lunes, 21 de julio de 2025

Fiestas de Santander

Primera hora de la mañana del sábado. Una anciana gitana se ha puesto a pedir en la puerta del súper que hay al final de la C/ Floranes. La oigo gritar. Cuando paso a su lado dice que la están tirando porquería desde una ventana. Efectivamente, en el suelo hay lo que parecen ser esas telas que se ponen al fondo de las bandejas de carne para que chupen la sangre. Entonces oigo que rebota una pepita de aguacate y marcho entre los gritos de la señora.

Primera hora de la mañana del domingo. Una señora tiene puesta una bandera española en el balcón y un pañuelo de plástico de las fiestas de Santander de los que regala el periódico subvencionado. Vive en el primero. Tiene rejas por dentro. Está poniendo otra bandera española que deje al pañuelo en medio y la saludamos. Un poco más adelante, bajando por la cuesta del Edificio Simeón, hay un subsahariano lavándose con agua que se echa de una botella de plástico arrugada. Canta bajito mientras se lava, no más alto que el ruido que hace el agua al caer, o quizá rece. Tiene una caseta de cartones en el hueco cubierto por una tejavana que hay entre dos edificios próximos.

Primera hora de hoy, lunes. Los aledaños de la Plaza de Méjico, en Cuatro Caminos, y la Cuesta de los Toros están cubiertos de basura. Cuatro coches y una furgoneta de la Policía Nacional en la puerta de Urgencias. Entro por atrás.

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