martes, 9 de mayo de 2023

Las manos, 1

La anciana estaba haciendo cola para comulgar. La acompañaba una señora que se le parecía, supongo que fuera hija suya. La anciana iba diciendo que tenía las palmas de las manos húmedas, preocupada, se las mostraba a la hija, mira. La hija se las cogía y le decía que no se preocupara, y la anciana se recostaba contra ella, daban un paso más y así hasta que les llegó el turno. La anciana extendió las manos que le había besado la hija y el cura le depositó la hostia en ellas.

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