan transparencia en las tramitaciones, conocer el informe del Gobierno de Cantabria en relación a la evaluación ambiental del P.E. Sierra del Escudo y reclaman de nuevo que el Gobierno de Cantabria imponga una moratoria hasta que sea aprobado el Plan Regional de Ordenación Territorial de Cantabria (PROT) que fije las directrices para la ordenación del territorio, definiendo el modelo territorial de la Comunidad Autónoma de forma global y a futuro y disponga de un Estudio Ambiental Estratégico elaborado.

Algunos de estos colectivos están ya estudiando las posibles respuestas legales, además de tratar de coordinar una respuesta popular ante la primera gran amenaza sobre la Cordillera Cantábrica en territorio cántabro.

COLECTIVOS FIRMANTES:

  • Asociación Cántabra para la Defensa del Patrimonio Subterráneo
  • Asociación Cultural La Libre
  • Asociación Cultural La Vorágine
  • Asociación Cultural Octubre
  • Asociación naturalista MUR
  • Asociación para la Defensa de los Recursos Naturales de Cantabria (ARCA)
  • Asociación para la Transformación Rural Asonautas
  • Cantabria No Se Vende (CNSV)
  • Grupo Alceda
  • Madres por el Clima Cantabria (MxClima)
  • Mesa Eólica de las Merindades
  • Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica (PDCC)
  • Plataforma para la Defensa de los Valles Pasiegos (PDVP)
  • Plataforma Sur de Cantabria y Montaña Palentina
  • Red Cambera
  • Sel del Pas
  • Unión de Ganaderos y Agricultores Montañeses (UGAM-COAG)

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