Fue a mi padre. Aquí había una pared y detrás un solar. Encontré en él una caja con una camada de gatos recién paridos. Llevé la caja con los gatos a casa. Mis padres me dijeron que los devolviera al lugar donde los había encontrado. Así lo hice. A la mañana siguiente, de camino al colegio, les llevé un poco de leche y una manta vieja. Los encontré muertos.
En esta zapatería pedíamos gomas para hacer escopetas (además de con listones y pinzas) y pin-balls.
El de la sombra (¿o mejor llamarlo reflejo de lo que soy?) soy yo.
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