miércoles, 27 de marzo de 2013

Rodáu

El rodáu es una especie de vestido abierto, como una toga, que llevaban los niños hasta comienzos del siglo XX (los abuelos de los que ahora tenemos aprox. 35 fueron los últimos en vestirlos). Es una palabra que aparece en el diccionario de la Real Academia de la Lengua bajo la forma "rodado" adscribiéndola a Asturias, León y Palencia (abría que añadir Cantabria, si acaso) y con un significado erróneo: "especie de refajo que usan las mujeres".

Viñales

"En otro tiempo la vieja población descansaba de las fatigas del mar arrancando a la tierra sus más óptimos frutos: las risueñas colinas de Miranda y del Alta repitieron mil veces las alegres cantinelas del laborioso pescador que cubría el suelo con la fresca hoja de la verde vid. Poseía cada jefe de familia una porción de terreno que dividía en tantos cuarterones como hijos tenía: arábale el  pescador cuando la débil proa de su barquilla no podía surcar el airado mar, y la tierra y el mar pagaban entonces al pescador doble tributo. Pero vino el pueblo nuevo y cambió por oro las tierras de su madre, y la achacosa anciana tuvo que abandonar las viñas de sus mayores y reducirse solo al fruto del mar". Tomado de El Buzón de la Botica, periódico santanderino de 1848.

En pejín, viña y viñal tienen el significado de "secadero de redes". Es probable que se deba a que antiguamente se aprovechaban las viñas costeras (y tanto; debían estar pegadas a la mar) para tender las redes.

Manuel Llano: "Días tristes de la dársena al Concejo, del Concejo a los viñales, de los viñales a las barcas, de las barcas a las nieblas de la costa" (artículo laredano publicado en La Voz de Cantabria el año 1931).

Baldomero de Laredo: "Cuando dije que el barco estaba pegado a los viñales, no quise decir que estuviera cerca de algún viñedo. Seguramente en tiempos ya olvidados había viñas, que se las conocería por viñales, y así quedó para siempre, aunque luego fuera donde se colgaban las redes para secar."

En Castro estos secaderos se conocen como viñas.

La primera cita es un fogonazo de luz.

martes, 26 de marzo de 2013

Tiez en Carmona

Recibo el siguiente correo desde Carmona:

"En Cabuérniga la consistencia y la capacidad de elasticidad es la correa, tiez es tez y también la parte externa de la que están formadas las cosas y se aplica por tanto, como en Asturias, a esa tela que hay entre la carne y el pelleyu (que no deja de ser la tez castellana) que le queda al animal desollado. El ejemplo que pone en asturiano de quitarle la tiez al suelo si sigue fregándolo se emplea también en La Montaña y no deja de ser más de lo mismo y no la dureza, el suelo no se va a ablandar por mucho que se restriegue pero sí puede perder la capa superficial que lo recubre.

Si cortamos un palo consistente es un palu con correa o con güena correa, la tiez del palo la tenemos en el corte que hemos dado donde se aprecia la calidad de la madera.

Correa tiene un velorto que retuerce y se hace maleable y tiez es el aspecto que presenta después de hecho donde se aprecia que ha sido flexible sin astillarse. Otro ejemplo puede ser el pan, que tiene corteza siempre, pero buena tiez sólo si su aspecto exterior es de estar bien horneado."

lunes, 25 de marzo de 2013

Chales

"Sucede algunas veces que la sardinera se casa con un marinero de barco de cruz, y a esto es a cuanto aspiran las bellas pescadoras: ofrécela esta colocación grandes ventajas: cuando su hombre vuelva del viaje la traerá un chal de crespón de la India encarnado, y con él saldrá a camparlo en las romerías: este chal de inmenso porvenir coloca a la sardinera en una elevada posición, si además posee una jarra valenciana de mil colores... ¡oh! entonces es mujer de pro: cuando sea madre, el recién nacido irá a la iglesia cubierto con el encarnado chal y acompañado con la jarra pinta: verá frecuentada su casa por sus vecinas en demanda del vistoso chal: el chal figurará en todas las bodas, en todos los bautizos del barrio; el chal, en fin, será con el tiempo el objeto de los deseos de sus hijas: el marinero además la traerá algunos cocos de la Habana... ¡como renunciar a tan risueño porvenir!" En El Buzón de la Botica, periódico de Santander de mediados del siglo XIX.

