Asomamos al balcón. Nochi limpiu, conas estrellas encesas. Somos pa veelas porque las farolas no levantan muchu y la luz que surdi d´ellas va cara baju, no se espardi pa tolas direicionis (hay poca contaminación lumínicu ena mí calle).
La nariz de Raquel acabildra en una constelación que no sabemos qué llamatu tien y mos riímos.
Peino el mí pelu p´acabildrar yo n´otra, da igual cuál (pero que no esté muy alta, que padezo vértigu).
Amirámonos caa unu dendi la suya, a miles d´años luz l´unu del otru.
Dámonos la mano.
jueves, 11 de julio de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Archivu del blog
-
►
2024
(485)
- ► septiembre (36)
-
►
2023
(539)
- ► septiembre (37)
-
►
2022
(470)
- ► septiembre (34)
-
►
2021
(491)
- ► septiembre (47)
-
►
2020
(430)
- ► septiembre (39)
-
►
2019
(496)
- ► septiembre (52)
-
►
2018
(444)
- ► septiembre (43)
-
►
2017
(405)
- ► septiembre (24)
-
►
2016
(274)
- ► septiembre (25)
-
►
2015
(331)
- ► septiembre (15)
-
►
2014
(218)
- ► septiembre (14)
-
▼
2013
(445)
- ► septiembre (20)
-
▼
julio
(17)
- Aves
- Madera de ser
- Vamos dejando atrás las tinieblas
- ADN
- Todo lo que pueden dar de sí los solares
- Semillitas
- Contradicción
- Diálogu
- La lógica de la mies de Santander
- Triplete
- Aros
- Constelacionis
- Satélites
- Cona ventana abierta
- Novienvre, la nueva novela de Luis Rodríguez
- Elléu tudancu
- Que va cargáu de colores
-
►
2012
(179)
- ► septiembre (23)
-
►
2011
(172)
- ► septiembre (17)
-
►
2010
(220)
- ► septiembre (30)
-
►
2009
(199)
- ► septiembre (18)
-
►
2008
(103)
- ► septiembre (23)
No hay comentarios:
Publicar un comentario