martes, 31 de mayo de 2016

Blanco y negro (apuntes sobre estética tradicional), El Toju, rejas combadas, rimeru de leña, ventana de una pieza agrandada, piedras de quicio reutilizadas, paredes de fincas decoradas, zumbas femeninas, abarcas a remojo, tres cruces, campanos en balcón, jardinera, juguetes, balcón reutilizado y diferencia entre solana y balcón

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Casa gótica pintada de blanco en Herrera de Ibio:



Interior de casa llana, la cuadra concretamente, pintada de blanco, en Ruente:





Ventana que aprovecha el vano del bocarón, en una casa llana de Lamiña:



Esta ventana está avisando de la llegada del balcón.

La casa es ésta:



En El Toju, Cabuérniga:



Fijaos en la decoración de los dinteles.

Esquinal:



En Casar de Periedo:



Son muchas las casas que nos hemos encontrado encaladas: sería genial intentar establecer patrones (toda la casa, solo la fachada, los esquinales, la sillería, etc.) y poner una foto de cada patrón (quien se anime puede utilizar las fotos de este blog con total libertad, citando).

Siempre se dijo que la cal se aplicaba por cuestiones sanitarias, y por obligación. No lo sé.

Primero que no sé si es lo mismo hablar de revocu que de cal. No sé si primero es el revocu y luego éste se encala o si la cal forma parte del revocu. Perdonad mi ignorancia. Son dudas que me asaltan cuando me pongo a escribir y cuando lo hago no suelo tener tiempo para hacer comprobaciones. Quizá no sea lo mismo una cosa que otra, revocu y cal, que una sea más antigua que otra, que una se aplique por decisión del vecino y que otra sea impuesta, pero que ambas coincidan en lo mismo: en sanear y en decorar. O quizá la cal nunca quiso decorar pero en manos de los vecinos acabó haciéndolo, tal que el revocu, la vertiente decorativa del revocu, quiero decir, porque imagino que éste tuviera más funciones que la meramente decorativa.

Y segundo, que lo blanco creo adivinar (o quiero creer, que es casi lo mismo) que tiene mucho de envés de lo negro. Ya he comentado por aquí en alguna ocasión que un tío mío carpintero, cabuérnigo, en cuanto puede lo pinta todo con aceite quemado, negro: sé que es una moda, que ahora los paisanos, probablemente equivocados, creen que ésta es la mejor forma de conservar la madera, dando una mano de aceite de coche quemado, pero no deja de ser sintomático: todo lo que pasa por sus manos, todo lo que elabora, lo (de alguna manera) preparado, lo torna negro. Lo blanco de las casas está marcando algo, pero no sé muy bien qué es: no aparece solo por razones higiénicas, o al menos el modo como se aplica no responde a razones puramente higiénicas: hay algo más, que quizá tampoco sea puramente decorativo.

Ahí está, por ejemplo, el rejunteáu, que es una forma característica de aplicación del revocu, no completa, no cubriendo toda la pared, sino solo las juntas entre las piedras: ni solo higiénico ni solo decorativo.

Aunque también pudiera ser que en nuestro mundo (entiéndase en el sentido más amplio posible, pues estoy refiriéndome al de adentro) además de lo higiénico, que no descarto, lo decorativo sea algo más que pura estética: yo cuando veo un palu pintu de los que hace Apa, por ejemplo, en positivo o en negativo, sus geometrías, detecto algo más que una intencionalidad estética, del propio Apa o heredada, intencionalidad que no niego, pues es más que evidente, pero hay algo más ahí aunque solo sea porque el palu pintu es un arma, un arma frente a alguien; permite adoptar una pose, una pose reconocible, propia y de tu grupo, pose que además puede variar según las circunstancias; porta unos símbolos, quizá los mismos que los tallados en tu balcón, etc. La estética en nuestros pueblos es algo que se me escapa completamente, pero que ya de lejos se vislumbra apasionante.



De esta casa gótica de Renedo alababa (emponderaba) un vecino sus proporciones, su armonía.

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Aquí ponía "El Toju".

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Rejas combadas en Ruente y Herrera de Ibio, respectivamente. Se suman a las otras de Carmona, Sopeña de Cabuérniga, Caviedes, Cohicillos, etc.

En Caviedes nos dijeron que era la marca del herrero pero es probable que no sea más que una solución para pasar cosas de un lado a otro. Hemos tratado en otras ocasiones sobre este tema (podéis hacer uso del buscador).

Este tema ya lo dejo.

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Rimeru de leña en Lamiña. Los aleros también tienen esta función.

