sábado, 10 de octubre de 2015

Caso de éxito: poesía nada más

Dicen los cultos esmerados que la poesía está al alcance de muy pocos.

Que es elitista.

Los cultos esmerados que se esmeran en escribir para ellos.

Minoritaria porque ellos son pocos.

Afortunadamente.

Pero me gustaría que estos cultos esmerados vieran esta foto:



Que la vieran con calma.

Incluso que la miraran.

Sí, el señor que está al fondo, encima del escenario, lleva boina.

Es un trovador.

Es en Cabezón de la Sal. Sí, un pueblo. Grandecito, pero pueblo. De esos que huelen a cuadra (como el queso de vaca que me apasiona: Gomber). Todos los que estábamos allí estábamos por él.

Lo he visto en otras muchas ocasiones.

He visto a todo el pueblo de Sopeña acudir al pie del escenario para escuchar a otro trovador.

Todos escuchando atentamente.

Muchos.

Elitista, sí.

De la única élite que merece la pena: el pueblo.

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