A ella los lirios no le gustan, dice.
A mí sí. Será porque los comía mucho de pequeño.
Será, responde.
Eran baratos, pregunto, y sí, confirma. Lo que pasa es que tienen que estar muy frescos, dice, y por fin entiendo la indirecta: entonces dame lubinas, pido.
1 comentario:
Para decirme que las lubinas eran de piscifactoría me dijo que no eran de la mar.
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