sábado, 31 de agosto de 2024

Esquileros


En la piscifactoría de Fonfría dedicada a rodaballo, cerrada y vandalizada.

jueves, 29 de agosto de 2024

Los dibujos de pájaros sobre el Manzanares

Estaba vendiendo dibujos de pájaros en el Puente de Toledo. Le preguntamos por una pisondera que no supimos decirle en castellano y sirvió como excusa para ver todos los que tenía por si la reconocíamos (que no): también dibujos de un perro bañado en un arco iris y de un gato verde. Los pájaros también nos pareció que tenían colores raros. Le saca las imágenes su hija por ordenador y se ve que los colores de la impresora son los que son o que los cartuchos están gastados.

Nos enseñó un arrendajo que nos gustó porque suele acompañarnos cuando subimos al monte. Nos contó que un señor de su mismo centro de mayores, que iba a comer solo a pesar de estar casado, le pidió este mismo pájaro, se lo hizo, lo compró y se lo llevó a casa pero que su esposa le obligó a devolvérselo porque no quería mierda en casa, así le dijo, nos dijo que le dijo. Pepe, que así firma, se lo vendió ese mismo día a otro por despecho y por el doble, además. Por eso y porque se los quitan de las manos, asegura, aunque la carpeta donde los guarda y que tenía posada en el banco de al lado estuviera a rebosar. Al día siguiente el señor del centro de mayores volvió y le dijo que su mujer le había dado permiso para ponerlo en su habitación (se ve que tampoco dormían juntos, avisó) pero él le contestó que no era posible.

Había hecho otro arrendajo. Nos lo ofreció. No lo quisimos. Nos dio pena. Compramos unos gorriones verduzcos preciosos.

Pongo a continuación foto del señor mostrándonos su obra:

miércoles, 28 de agosto de 2024

La hora de llegar a casa

La vimos pasar corriendo mientras sacábamos dinero de un cajero. Era casi todavía una niña, el vestido blanco flojo, calzaba sandalias y corría como el reloj marca las horas. Tan-tan-tan... Las diez de la noche. Debía vivir cerca.

martes, 27 de agosto de 2024

El futuro

Tener un pasado inútil es de lo peor que le puede pasar a un país. Para que no lo sea hay que reclamarlo. Si no, todo lo es.

Dorado

Recuerdo de pequeño que me impresionaban los dibujos de Tío Gilito bañándose en montañas de monedas de oro. Yo asociaba esas monedas con arena, las montañas con dunas. 

Por detrás de donde Herminia había un antiguo arenal que se había quedado allí aislado. También había dunas por detrás de la carnicería. Hoy todo está construido. Era arena prieta, oscura y fría. Los críos jugábamos a hacer túneles en las dunas y casetas dentro. También servían como trincheras. A los padres les daba mucho miedo.

Ten cuidado con esas dunas, me decían, con esas montañas de oro, imaginaba yo. Les sigo haciendo caso.

viernes, 23 de agosto de 2024

Los libros de la cocina

En relación, aquí.

La recarga


El pintar las cosas, el retornealas, es parte del estilo montañés, y no solo de narrar.

La foto está tomada en Terán, por donde la traída de aguas, buscando el porqué (infructuosamente, una vez más) de su topónimo. La mancha blanca del suelo es plástico, aunque parezca guardar algún tipo de relación con las flores (pero no).

jueves, 22 de agosto de 2024

La Punta´l Lobu, Sanander

La mar lo da

Estoy tratando de definir la línea del horizonte que no es contra la mar para una entrevista y no me sale la palabra.

