El Güertu de Jesús

Esa joyuca es El Güertu de Jesús. El dueñu cugía l´abonu de Cueva Cerviz, que tamién llamamos La Cueva de La Barbecha, diz.

Era un güertu atal, tinía de tóu.

Coordenaas UTM (nu son siguras, el terrenu es muy malu):

X: 403.137,18

Y: 4.799.384,63

El círculu

Daquella pidierin augua roju

y el augua espenzó a latir.

Abora pidin que torni azul

el roju de la idintidá gráficu 

de la intidá. Sinto al miruellu

cantar ena jarba. Apago la luz

vo a apagala, pa nu vee-la nochi

que lu escuendi.

Entrevista a Pablo Und Destruktion, fragmento

Henrique Mariño: Usted, para dar un salto adelante, mira hacia atrás.

Pablo Und Destruktion: Porque no creo en el atrás ni en el adelante de Barrio Sésamo. Todo el mundo que concibe esta dimensión trascendental de la persona se da cuenta de que hay determinadas parcelas de eternidad, y en la eternidad no hay atrás y no hay adelante. Simplemente, el sol sale cada mañana, se pone por la noche y al día siguiente vuelve a salir. Yo no creo en el tiempo lineal, uno de los grandes mitos a destruir. La izquierda justifica esa idea como progresismo: "El tiempo es lineal y vamos a mejor". Y la derecha, como decadentismo: "El tiempo es lineal y vamos a peor". No es así. De hecho, el tiempo a veces rima con épocas previas, del mismo modo que rimará con épocas futuras.

De entrevista en Público, aquí.

María Lado e Lucía Aldao no Luar

Verbo "ajuyar"

El verbo montañés ajuyar, aquí, se relaciona con el "ius usus inocuii" proveniente del Derecho romano, aquí: el derecho a recoger frutos una vez que el dueño ya lo haya hecho. En él se amparan, por ejemplo, los rebusqueros de la oliva extremeños.

El Palu de La Lomba

Esi es El Palu de La Lomba.

El palu es la antena, aclara.

Tien cincuenta y seis y es solu. Anda un pocu alifazáu. Acaba de quitá-las últimas vacas. Ha cugíu daque yeguas pa entretenese. Véi muchu la tele, diz que nu va a estar tul día sorripiando.

Con esi palu cugíamos la primera.

¿Y abora?

Abora zapéu.

La ley que no da ni para un mal chiste

Derogan la ley de memoria histórica aprovechando que nadie se acuerda de ella.

El bisonte

Pudimos llegar de milagro y logramos salir también de milagro. El helicóptero de rescate llegó a ponerse encima de nosotros para ver qué tal.

Es una braña rodeada de mazos y torcas.

Tuvimos suerte de que las vacas hubieran bajado hacía poco oscureciendo el camino a su paso. Es por tramos rojo, del mineral de hierro. Hay peñas también rojas donde habitan los buitres. Castru Rubiu está cerca, aquí. A veces pisas y retumba, suena a hueco. Los vecinos han ido dejando jisos para no perder el camino.

La braña está asociada a una cueva ocupada por las vacas en verano, según nos dijeron los vecinos. En un lateral de la boca se abre una oquedad que probablemente haya sido utilizada por el pastor como refugio. Hay un poste en el suelo que seguramente se utilice para parcelar la cueva y varios muretes derruidos.

Es imaginarse a las tudancas negras a oscuras, al fondo de la cueva, donde más boñiga hay, mirando desde los cercos blancos de sus ojos y echarse a temblar de la emoción.

Es quizá resultado de esta emoción que Raquel me dijera señalando a la primera de las columnas de la cueva: ¿lo ves?

Y sí, aunque sabemos que es imposible, yo también lo vi.

Las vistas del camino

El camino que conduce a los pastos de Coborros discurre por encima de lo que eran las copas de los árboles del bosque originario para ver los pueblos, Duña y Bustabláu, y ser visto desde ellos.

Los jóvenes eucaliptos todavía no lo tapan.

