
En la foto evito que se vea del todo el destrozo. El árbol de las quemas queda a la izquierda, no se ve.
La segunda sorpresa, ésta agradable, fue que no hay una losa, hay muchas con hoyos, algunos con un canalillo que muere en el canto. Ya conté aquí (punto 5) que de pequeños jugábamos a tallar en estas losas nuestros nombres y las figuras que se nos ocurrían. Pero estas cazoletas que hoy se ven no las recuerdo, aunque es probable que estuvieran, ni sé a qué responden. Quizá sea cosa de los tenderetes que se montaban en El Carmen o que estén relacionadas con la garáuja o madera de Castilla o que se hicieran para evacuar el agua de las losas y poder sentarse, que se trate de un proceso natural o que sea mezcla de proceso natural e intervención humana, la cazoleta cosa del primero y el desagüe del segundo en una simbiosis equivalente a la que hemos visto en los camberones, que la naturaleza socava y el humano acondiciona.
Cazoletas:


Cazoletas y canalillos:


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