Se les echó encima "el tiempu del sol" (sic). No lo mataron y ahora tienen que esperar. Con el calor la carne no sabe bien, además que vienen moscas.
Para llamarlo utilizan "¡gorri, gorri!"
Esta expresión bien pudiera ser onomatopéyica, es decir, que imitara el gruñido del animal, que es lo que se dice de la palabra gorrino. Pero también pudiera pertenecer a la misma familia prerromana que gorrión y el vasco gorria, aquí. De haber una raíz prerromana relacionada con el color carne, esta expresión montañesa empleada para los chones sería su forma primera, la más pura y valiosa.
Al chon lo podéis ver aquí.
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