Corra 2

La señora pasiega que nos encontramos este fin de semana en Corra, barrio que se asoma a Esles, hablaba raro.

No sé si era pasiego.

Por ejemplo, decía viñeru en lugar de viñedo, pero no sé si porque ella lo decía así o si porque pensaba que nosotros lo decíamos así.

Me interesa el hecho de que ella fuera consciente de hablar distinto y de que intentara arrimarse a nuestra forma de hablar, me interesa más que las propias perlas que nos pudiera soltar.

También me interesa que recurriera al castellano para comunicarse con nosotros. Dejó claro que su estándar, pese a lo que hable en el día a día, es el castellano. No tiene otro a mano.

De lo anterior se desprende que el cántabro no existe, pero que (como estándar) es necesario.

El señor pasiego nos habló en un dialecto más próximo a mis expectativas: "lus butris" por los buitres, "Pepi" por Pepe, etc. Le hice una broma sobre los purriegos recurriendo a la tonada "de Polaciones no fíes". La entendió. Nos reímos. Ni nuestro amigo librero ni Raquel la entendieron. Se quedaron, por una vez, del otro lado. La comunicación siguió, de manera puntual, una vía ajena al castellano. Un nuevo estándar es posible.

Corra 1

Subimos este sábado a Corra, uno de los barrios pasiegos del circo de cumbres que rodea Esles.

Íbamos un librero de viejo con sus dos perros, Raquel y yo. Nos topamos primero con un anciano y más tarde con una anciana, los dos pasiegos. Él vestía chaqueta muy bien remendada y elegante; ella, botas de montaña, calcetines altos encima de los leotardos, enaguas, saya, delantal, jersey, chaqueta y pañuelo a la cabeza. Los labios los tenía pintados y las manos muy cuidadas (de hecho agarraba la picaya con un trapito rojo para no estropeárselas). Respondían al arquetipo (el nuestro) del buen salvaje: inocentes, nobles, humildes, sanos.

Recuerdo la primera película que ví de Guerin: Tren de sombras. La programó el Aula de Letras de la UC en el antiguo cine Los Ángeles de Santander. Yo iba con un amigo al que me costó convencer. A última hora, gesto muy de Cazoña, de donde era él, reculó. Había dos chicos a la puerta. Les pregunté que si habían visto la peli y que qué tal. Me dijeron que sí, que merecía la pena verla. Finalmente entramos. La sala estaba casi vacía. Al cabo de unos pocos minutos suben a la tarima los dos chicos de la puerta. Eran los directores del Aula de Letras y de la película.

La película, que recomiendo, es una reflexión sobre la naturaleza del cine que emplea como materia prima unos rollos de película antiguos que el director encuentra en un mercadillo francés. Los rollos recogen escenas pretendidamente plácidas, neutras, inocentes. Pero a través del montaje, Guerin va descubriendo tensiones: la relación que mantiene el padre de familia con una de las criadas, el momento en que la mujer se da cuenta, etc.

Volviendo a nuestro paseo por Corra, y con la película de Guerin cargada en la cabeza, la chaqueta del señor se me hace demasiado elegante, lo mismo que los labios pintados de la señora, demasiado refinados.

No albergaría dudas si supiera decodificar el código que emplean los campesinos a la hora de vestirse. Pero lo único que tengo a mi alcance son estudios de lo que vestían mis paisanos hace cien años, nada que me permita saber qué me une a ellos hoy a través de su vestimenta actual. Solo pasado. Lo que empezamos a ser.

viernes, 22 de marzo de 2013

Respigos

Desde hace tiempo estoy intrigado con los grelos gallegos. ¿Qué son? Hoy me entero: en el oriente de Cantabria son muy valorados culinariamente los respigos, que son los brotes tiernos de los nabos; pues bien, las hojas ya crecidas son los grelos. Por cierto, cuando mi madre, que es cabuérniga, se fue a vivir a Colindres, le pareció extrañísimo que se comieran los respigos, que en su valle se dan a los cerdos.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Sustifautu

Sustifautu, en La Montaña, "estupefacto". Es una palabra preciosa. Además, demuestra que otras del estilo perfeutu (perfecto) o pautu (pacto), tan cuestionadas, podrían ser reales (y no solo existir en el mundo vegetal de los libros).

L´aburtuña

La "aburtuña", en La Montaña (al menos), es la vaca que aborta y se deja en casa (se la segrega del ciclo anual que recorre el territorio de arriba a abajo, de la mies a la braña) para leche.