No me sale llamar horizonte a la línea quebrada de montañas que se dibuja contra el cielo.

domingo, 11 de agosto de 2024

Refugio climático

Nuestro verdadero refugio climático no es El Corte Inglés, ni siquiera nuestras playas, sino el túnel de Tetuán que aprovecha el trazado del antiguo tranvía de Pombo.

sábado, 10 de agosto de 2024

Primera hora

Tengo la suerte de cruzarme todas las mañanas a primera hora con un vecino cabuérnigo por la cuesta de los toros, subiendo él, que es joven, supongo que de la estación de tren, bajando yo, entrado ya en edad. Ahora en verano tostado él como una avellana de hacer la hierba, lo mío es otra cosa que tiene que ver con las pantallas de ordenador. Elegante él, yo incapaz. Su familia es como la mía, se remonta tan atrás que sabemos lo que hay antes de cualquier cosa importante. Él me saluda cada vez desplegando los brazos hacia abajo e inclinando levemente la cabeza, en un saludo antiguo. A mí solo me sale sonreírle con gratitud y reconocimiento.

viernes, 9 de agosto de 2024

Cuentas pendientes

Tiene estos últimos días un dolor de espalda que le traspasa hasta el pecho. Nos tranquiliza diciendo que no es nada, qué va a decirnos. 

Una vez fue a buscar agua con un caldero a una casa de detrás de la carnicería, donde los primeros eucaliptos, que a nuestra casa no llegaba. Fue donde aquellos vecinos porque la querían mucho, había sido maestra de sus hijos. De vuelta cargada con el caldero de agua fue cuando sintió por primera vez un dolor así.

En las fiestas del 1º de mayo de la C/ Tantín de hace un par de años un hijo de la gran puta de Colindres que creo que iba de comunista acompañado de su hijo atacó en el grupo que yo estaba a los antiguos maestros de su pueblo por no tener arreglada la casa, de cuyo mantenimiento se ocupaba el ayuntamiento, o debía, por tenerla fea, decía, supongo que por el verdín de la fachada, por ejemplo. En el grupo había varios maestros jóvenes que no dijeron nada. Yo creo que no sabían ni de lo que se estaba hablando. 

Tampoco yo me defendí. No servirá de tanto tanta educación.

jueves, 8 de agosto de 2024

Ireland’s Native Trees - EPISODE 3 WYCH ELM

Mánchester obreru

¡Qué pocu imagina´l ricu
cómu padez el probi
cuandu la necesidá asecha
cumu´n demongriu escuru y vengativu!

Nunca ha jechu la rolda a narras
a buscu de trabaju,
ni se li ha acolechau l´alma
al uír qu´está ajuyando´n vanu.

Nunca ha güeltu conos pies cansos y el corazón acorau
baju´l vientu envernizu
al húmidu sótanu undi nu hay lumbri,
ni luz, ni cumía.

Nu ha vistu a los sús críos
atelicíos en suelu,
nunca ha uíu´l gritu rilochu:
"¡Papa, un pocu pan!"

Canciu de los obreros de Mánchester tomau de Mary Barton (1848), novela d´Elizabeth Gaskell.

"La toponimia de Silió: Manteniendo nuestras raíces", conferencia


"La toponimia de Silió: Manteniendo nuestras raíces", conferencia a cargo de César Rodríguez (uno de los impulsores de La Vijanera) y Pilar Villegas, el viernes 9 de agosto a las 19 h. en la Cooperativa del Campo de Arenas de Iguña.

miércoles, 7 de agosto de 2024

Osos pirenaicos y cantábricos, enmascarados

En esa maravillosa novela que es Canto yo y baila la montaña (Anagrama, 2019) de Irene Solà hay un capítulo titulado "Cristina" que transcurre durante la fiesta del oso de Prats de Molló. Hay muchas similitudes con el osu de La Vijanera de Silió.

martes, 6 de agosto de 2024

Etimología de Monte Hano según José Luis Gutiérrez Cebrecos

José Luis Gutiérrez Cebrecos propone en el artículo titulado "¿Jano en Cantabria? Nuevas etimologías de Bijanera, Pico Jano, Suano y similares" publicado en Cuadernos de Campoo, aquí, una etimología que me gusta mucho para Monte Hano o Montihanu en Santoña, aquí. No el dios Jano ni el latín FANUM, como defiendo yo en la entrada enlazada, sino una hipotética raíz prerromana *FAN- de significado "mocho, despuntado, recortado, achatado" presente en, por ejemplo, faneca.

También explica pormenorizadamente la etimología de anjana, de la diosa Diana.