Preparándolo, en Ruente:



Detalle de cómo se ayudan de las piedras que sobresalen para atar las cuerdas:



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Ventana de una sola pieza, fase cero, es decir, de casa llana, agrandada. Esta renegrida por dentro, del sarru u hollín de la cucina de pusiega (de suelo). Hemos tratado de estas ventanas en otras ocasiones. Esta ventana agrandada está anunciando las ventanas que vendrán después, más grandes. Sería genial hacer un esquema tipológico de ventanas, de la más antigua a la última artesana, preindustrial, con sus variantes: con cuarterones, con y sin cristal, el cristal cómo, de qué tipo (si de los que hacen aguas o no), etc.

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Piedras para puertas de quiciu reutilizadas en paredes de fincas, ambas en Ruente. La primera la identificó Raquel y la segunda un vecino. Lo hemos visto en al menos dos ocasiones más, una de ellas en Valle, aquí (punto 4).

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Ruente.

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Zumbas para yeguas propiedad de Raquel Cayón. No es habitual encontrar nombres de mujeres en este soporte.

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Abarcas a remojo en cucinu, Renedo.

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Tres cruces en la puerta de la iglesia de El Toju, dos en las jambas y una en la madera. A mí la redonda me tiene un poco despistado.

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Campanos en correor de Fresnea.

No es lo habitual. La vecina nos dijo que como el balcón es muy alto no hay problema, no les alcanza el sol. Es la tercera vez que lo vemos. Las otras son una en Puentenansa (balcón a norte) y otra en Renedo (más difícil encontrar explicación), con foto todas (haced uso del buscador, si queréis).

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Jardinera de morrillos en Riocorvo.

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En Gornazo.

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Lo que creo que es parte de un balcón reutilizado para separar el cuartu del portal de la pajareta en casa de Cohicillos. Si en realidad se tratara de un elemento pensado para su ubicación actual, es decir, para rematar el cuartu del portal, sería un descubrimiento. Pero no creo.

Se parece mucho al balcón que hemos visto en Corral de Cohicillos, aquí (punto 3).

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Diferencia clara entre balcón y solana, en Ibio.

lunes, 30 de mayo de 2016

Mar (pueblo)

Hilera de casas llanas en el pueblo de Mar. Ha sido modificada recientemente a partir de una fase de desarrollo primitiva (siento utilizar este adjetivo). Foto tomada desde el esquinal derecho (este):



Casa muy modificada, pero perfectamente reconocible:



El acceso en alto a esta casa medianera de Mar es parecido al de una casa que fotografiamos en Renedo de Cabuérniga, aquí (punto 7).

La hilera tiene por delante bastantes construcciones que impiden hacer una foto del conjunto:



Hastial de la última casa por la izquierda (oeste):



Trasera desde el oeste:



Un paso hacia atrás encontramos otra hilera.

Casa del extremo derecho (este):



Impresionantes los esquinales y escudos. Las casas de los extremos son las primeras que suelen presentar cuartos del portal, es decir, las casas más deseadas, por mejores.

Foto del conjunto desde la derecha (este):



Desde la izquierda (oeste):



Desde el centro hacia el oeste, centrando el tiro en el esquinal de la casa con la fachada rosa:



Detalles de la última casa de la izquierda (oeste), de nuevo una casa potente:





Delante de la primera hilera, pegada al camino real, hoy carretera general, hay otra hilera, esta vez compuesta por distintos segmentos:



Detalle hacia el oeste:



En suma, tenemos tres hileras de casas escalonadas hacia adentro de este a oeste a partir de la carretera, todas orientadas a suroeste. Este escalonamiento recuerda al descrito para el barrio de Jismana, aquí.

No todo son hileras:



Yo apostaría a que esta casa, la de la foto de arriba, es una antigua casa gótica sola con la doble división vivienda más doblete cuadra y pajar. Conserva el pozo. Quizá estuvo integrada en una hilera desaparecida o quizá esta casa nos esté indicando que las hileras, aquí, no se levantaron de una sola vez, o no todas, sino, tal y como defiende Ruiz de la Riva, son resultado de la agregación sucesiva de casas a un lado y otro de una casa matriz: bien podríamos encontrarnos ante un caso así.

Otra hilera ya casi a la salida del pueblo, hacia el oeste, de nuevo pegada a la carretera:



Foto de hueco a medio desarrollar que confirmaría lo dicho anteriormente, es decir, que no todas las hileras se construyen de una vez, sino que muchas son resultado del crecimiento paulatino a partir de una casa matriz:



Este tema de las hileras de casas bajas, las casas góticas solas, las hileras como producto acabado, las hileras en crecimiento, etc., es difícil de acotar.

En fin, Mar, lo recuerdo, es un pueblo a medio camino de Torrelavega y Santander. Sorprende su arquitectura. Las fotos de esta entrada las tomamos en una visita de apenas diez minutos.

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