Era la vaca más importante tras "la pareja" (de vacas "duendas" o domesticadas).

La "aburtuña" ("l´aburtuña") fue sustituida por la "suiza", vaca pardo - alpina.

martes, 19 de marzo de 2013

Paseras ciclópeas pasiegas


Ja, ja, ja (riendo)


De cría mi madre, en el pueblo, participaba en una obra de teatro organizada, imagino, por el cura. A una compañera le tocaba un parlamento gracioso. Lo dijo con semblante ceñudo, probablemente sin entender nada de lo que decía (sospecho una de esas obras con moralina fascista) y añadió: "Ja, ja, ja (riendo)", ésto también con semblante serio a más no poder.

Pues eso, que estamos en venta, pero que no se note: Ja, ja, ja (riendo).

Exprimidor


En un escaparate de Novales, claro.

Indios


Siempre tuve la certeza de que Novales era una de nuestras reservas espirituales.

Pan duro

Tengo una vecina que vive para dar de comer a los animales. Está muy mayor y yo creo que algo mal de la cabeza. Te la encuentras apoyada en una pared y de repente le caen puñados de granos de maiz por las perneras del pantalón. Lo mejor es la cara de disimulo que pone. Le encanta desmigar pan duro por las esquinas. Echa tanto que entiendes por qué en las esquinas: por esa duplicidad que tienen, ese ser dos espacios al tiempo, uno y otro, el doble de pan desmigado. La panadera del barrio le suele dejar bolsas en su portal. La foto está tomada a las 7:30 h. de la mañana. A ella también le está esperando la bolsa del pan a la puerta de casa, aunque se trate de pan duro.

Encacháu

Encacháu en Tetuán, cerca del túnel del Sardineru.

Simbiosis


Detalle de una postal antigua de Puertu Chicu (Puerto Pequeño, para los castellanófilos) de Santander.

Intenciones

En el BEC de Bilbao, impresionante, han empleado el mismo tipo de cerramiento que el Centro de Datos del Banco Santander en Solares. Pero en el cerramiento del BEC los "estadojos" metálicos son romos, como se aprecia en la foto, y en el tinglado montado por Botín terminan en punta (no tengo fotos porque no me he atrevido a hacerlas).

Pared sospechosa

Pongo dos fotos de una pared que asoma en una calluca que hay por detrás de la calle Vargas de Santander, a la altura ya, prácticamente, de la Plaza del Rey. Llamo la atención de la antigüedad (relativa, tratándose de Santander) de la casa y de la incompatibilidad entre la humildad de ésta y la monumentalidad de la pared. Por esa zona debía estar la muralla de la antigua ciudad de Santander.


lunes, 18 de marzo de 2013

Las Llamas de Santander


En Santander, el parque de Las Llamas no está ardiendo. La fotu la he tomáu de un fanzine local.

Intervención ciudadana


Falso autorretrato


No vivo ahí
ni soy yo
el que está ahí (es un reflejo
en un coche que no es mío).

Manzanas de Guriezu

¿Qué jué de las manzanas de Guriezu? La lorenzana, la ortabeta, la mingana y la llanera... ¿Ó están?

Corvu

Heredé de mi tío Nel, bastiano, un "corvu", cuya foto adjunto. Falta la cuerda, cuya atadura, que puede ser de dos tipos, la básica y otra más estética, reviste cierta complicación, sobre todo en el último caso. Es una herramienta que facilita hacer nudos corredizos para cargar hierba a los hombros. En la última feria del desembalaje de Bilbao encontré otro "corvu" (no sabían lo que era) y me dijeron que procedía del Pirineo francés.

También encontré una tajadera y me dijeron, esta vez, que era salmantina. Cobraban 50 euros. Allá quedó.

Es mucho lo que compartimos las culturas de montaña europeas.

 

La Gurriana

Del Escudu abaja un vientu malu cara Santibáñez y Carreju que muer anantes d´allegar a Cabezón de la Sal.

Yo siempre cudé qu´esti topónimu tinía la ráiz UR-, mole de roca, cumu Los Urros de Liencres y Picu Urriellu, porque es un vientu que vien, precisamente, del monti, pero alcuentro lo que vien derréu en una obra de Xosé Lluis García Arias, y dudo:

"En asturiano pervive la expresión gurriana, en la frase tar de gurriana, estar el tiempo desapacible por el viento y por la niebla (Teberga), que podría tener equivalentes en algunas zonas italianas y que se remontaría a un étimo latino del tipo BOREAS". En Propuestes Etimolóxiques (1975-2000).

