miércoles, 25 de mayo de 2016

Latas, Llatas y otros topónimos santanderinos relacionados con las viñas

Leo en libro sobre toponimia de Santander de José Luis Sánchez Landeras, año 2004, muy meritorio, que el topónimo Llatas aparece documentado desde el año 1856, Llatías desde 1753, Lantías desde 1861 y Latías y Latillas desde el año 1753, todos cuetanos, y que en Santander los topónimos Latas y Llatas, en la ladera de La Gándara hacia Las Llamas, están documentados desde el año 1348 y 1643, respectivamente.

En su día relacioné esta serie de topónimos santanderinos con antiguos cerramientos no de piedra sino de madera, tal vez vallas, dejándome llevar por una familia léxica que enhebra como cuentas de un mismo collar las tiras de avellano con las que se construyen los cuévanos (siguiendo a García-Lomas), los portillos de fincas castreños (siguiendo al autor de Léxico castreño), varales para colgar mazorcas en Asturias, cubiertas de madera en la arquitectura tradicional sanabresa, divisiones internas de tabla en los hórreos vizcaínos, etc.

El otro día en Santoña uno de los promotores de los vinos Babor y Estribor, pensados para el maridaje con las anchoas, me dijo que toda la ladera a sur del Buciero estaba llena de tablas para las viñas. No dijo viñas ni fincas..., no: dijo tablas.

¿Estarán los topónimos Latas/Llatas y Latías/Llatías relacionados con antiguos cultivos de uva? Es más que probable. Ya sabemos que la costa norte de Santander es en gran medida un paisaje de viñedo. De hecho, los vecinos de Cueto todavía se refieren a sus fincas como viñas. Pero puede que esta palabra, viña, sea reciente, que sea una palabra epigonal, de despedida, y que antes que viña se empleara otra, y que ésta no fuera tabla, como en Santoña, sino otra puede que todavía más antigua, en consonancia con un cultivo también antiguo entre nosotros, como lata o, palatizado, llata, de donde latía/llatía.

El hipotético sustantivo santanderino llata se podría considerar, entonces, sinónimo del santoñés tabla y a éste tomarlo como sinónimo, o casi, de viña.

Sánchez Landeras apunta posible etimología de llata y familia: del bajo latín LATTA, "vara o palo largo", común a toda la península, además de a Francia, parte de Italia y los Alpes Centrales. El latín procedería a su vez del celta SLATTA, presente en el irlandés slat, el galés llath y el bretón laz, con el significado de "varita", aunque también podría hacerlo del germánico LATTA, presente en el alemán latte y neerlandés lat, "vigueta".

Aprovecho esta entrada para anunciar la próxima reunión de la Asociación en Defensa de la Senda y Costa Norte de Santander, este jueves a las 20 h. en el Hogar San Pablo.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Entonces, cómo es la cosa... ¿la palabra "viña" es castellana y no montañesa?

Anónimo dijo...

"Sierra Llatas" se menciona entre los puntos principales de la costa municipal en la "Guía de Santander" de Remigio Salomón (segunda edición, de 1861). Desconozco si es la misma Llatas que nombras entre La Gándara y Las Llamas, pero por si acaso, ahí queda. Saludos!

Serrón dijo...

Estoy pensando que también podría ser que "llata" se reservara para viñas escalonadas. Su localización en la ladera de una sierra y en La Gándara al menos no lo desmiente. Los escalones estarían hechos con tablas, y de ahí "llata".

Se me ha encendido la bombilla leyendo el comentario sobre "Sierra Llatas".

Serrón dijo...

No confundir los escalones de las viñas (que en Santoña creo poder confirmar que son conocidos como "tablas" y en Santander podría ser que como "llatas") con los escalones de las mieses. Estos últimos están provocados por el paso y repaso del arado. A cada finca de la mies se la conoce como "jaza" y al salto entre escalón y escalón, cuando se da, como "linderón". Los "linderones" los tiene que mantener (y, llegado el caso, puede aprovecharse de ellos) el propietario de la finca o "jaza" que está debajo.

Anónimo dijo...

También tenemos "latillas" para llamar a los listones o tablillas delgadas que unen los estadojos cerrando así los laterales del carro.
Los escalones de las mieses no son consecuencia del arar,primero tiene que ser hacer una cava y su ayuda de pared si la necesita y después ya arar.

Apa.

Serrón dijo...

Tienes toda la razón, Apa, las "jazas" aterrazadas no nacen del arado sino que requieren labores de acondicionamiento previas.

Lo que quizá sí venga determinado por el arado es la anchura de la "jaza": la necesaria para que el tiro pueda dar la vuelta. ¿No crees?

Gracias también por la palabra "latilla". El otro día conocimos en un pueblo próximo a Cabezón de la Sal a un anciano que era hijo de un antiguo constructor de carros chillones. Nos dijo que si le dibujábamos uno le ponía nombre a todas sus piezas.

Anónimo dijo...

Ten en cuenta que los primeros arados jocones no daban la vuelta, se volvía la pareja pasos atrás hasta la linde para empezar una nueva hilera. Eso en las tierras que se arasen con pareja, ya que un buen numero de ellas se cavaban a mano.

Apa

Serrón dijo...

Tablaos, Los (de Manguerra): fincas rectangulares en los invernales de Manguerra, en san Sebastián de Garabadanl.

Tabla también podría ser finca con forma rectangular.

Serrón dijo...

"Tabla" es también la parte alta de la pierna trasera de la vaca. Es ahí donde se pone el "marcu" de Colsa para diferenciarlo del de Carmona, CA en ambos casos, poniéndose el de Carmona en el "cuartu", más abajo.

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