Os recomiendo la lectura del artículo.

lunes, 5 de agosto de 2024

El nordeste en Santander

Mi padre dice que el día ideal de playa en El Sardinero es cuando sopla viento nordeste. La mar está entonces picada. Está como la carne con grasa, explica. Si se detiene a eso de las siete u ocho de la tarde, al día siguiente volverá a hacer un buen día de playa.

Son conocimientos que supongo provengan de la época de los baños de ola.

La foto es de la 1ª.

Mi padre da su aprobado a la primera línea de casas a sur, el Paseo Pereda por ejemplo, pero indica que por detrás, en lugar de ir en paralelo, la ciudad tendría que haber estado orientada dando la espalda al nordeste para evitar las corrientes. Por ejemplo, los soportales de Pombo, que es donde estamos tomando un café, están muy bien para el gallego pero no para el nordeste. En invierno bajo estos arcos, señala, no hay quien pare. Santander es una ciudad de tubos.

domingo, 4 de agosto de 2024

A mediodía

Coincidimos en el banco de fuera de un bar de barrio que hay entre la C/ Vargas y la C/ Alta, esas calles paralelas que todas se confunden, ellos vecinos, nosotros de cerca, tomando una caña al fresco. Son un matrimonio pejinu. Tienen un perro atado a un bolardo que va buscando la sombra de un arbolito cercano, como hacemos nosotros, condicionado el perro por la longitud de su correa. Nuestra correa debe ser más corta que la suya porque no nos movemos tanto. 

La señora se baña en Rosamunda, le gustan las aguas abiertas. También marisquear. Llama cámbaros a las nécoras. Caza pulpos con gazas que le hace el marido con cables de frenos de bicicleta. Los peces que pesca, que son sobre todo porredanos y durdos, los come el marido. A ella le encanta cocinar al horno. El marido come este pescado de roca con pan por las espinas. Es soldador jubilado. Es él el encargado de comprar el pescado en el mercado. Pero las indicaciones se las da su mujer. Que los ojos estén blancos, las agallas lo contrario, rojas, que la piel brille y que el cuerpo no esté aplastado.

Para pescar jargos la mar no puede estar bella porque es un pez muy listo que te ve. También adivina si la esquila está muerta. Por eso hay que poner dos cruzadas como si estuvieran copulando, asegura el marido. Es así como se pescan jargos.

También se pescan con arpón, desde abajo. Esperas a que pasen por arriba y les disparas.

Un chico se metió a la mar por la parte de La Loma, por donde las vacas, hoy hay yeguas, añade la señora. Se metió a pulmón a por jargos, para luego venderlos. Era la fiesta de despedida del instituto y no tenía dinero para pagarla. Se metió para esperar y le dio la pájara, se adormeció y se ahogó, concluye el marido. Hay muchas pausas largas entre frase y frase. No preguntamos si conocían al chico. 

Sabían dónde estaba. Fueron a por él antes de que se lo llevaran las corrientes. Cuando lo encontraron los peces que tenía en la red atada a la cintura estaban vivos.

viernes, 2 de agosto de 2024

Café del recreo

Estábamos con mi madre tomando un café en la terraza del Centro Botín cuando de pronto comienza a sonar música electrónica y vemos que se congrega mucha gente en la plaza del anfiteatro que al poco se mueve en nuestra dirección tras un pequeño grupo de bailarines vestidos de blanco cuyos movimientos mi madre identifica como espurriera. Las risas fueron inevitables: El baile de la espurriera. Sale hoy en los medios.

El ascensor

Me topé subiendo por las escaleras a una señoruca que metían en camilla a un ascensor, el camillero enguantado y con mascarilla además de con peto de un solo uso, consumida toda, la señora, restos de permanente en la cabeza, con los brazos saliendo de debajo de la sábana que apenas abultaba, delgados y secos, aferrándose con las manos blancas de prietas a las barras protectoras laterales de la camilla, musitando, mirando hacia delante, el camillero detrás, sola.

"Muros de pared seca: Un Patrimonio de la Humanidad" en Cueto


Fantástica iniciativa. Únicamente tened en cuenta, por favor, que estas paredes no se llaman *moríos, aquí. Culpa mía.

Por cierto, aquí he puesto esta misma semana foto de viñal antiguo en la machina de Santander.

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