La Primovel

 
No tendremos juturu hasta que no seamos pa dar llamatu a las más de quinientas flores que pintó Botticelli en La Primovel.

sábado, 16 de marzo de 2013

Cambiar es adaptarse

Las "trigueras" son una especie de bandejas multiusos hechas de castaño. Sirven para aventar alubias o maíz, para posar quesos, guedejas de lana, vísceras del cerdo... Su nombre es probable que proceda de antes de la llegada del maíz (traído, como todos sabemos, de América).

Es el maíz, la necesidad de secarlo, el que explica la "pajareta" que más tarde evolucionó en "solana" (Saja) o "correor" (Nansa). Dado el éxito del maíz, no hay que despreciar cierto componente estético o de prestigio: "pongo solana en mi casa porque cultivo maíz, y porque puedo" (pensarían). Más tarde a la "solana" se le daría otros muchos usos: para secar la ropa, para cuidar al niño, etc.

Sabiendo todo ésto, ver una "triguera" en un "solana" no deja de ser emocionante.

Carrambuela

Grosella, en Tudanca, "carrambuela". Parece tener cierto aire con el inglés "cranberry".

Lar / Llar

En La Montaña, al menos, el lar es el suelo de ladrillo donde se asienta el fuego y el llar o los llares las cadenas que cuelgan del cañón de la chimenea. No lo sabía. El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española sigue sin saberlo (ad infinitum). Manuel Llano emplea con propiedad ambos términos, ahora lo sé. La realidad es mucho más rica de lo que pensamos.

Bando sobre locución (1844)

El otro día un amigo me puso sobre la pista de una ilustración de un montañés con montera. La encontró en un periódico santanderino de mediados del siglo XIX que está a la venta por 1.500 euros. Lo vale. El caso es que este periódico se encuentra en la Biblioteca Municipal de Santander, nuestro particular sancta sanctorum. Pero cuando voy a buscar la ilustración, no está. La han debido robar. Lo que sí encuentro es lo que pongo a continuación.

El medio como tal no ejerce presión. Lo que ejerce presión son los valores que subyacen en el medio y que se activan, como bombas lapa, cuando son leídos. Valores en absoluto neutros. Valores con una procedencia concreta, con un destinatario concreto y con una intención clara. Este poema que transcribo a continuación demuestra que llevamos como poco siglo y medio bajo presión directa. Y aun así, aquí seguimos. No es poco.

BANDO SOBRE LOCUCIÓN

Como siempre es tan notable / en cualquiera sociedad / el hablar con propiedad, / toda falta es reparable. / Así, cuando alguno hable, / use términes corrientes; / porque serán indecentes / los que se pongan a hablar / no tratando de observar / los capítulos siguientes.

El que diga pretimeta, / y profiera sin recato / naide, estógamo y treato, / ha de dar una peseta. / Toda persona discreta / debe pagar doble multa, / si dice zuidá, premuta, / pedricador, compuniendo, / trempano, nenguno, juendo, / carambelos y reculta.

El que diga porcision, / dempues, Neculás y ansina, / ha de pagar la propina / al instante de un doblón. / Y si dijeren juncion, / ispetor y gomitar, / sin réplica ha de pagar / incontinenti cien reales, / que así se enseña a esos tales, / y van aprendiendo a hablar.

Estos acontecimientos / han llegado a tanto apuro, / que se le multa a un duro / al que diga decumentos. / Y así, dense por contentos / en solo pagar un real / cuando digan hespital / u otro nombre chavacano, / como intierro, cerujano, / comendante y prencipal.

Quien dijere trenidad, / maniantial y parlamiento, / pagará el tanto por ciento / conforme a su facultad. / Por decir causalidad / cirimonias, itiquetas, / se apronten cuatro pesetas / para gastos de escritorio; / y el que diga miritorio / sufrirá iguales baquetas.

Quien diga precuraor, / San Damáso, Trebunales, / y audencia, dé cinco reales; / siete si dice dotor; / veinte y cuatro, si retor; / y el que diga sacreficio / arrecogidas y hespicio, / doce reales de vellón; / y al decir sastifación / treinta y dos para el servicio.

