Me lo explica un amigo montañés: "Se trata de placas de hierro fundido que se ponían contra la pared, donde ardía el fuego, para que no se quemase mucho el muro y para que rebotase el calor hacia afuera. Solían tener relieves de tipo clásico (...) [E]l repertorio iba desde San Jorge o San Miguel a caballo, a vírgenes, amorcillos, venus o el mismísimo general Prim. Así que no te extrañe que en el escrito se refiera a un demonio de los del rabo en forma de flecha, o algún dios Pan o fauno de patas y cuernos de cabra."
El libro es realmente interesante. Está escrito de cabo a rabo en campurrianu. Se encuentra a la venta en la librería de Roales (C/ del Sol de Santander) y a disposición de todos en la Biblioteca Municipal de Santander.
Dibujo a tiza en una socarrena de Terán, Cabuérniga.
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