La cambera

Mi madre me intenta poner un guasap sobre una

CAM ver a

De nuevo:

CAM ver a

Déjalo ya hablamos en otro momento que es un rollo,

termina.

Timpiu, castellanu "tibio"

Timpiu, del latín TEPIDUS, aquí.

"La emportancia de lu timpiu en cucina" d´Aduriz, aquí.

La placa

El obrero que está poniendo la placa en homenaje a Teresa Junquera Ibrán se encomienda por lo bajo a Santa Águeda antes de perforar porque ha marcado los agujeros con un rotulador rojo cuando la superficie es también roja.

Es la segunda intentona. Tuvimos que abortar la primera porque la placa venía con una falta de ortografía.

Esta mujer no ha tenido suerte nunca.

Ena Ruea de San Roque / 2023

La cumía se jaz la nochi anterior ena ilesia del pueblu de Duña:

Al ser de día se dispón nel centru de la ruea:

Dibújase un círculu nel suelu y los vicinos se acaldan alreor:

Los organizaoris (que nu tienin primitíu cumer) van repartiendo sigún van pasando:

Si nu llevas platu propiu nu comis, que es lo que mos pasó a nós.

En relación, aquí.

Naturaleza létricu

Bía lluvíu ena tarduca

n´anochiciendo, aparó.

Acolumbremos puntos de luz

parpagueaban nel aráu

qu´ensombricía la llosa.

"¡Amira, cocas de luz!"

El palu de luz de junta casa

encesu.

L´hampu de los muestros ojos.

God Only Knows - Yung Lean

Composición

Por entre esos abedules entra el viento que suena como la mar.

L´oju

En Lamiña.

Protagonistas de La Pasiega

Hoy sale en prensa un ex alto cargo de IU y del PSOE posando en La Pasiega, reclamando su parte de protagonismo.

El otro día fueron varios del PRC más los del PP.

Yo creo que salvo Cantabristas están todos en el ajo, o al menos así se presentan. Para no olvidarlo.

"El helecho", poema de Amós de Escalante

El helecho*

Pomposo airón sobre la roca ondea,

del bosque antiguo entre los troncos grana

y al agua viva que en las breñas mana

el frío guarda y el cristal sombrea.

    Tuéstale octubre, si en abril verdea,

su hoja, menuda y riza filigrana,

y el vario gusto y vanidad mundana,

falto de fruto y flor, no lisonjea.

    Timbre del pueblo montañés un día,

nunca novel señor juzgó vasallo

suelo que a regia donación debía,

    mientras, dejados huestes y caballo,

de posesión en prenda, no tendía

con la espada a sus pies el duro tallo.

*Entrado el siglo XV, viniendo Don Diego Hurtado de Mendoza a tomar posesión de las tierras de la casa de la Vega, usó en Ruiseñada, del alfoz de Lloredo, según testigo de vista, de la fórmula de cortar helechos con su espada. No de otro modo, en el inmediato siglo, Vasco Núñez de Balboa tomaba posesión del mar del Sur en nombre del Rey de España, entrándose armado por las olas y acuchillándolas.

Poema (y nota al pie) tomado de las obras escogidas de Amós de Escalante publicadas el año 1956.

En relación, aquí.

El "jisquíu" en Amós de Escalante y nosotros en el Alto Asón

"Calaban la montaña abajo con celeridad pasmosa, atajando el camino, estremeciendo las rocas con ese alarido peculiar de las razas montañesas, que parece al extraño siniestro aviso, señal misteriosa, grito de combate, provocación o amenaza, y no es más que un saludo o el obligado estribillo de sus cantares."

De "Peregrinaciones: Covadonga", capítulo de Bocetos, narraciones, episodios y paisajes (en obras escogidas de 1956) de Amos de Escalante. El original es de 1877.

Se refiere, obviamente, a los jisquíos, aquí.

Nosotros hemos tenido la fortuna de ver algo parecido en las marzas de Soba, aquí y aquí. Los mozos vestidos de pieles y ataviados con campanos bajaban de un pueblo a otro corriendo monte a través. El autobús que les estaba esperando, vacío. Nosotros bajábamos en coche. La carretera zigzagueaba y durante todo el descenso nos íbamos cruzando con ellos que bajaban a derecho, gritando. Fue muy emocionante.