Menistro, amenistraor, / probes, párraco y tiniente, / el que lo diga presente / dos reales al cobrador. / Y al que diga redator / de la Gaceta o Diario, / de leer el diccionario / la pena debe sufrir, / y después contribuir / con diez reales al Erario.

Tres reales dará en fianza / el que dijere pacencia, / cercustancia, comenencia, / manflorita y comparanza. / Esto no es broma ni chanza, / que está claro y terminante. / Nadie diga platicante, / ni melitar, ni sordado, / pues la multa de un ducado / satisfará en el instante.

A todos sirva de aviso / que al que dijere ofecina, / ecsigirle (sic.) la propina / de seis reales es preciso. / Si alguno pide premiso, / no tan solo se le niegue, / sino que en el acto entregue, / sin más dilación ni escusa, / dos reales para la inclusa: / quien sea tonto no juegue.

Item mas: últimamente / previene otro arancel, / que los que digan Grabiel / también paguen la patente, / seis cuartos para aguardiente, / y cuatro meses de escuela. / Y a los que digan prazuela, / después de abonar dos duros, / se les destierre estramuros / por dos años a la tela (sic.)

Deben quedar escluidos / de estas penas los pastores, / capataces, labradores / y otros hombres no instruidos, / perdonando estos descuidos / a los que del campo vienen. / Pero gentes que se tienen / por ilustradas y cultas, / deben aprontar las multas / que en mi bando se previenen.

Es copia de su original, doy fé. = El Secretario Espátula.

En El Buzón de la Botica, nº 12, Imprenta de Pedro Martínez, Santander, 1844, pp. 47 y 48.

viernes, 8 de marzo de 2013

Ensayo y error

La semana pasada me pareció ver a Renzo Piano en medio de la rotonda que está frente al Banco Santander, a las ocho menos cuarto de la mañana. Había un hombre muy bien vestido, muy "casual" (y tanto, allí y a esas horas), mirando hacia la bahía, y me pareció él.

La que estará tramando.

Hoy me entero de que Todolí, que ha sido director de la Tate durante diez años y es hoy, o así nos lo han vendido, fichaje estrella del proyecto de Botín (y al que, lo digo entre paréntesis, admiro profundamente, sobre todo desde que sé que se retiró durante varios años al pueblo de su familia en la montaña a hacer aceite /Tot Oli/) se ha comprometido a dirigir una sala italiana hasta el año 2016.

También sé que hay una responsable de la Fundación, no directamente vinculada al departamento de arte (que funciona, por otra parte, regular), en la Tate, estudiando.

¿Qué va a ser el Centro de Arte Botín? No sabemos muy bien qué por fuera, pero mucho menos, y es lo más importante, qué por dentro. ¿Cree Botín que no tiene por qué dar explicaciones? Pues muy probablemente tenga razón. La que le hemos dado.

Ritos de pasu

El críu que abaja del monti tres ber esmanáu un jatu. O tuvía pior: el críu que abaja tres ber alcontráu al jatu espeñáu en un ervintíu, es cumu el críu masai que güelvi de la sabana dispués de ber matáu el sú primer león. Esi día acaba la sú enfancia de güelpi.

Passwords

El Diario Montañés ha publicado a lo largo de esta semana que concluye una noticia sobre una banda que robaba "jargos" al mar, otra sobre una foca que pescaba "sardas" en la costa de Suances hasta que se atragantó con un anzuelo y otra más sobre los bolos que "retinglan" en la bolera que ha montado El Corte Inglés. Las palabras que entrecomillo han sido publicadas tal cual en el periódico. Es todo un éxito. De forma tradicional la prensa solo reconoce los "argayos". Parece que si queremos empezar a tener visibilidad en la prensa vamos a tener que plegarnos a la realidad, dejar de ser tan outsiders, y empezar a hacer cosas absurdas.

jueves, 7 de marzo de 2013

La ciudá los miruellos

La mí madre y el mí güelu vinieron a la ciudá a buscu de un pisu anantes d´abaldonar tola familia el pueblu. Compráronlu onde se sintía al miruellu: un pisu a tresmanu del mundu, arrodiáos d´árboles. El campu sonoru del miruellu, el barriu. Una nueva identidá.

lunes, 4 de marzo de 2013

Chantajes

Dicen nuestros políticos del PP, en el Parlamento, que si los del PSOE hablan de Bárcenas ellos lo harán de los EREs de Andalucía o asuntos locales más comprometidos. Chantaje a la cara de todos. ¿Por qué? Porque pueden. No, me rectifico: porque les dejamos.

