martes, 8 de agosto de 2023

Las naranjas de la tienda

Mi madre siempre decía que embarazada de mí pasó mucho hambre, pese a tener tienda y en el Sardinero. Anhelaba comer una naranja, moría por una, pero le estaban vedadas. Las naranjas estaban para venderlas, no para comerlas.

Eran naranjas washington.

De milagro no nací yo con un antojo, dice.

No hay comentarios:

Archivu del blog