No creo que sea solo un saludo o el estribillo de una canción.

La furia

Parece que estoy abriendo una chocolatina, por el ruido, pero no, lo que estoy es estrujando con furia una antigua tira de celo amarillenta que, casi desprendida por el calor, he aprovechado para retirar del lomo de un libro donde ya no había tejuelo.

Salmón cocido en Amós de Escalante

"Adelantábase ya el otoño (...). Otros (...) sazonaban una cazuela de sopas encima de tres piedras al fuego de árgomas y boñigas. (...)

De improviso, y sin que nadie pudiera decir por dónde había venido, apareció frente a la venta [de La Pasiega] un hombre. Descalzo, arremangados brazos y piernas, patente la velluda piel por los entreabiertos pechos de la camisa que le vestía el busto, traía a la espalda, colgando de un garrote, un par de zapatos y un haz de helechos, entre cuyas hojas relucía la plateada cola de un salmón.

Al punto fue rodeado de milicianos (...). 

- Dios sea con la buena compañía - dijo el pescador, levantando su astrosa cachucha. (...)

Breve fue el ajuste (...). Mientras, el salmón, entregado a los más peritos, que nunca faltaban en el arte de la cocina, pasaba a cocer dentro del gran caldero de la venta. (...)

Unos momentos después, el vivaque estaba convertido en comedor inmenso y variado, donde sonaban a la par la cuchara de haya del soldado y la de plata que la celosa madre o esposa había cuidado de alojar en el maletín de un miliciano. Había de estos también quienes, a la vista del ajuar de munición de sus compañeros, se avergonzaban de la plata y la dejaban yacer entre la ropa blanca. (...)

Por ella [por una cuesta] desembocó un jinete, viniendo a turbar la sabrosa ocupación del vivaque. (...) Más de una mano se paró antes de llegar a la boca, y deshaciendo camino, volvió al plato o la cazuela la cuchara llena y próxima a sumirse entre ambas mandíbulas. (...)

En la mesa de los oficiales (...). El salmón humeando, tendido sobre una tabla (que en losa no era posible), curiosamente florecido con ramillos de perejil, era traído de la cocina en los robustos brazos de un soldado. (...)

El salmón seguía humeando, puesto ya en la mesa, abriéndosele por todas partes la suave piel, y mostrando a través de los jirones sus sonrosadas y provocativas carnes."

Del segundo capítulo de Nieblas pardas: Escenas de la guerra civil, relato de Bocetos, narraciones, episodios y paisajes de Amós de Escalante. Yo manejo las obras escogidas llevadas a imprenta el año 1956. La versión primera es del año 1870.

El ahorro

La limpiadora guarda en el office la botella grande con el agua que le ha sobrado de regar las plantas para aprovecharla al día siguiente. Se ha ido de vacaciones y su suplente hace lo mismo.

De pequeño me sorprendía una tía paterna, que dejaba las luces encendidas de todas las habitaciones aunque estuvieran vacías.

La atención

En un programa de radio dedicado a Allende no sé si mencionaron a Lorca o a Lauaxeta porque estaba desayunando y el crujido de las tostadas no me dejó oír.

Revival

Dos fotos (buenas) de Héctor Ruiz del Día de los Indianos celebrado en la finca del Marqués de Valdecilla de Medio Cudeyo.

No creo que sea buena idea, no creo que este tipo de celebraciones conduzcan a nada bueno.

La raíz del problema

La conversión de la tierra en suelo está en la raíz de todo.

"Al otro lado del río y entre los árboles" de Hemingway, fragmento

"Estaban tendidos sobre la cama, sin hablar palabra, y el coronel percibía los latidos del corazón de la joven. Nada más fácil que oír los latidos de un corazón bajo un suéter negro tejido por alguien de la familia, y sus negros cabellos, largos y densos, se derramaban sobre su brazo. No pesan nada - se dijo el coronel -: son la cosa más liviana del mundo. Ella estaba quieta y amante, y fuera cual fuese el secreto de ambos, se hallaban en plena comunicación".