A razón limpia

Antes los ricos decían que lo eran porque eran mejores que los pobres. ¿Eres pobre? Por algo será. Yo soy rico porque soy mejor que tú.

Ésta era la lógica.

Acabo de oír en la radio que los ricos lo son porque se han sabido defender de la crisis mejor que los que lo han perdido todo. ¿Te has quedado con una mano delante y otra detrás? Por algo será. Yo conservo el yate porque lo he sabido defender. Tú no has sabido defender lo tuyo.

Es la nueva lógica.

Siempre van a tener la razón (la suya) de su parte. Nos falta crear la nuestra, nuestra razón.

Improvisación oral

¿En Cantabria improvisación oral? Sí, y no muy diferente, además, del bertsolarismo vasco (el tradicional, no las evoluciones actuales), las regueifas gallegas o los trovos alpujarreños. Perseguía la ofensa, el pique (como en la Ilíada). Era frecuente que la emplearan vecinos de pueblos diferentes para provocarse y que lo hicieran de forma colectiva, no a título individual ni entre vecinos de un mismo pueblo (éstos disponían de mecanismos más discretos para dirimir sus diferencias sin poner en riesgo la estabilidad de la comunidad). Las vecinas de San Sebastián de Garabandal, me cuentan, incluída mi abuela, defendían la propiedad de un monte frente a las vecinas del pueblo de al lado mediante versos improvisados. Unas en un pernal y otras en el de enfrente, diciéndose de todo a grito pelado. Teniendo en cuenta que las bastianas casi matan de una paliza a la mujer que subía a vender quesos al pueblo porque creían que hacía ojitos a sus hombres, no me las quiero imaginar defendiendo en bloque un monte. Temibles. Las improvisaciones se empezaban a armar al revés de como se decían, es decir, del final al principio. Ésto era así porque lo importante, el aguijón estaba al final y es por aquí por donde se empezaba a componer. Todo lo que precedía a este golpe de efecto final podía no ser estrictamente improvisado, podía ser una fórmula dada, podía ser un fragmento reciclado para la ocasión. El bertsolarismo hace lo mismo.

A día de hoy nuestra improvisación está relegada a las bodas. Yo mismo lo he presenciado, siendo crío, en una boda bastiana, hombres contra mujeres. Fue bastante impresionante, he de decir. Hay testimonios escritos en multitud de obras; en los textos de Pedro Madrid, que ahora recuerde. Cossío publicó un librito con improvisaciones de un vecino purriego. Bien podía hacerse con una copia la Biblioteca Central de Cantabria o la Municipal de Santander (la primera porque le toca y la segunda por vocación). Yo mismo se la puedo facilitar, en soporte electrónico, aunque con identificación de la biblioteca del CSIC que me la hizo llegar a mí.

En conclusión, nuestra improvisación oral está a la altura de cualquier otra. Nosotros, no. Nuestra improvisación oral puede dar de sí lo que se precise de ella, lo que se le pida, pero nosotros no lo haremos nunca. Estamos dilapidando una vez más nuestra herencia. Tanto para tan poco.

domingo, 3 de marzo de 2013

Si estás en peligru grita fuegu

Pasiaba antihier pola plaza l´Ayuntamientu de Santander cuando me trespón a tóo trapu un cochi de pollecía que apara a dos chiclanes de no más de venti años que diban por lantre de mí. En metá la plaza, qu´estaba cripía genti, salin tres pollecías que, arrodiándolis, lis pidin el DNI, que pusieran dencima el capó tolo que llevaban enos bulsillos... un escarniu públicu atal. Probes chavales. Vistían fatos d´isquí dellas tallas grandes, qu´es cumu se visti abora enos barrios populares de Santander. Cudo que pa la pollecía de Santander vistir asina es razón suficiente pa llevati a cumisaría (pijos de Santander, no olvidéis cambiavos de ropa de la que bajéis de la estación d´isquí).

Hará abora un añu que tuvi la oportunidá de cunocer a un chicu de barriu duru de Santander, La Gándara, unu de tantos. Era un magu de la enformática. Tinía un códigu d´honor almirabli. Los sús güelos eran de La Montaña, cumu los míos. ¿Qué será de él? ¿Lu habrán mitíu ya na cárcel o el sú fatu d´isquí, a ojos de la pollecía, tuvía no da la talla?

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