Te he visto y al principio, a lo lejos, no te reconocí
pensé que por el tiempo transcurrido
desde la última vez, pero no
porque nos vimos en La Esperanza hace poco
- no lo recordaba, ha sido a pocos pasos de ti que sí -
que ibas a comprar pescado para hacer caldo, recuerdas
nosotros porredanos que todavía tenemos congelados.
Te he visto esta mañana un poco desaliñado, Joserra
con una mochila al lado, sentado en el banco
mirando al lugar por donde cae rodando la alameda
los jilgueros a tu alrededor, cantando como locos
en las copas. No te reconocí al principio
luego sí. No ha pasado tanto tiempo pero lo parece.
Te ha costado saludar, pensé que no querrías.
Anoche hablamos de ti. Con Hugo y Gi, sí.
...
Tenemos que poner a descongelar los porredanos.
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