De Al otro lado del río y entre los árboles (Planeta, 1981) de Ernest Hemingway, p. 176.

Las comparaciones

Estaban sentados bajo una sombrilla que ya no daba sombra comparando las condiciones de trabajo de cuando ellos eran jóvenes con las actuales. Las suyas de entonces eran mucho peores que las de ahora, claro. Se daban la razón los unos a los otros. El que más hablaba acababa de bajar del tejado de una casa de la Calle Alta de catorce pisos. Estaba anocheciendo y él tenía algo más de sesenta años.

Oye, dame fuego que me he olvidado el mechero en la obra, le pide al camarero que había salido a la puerta del mesón a fumar. De mediana edad, de uniforme.

Se acerca a su mesa de la terraza arrastrando los pies y cabizbajo. Se para, le alcanza el mechero y mientras espera a que el otro prenda el cigarro, tira el suyo consumido al suelo, lo aplasta y frota con el pie.

Eso es lo que hacen los perros al cagar, salta uno.

Eso es lo que me dijeron a mí al echarme de casa: vete, perro, espeta él.

(Silencio)

El otro le devuelve el mechero y el camarero regresa al mesón como vino, arrastrando los pies y cabizbajo.

Ballad of Sir Frankie Crisp (Let It Roll) (2020 Mix)

Los girasoles

Fui a leer un poco a la terraza de un bar que hay detrás del antiguo Simago y como estaba llena me acerqué a la de un mesón de toda la vida que hay en la misma calle. Al lado había un grupo de obreros de la construcción despidiéndose de la jornada laboral. Eran mayores, tendrían en torno a sesenta años. Uno de ellos era de Liencres. Decía que su padre tenía vacas y que ganaba más por la grasa que por la leche. Fueron de no sé qué fábrica o institución a preguntarle cómo hacía para obtener tan buen rendimiento y él les reveló que porque daba a las vacas girasoles.

Los girasoles de aquí no son como los de Castilla, dice.

Los girasoles de aquí alcanzan fácil los dos metros de altura y tienen unas coronas así, y no le veo, no veo cuánto de grandes son según él las coronas de los girasoles de Cantabria porque finjo leer.

Los girasoles de Castilla son más pequeños y están más secos, por eso valen para aceite, asegura. Los de aquí no, continúa, los de aquí son para el ganado.

Por eso que mi padre ganara tanto dinero.

Iguales

Echo al puré los mismos cachitos de pan que echo a los gorriones que se posan en la ventana a la hora de comer.

La familia, la llegada de las primeras lluvias, la piedra de las avellanas, "marcos" de provincias castellanas y el "toral" de Terán

(1)

La trastienda.

En la planta de arriba del Mercado de La Esperanza, donde el bar.

(2)

Ramu en casa en construcción en la mies de Cabuérniga.

Visto está que el ramu se pone cuando se termina el tejado. Es reminiscencia del cuadru. Se levanta el cuadru, se termina el tejáu y se pone el ramu. Esto se hace durante el verano. Después, coincidiendo con la llegada de las lluvias, se cierra el conjunto con paredes, que es el momento que refleja la foto.

(3)

Piedra para partir avellanas.

En un matu en la mies de Terán. Es en los matos donde se localizan los avellanos que están más cerca del pueblo.

En Cabuérniga, el matu es el montón de piedras que resulta de limpiar una superficie. También se llaman muriazos. Los matos de la mies tienen, en consecuencia, tantos años como la mies misma, que es como poco milenaria.

Las matas son los bosquetes. Los matos son también los bosquetes pero de menor entidad. Está aquí operando la diferencia de calidad en función del género, mejor para el femenino.

Supongo que lo de matos de la mies sea por lo que tienen de arboleda (avellanos sobre todo) no tanto por el acúmulo de piedras, es decir, que matu venga del reino vegetal, no del mineral. Pero no lo sé. Contrariamente, puede que matu venga de la piedra y que como entre piedras nacen árboles, que matu se aplique también a los bosquetes. Pero creo más acertada la primera opción.

