Alberto se acordaba de un relato de Jota sobre un pintor cuya especialidad era pintarlas calvas. Jota era muy bueno, quizá el mejor de todos. La última vez que coincidí con él ponía pladur.
Tengo pendiente donarlo todo a la biblioteca municipal de Santander, lo de Alberto del instituto y lo mío del colegio. Por eso están en el coche. Pablo Susinos está avisado y encantado.
Sugerí a Alberto que dedicara el ejemplar a la biblioteca municipal pero se negó porque lo iba a manchar, que mejor así. Supongo que también porque faltan los otros que lo hacían con él.
Le pregunto y Alberto tenía la colección completa pero cree recordar que se la dio a la Fundación Gerardo Diego.
Los números del fanzine que a mí me faltan los tiene un tal Boogest, el chico del quiosco de la telefónica de Cazoña. Se los dejé hace años, quizá décadas, y no me los ha devuelto a sabiendas. Tengo pendiente reclamárselos.
1 comentario:
Ya está en la biblioteca municipal que dirige Pablo.
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