sábado, 13 de octubre de 2018

La convivencia



Los árboles de la alameda (a pesar de no ser álamos sino plátanos ((aunque en realidad tampoco sean plátanos (((esa forma compleja nuestra de relacionarnos con la naturaleza basada en sobreentendidos que desde fuera pudiera parecer confusa o fruto del desconocimiento cuando en realidad lo que refleja es una relación íntima))) los árboles de la alameda, decía, fueron plantados por presos carlistas. Eso en mi casa. A lo mejor la realidad es otra. Pero la de mi casa es: que los plátanos que no lo son de la alameda que tampoco lo es (para mí es ante todo una catedral por lo que me hace sentir sin creer ni querer, de sopetón, cuando subo a casa) fueron plantados por presos carlistas.

También se dice en casa que los de un lado fueron talados cuando se empezaron a construir los bloques, salvándose los del otro, por eso son más altos, aunque también que lo son no por los años sino porque la alameda es un túnel sin techo y los árboles tienen que levantar las copas para alcanzar el sol.

No sé cuántos hay a una mano y otra, nuevos y viejos. Los números de los portales de la C/ Vargas son todos impares y los de la C/ San Fernando, pares.

Sabéis que los intentaron talar todos para construir un aparcamiento subterráneo cuando los pelotazos pasaron a darse bajo tierra y que los vecinos consiguieron pararlo (en mi casa sacamos una sábana zurcida, que son las que más gustan a las madres, y es así, preguntad a las vuestras).

Cuando amanece grazna el cuervo. Luego llegan las urracas (que dicen en mi casa, no sé en otras, que aparecieron con la guerra). Al cuervo lo he visto en La Remonta. Desconozco si lleva mucho tiempo con nosotros, en la ciudad. Los mirlos (me cuesta no decir miruellos, pero y por qué no lo digo) llegaron en los años veinte, coincidiendo con la construcción del hospital y sus jardines, donde siguen.

He intentado salvar todos los nidos que he podido de la última poda.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En la actualidad (no así en el pasado) se considera alameda a todo paseo flanqueado por árboles. Los árboles de antes desconozco de qué clase serían (distintos seguro, hay fotos). Es cierto eso de que se talaron en 1946 debido a la prolongación de la calle Vargas. También hubo que desmantelar una fundición, la de Colongues, que me parece que fue alcalde de la ciudad.

En cualquier caso, diría que todos los árboles de la alameda de ahora son de 1946. Saludos.

Serrón dijo...

Manuel Llano tenía en casa un cuadro precioso de Colongues, supongo que pariente del que tú indicas. El cuadro se ve en una foto. Ardió en el incendio del 41.

Colongues empezó siendo un ilustrador de vanguardia y acabó siendo derechista (no sé si ambas cosas son excluentes o no). Hay un libro carlista con ilustraciones suyas muy buenas a la venta.

Los árboles de la parte de San Fernando, a la altura de la alameda de Oviedo, y muchos de la siguiente (hay partes en ésta flanqueadas por plátanos altos), yo creo que son los originales, no de los cuarenta.

En un portal de la Calle San Fernando, cerca de Numancia, en esos primeros portales, han puesto una foto enorme y preciosa de la alameda antigua con una niña mirando a cámara.

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