(4)

Lo que creo son marcos de provincias castellanas: Salamanca, Zamora y Palencia.

Es en La Calleja Cárabes, al pie del monte La Cruz de Sopeña de Cabuérniga. Al fondo el barrio La Barcenuca y entre medias La Mies de Urbina.

(5)

Este es el pernal o toral que decía aquí que podría explicar la etimología de Terán. Se ve el campanario de la parroquia al fondo.

"Perla", herrera

Perla, creo que herrera en castellano, por las rayas del color del hierro de sus flancos. En Málaga y puertos del litoral oriental se llama mabre por influencia del catalán marbre, "mármol". Su nombre científico creo que es Lithognathus mormyrus.

Porque tiene luz propia, dice la pescadera de La Esperanza. Raquel identifica un color anacarado, efectivamente, perlado.

Solo había una.

Entran muy pocas, dice la pescadera.

A la plancha:

Exquisita.

El "jisu" de "La Purtilla del Carmen", arrancado

Hemos encontrado el jisu de La Purtilla del Carmen de la mies de Sopeña de Cabuérniga, con probablemente mil años de antigüedad, arrancado:

La mies ya sabéis que es el espacio destinado en origen a terrazgo (primero mijo y otros cereales, luego maíz americano tras haber sido puesto a prueba probablemente en las llosas próximas a las casas). La mies es el anillo funcional que está más cerca del núcleo de población. Le siguen las praerias, los invernales, etc. En la actualidad la mies está penetrada por prados. Se encuentra cerrada por una pared de piedra seca (de esas que según el Gobierno de Cantabria no existen) o moriu (palabra que según el Gobierno de Cantabria tampoco existe) común. En el interior las fincas están delimitadas por jisos (palabra que el Gobierno de Cantabria tampoco reconoce). Estas fincas reciben el nombre de jazas (que tampoco, y lo voy a dejar ya) y tienden al rectángulo. La mies es un espacio de aprovechamiento individual pero gestión colectiva. Esta última viene representada por la pared perimetral de canto rodado y sus correspondientes accesos o purtillas. Todo este sistema cristalizó en el año 1000, pero se venía cocinando desde al menos medio milenio atrás a partir de un sustrato prerromano. 

El fin de la cosecha coincide con la vuelta del ganado de los puertos, dejándose entonces abiertas las purtillas para que entre el ganado y aproveche los rastrojos. Es la conocida como derrota. Las purtillas son muy pocas y están situadas en sitios estratégicos, simbólicos. La Purtilla del Carmen está al lado de la iglesia y es la principal del pueblo, la que da acceso a la mies de Sopeña de Cabuérniga desde el centro del pueblo. Ha aparecido como se ve en las fotos, rota, y el jisu que es su principal elemento y su símbolo, roto y tirado en el suelo.

Hay cerca una obra en marcha. Están construyendo una casa en la mies.

La marea bajó una vez y ya no volvió a subir

También venía una pescadera

de Santoña o de por ahí.

Dos o tres veces por semana.

Con la pandemia dejó de venir

nunca más supimos de ella.

El agua de lluvia arrastra

suciedad por los arcenes.

Praos del Cuetu en Sierra de Cos

Praos del Cuetu en Sierra de Cos con El Escudu de fondo y el Valle de Cabuérniga al pie. La foto debe tener un año cumplido.

El qué dirán

Me acuerdo de una vez, fin de semana sería, hace tiempo ya, Raquel y yo paseando por los jardines de pereda, el centro botín en obras, creo, la conexión con el hotel bahía seguro, que es donde nos encontramos y saludamos: un doctor de la vieja guardia y su mujer, una señora vestida con lo que parecía una cortina pesada que al pasar nos miró fatal, me volví y la sorprendí preguntando a su marido que quiénes éramos, haciendo gestos, que cómo es que nos había saludado, a esos, nosotros me puedo imaginar que en vaqueros si acaso, y su marido

su marido poco después en las noticias por estar siendo investigado en EE.UU. por sobornos multimillonarios de las farmacéuticas.