Era una señora de 95 años y su hijo, del barrio de Periedo (sic). Tenían tres tipos de alubias: blancas, amarillas (en la foto) y rojas (el hijo) o coloraas (la madre), que el hijo identificó como caricos, aunque esta palabra asegura que nunca se dijo en su casa. También han tenido pintas pero ya no. Las había desgranado la madre y la suegra. La señora nos explicó cómo:
Las amarillas se diferenciaban de las verdinas por un punto que las acercaba a la variedad que encontramos en el pueblo de Zarcea, aquí. Estas amarillas no las tenía nadie más en la feria de la alubia de este fin de semana en Casar de Periedo.

