martes, 19 de abril de 2016

Si buscas, alcuentras



Carmona, esti dumingu.

11 comentarios:

Serrón dijo...

Que conste que en Carmona no se dice ni "alcontrar" ni "dumingu", sino "encontrar" y "domingu".

"Alcontrar", como "albarca", tengo para mí que pertenecen a la última oleada de variantes (o actualizaciones) tradicionales. A un hablante arcaizante le resultarán extrañas, a pesar de ser también montañesas. Este tipo de modificaciones tienen que ver con los cambios de focos de influencia lingüística: de Cabezón de la Sal a Torrelavega, por ejemplo.

El sistema, como vemos, tenía sus propios mecanismos de actualización.

"Dumingu", por su parte, es una palabra propia del cántabru normativo. en montañés es "domingu" (una palabra de ésas que descolocan, que las hay, como "mano", igual que en castellano, o como "continuu" por continuo, en lugar del esperable *"cuntinuu"). Se trata de una actualización hecha también desde dentro, pero desde otro sitio. Me explico: para "albarca" decíamos que unos, fijos, recbían la influencia de otros, móviles (Cabezón de la Sal > Torrelavega). Era la influencia la que variaba, no el influido. El desarrollo del cántabru normativo podríamos decir que introduce un cambio de perspectiva importante: unos y otros están o pueden estar desubicados, ambos son o pueden ser móviles, de ahí la potencia de la norma, su extrapolabilidad (permítaseme el palabro).

Anónimo dijo...

Bueno, discrepo un poco.

Se puede constatar "albarca" ya en el siglo XVIII. Que sea una innovación, probablemente, pero no es de última oleada, al menos no en algunos lugares.

Se suele decir lo mismo del yeísmo, cuando es perfectamente constatable también ya en documentos montañeses del XVIII (ordenanzas, etc.).

Yo, en vez, de con "domingu", estoy familiarizado con "dumingo" o "domingo", lo mismo que "sábado" y no "sábadu", "Junio" y "Julio" no "Juniu" ni "Juliu", aunque sí "Eneru", "Febreru" (los más aquello, a veces algo así como "Jebreru"), "Marzu", "Mayu" y "Agostu".

"Cuntinuu" sí la tengo escuchada junto a "continuu".

"Mano" tiene una explicación bien clara y es que... es femenino, lo mismo que sucede con "foto" para la foto, ni "motu" o "amotu" para la motocicleta, aunque sí "motu", pues es masculino, para... ni idea cómo se dice en "castellano de Castilla", son una especie de montículos que salen en terrenos tipo brezal, ¿hormigueros?.

En cada lugar de la Montaña tienen ya más o menos perfiladas sus reglas. Y este tipo de cosas van marcando personalidades según valles o incluso pueblos.

¿Por qué en unos sitios dicen "cementu" y en otros rechazan el cierre? O en unos se aferran a "abarcas" frente a "albarcas". A saber... me resisto a considerarlo una mera moda irradiada del punto X.

Lo que se emplee en eso que llamáis "cántabro normativo" pues, es tanto o más caprichoso, que esas variantes locales.

Pos esu te digu Vijenti...

Serrón dijo...

Me confirman que en Carmona es ""dumingo" y que sí se dice "cuntinuu".

Serrón dijo...

Muy interesante la última aportación, gracias.

No es exactamente modas a lo que me refiero, sino más bien a influencias: que por el motivo que sea la gente en un momento determinado, o época, se sintiera más cercana a o estuviera mejor comunicada con Torrelavega que con Llanes o con Cabezón, por ejemplo, tiene que influir.

Incluso estas influencias pueden proceder de una lengua, castellano, u otra, asturiano.

Es la explicación que puedo dar a que "balcón" se emplee en la cuenca media del Saja pero no en la alta ni en el Nansa, donde se emplea "correor". O a que a un lado de la Collá se diga "picaju" y en otro "picayu". O a la convivencia de "garuyos" y "garojos" en un mismo valle.

No creo en los compartimentos estancos. es normal ir cambiando conforme varía el entorno, también por lo que respecta a la lengua.

Los del cántabru, neomontañés, cántabro normativo.... van o vamos (yo cada vez más, por comodidad pero también por una especie de simpatía irrefrenable) siempre a la zaga, inevitablemente, de la gente que lo habla en casa. Así que los que lo habláis "de motu proprio" sentís una doble presión: la de los que os odian y desprecian, incluidos los que militan en las filas del autoodio (que son los peores porque se creen de vuelta de todo), y la de los que os admiran o admiramos, que sufrimos el efecto del extranjero tonto, es decir, aquél que parece tonto por no poder expresarse bien. Los extranjeros tontos dejan de serlo cuando van a clase y aprenden o cuando tienen la oportunidad de disfrutar de un periodo de inmersión. En Cantabria no existe ninguna de estas opciones. y así seguimos. Si no ponemos remedio el motnañés acabará convirtiéndose en un idiolecto... y después, nada.

Anónimo dijo...

Curioso, a qué le llaman en Cabuérniga "picaju"? Al instrumento para mesar?

No sabía. Es general? dónde se emplea?

PD: los que hablan alguna variante del montañés no se ocupan de estas cosas, somos los que estamos en la orilla -no hay nada qué admirar, no hay más mérito que escuchar- quienes tenemos según qué opiniones, ni mejores ni peores, al principio chocaba o molestaba (hablo por mí) pero a estas alturas ya hemos comprendido que cada cual tiene el mismo derecho a construír lo que quiera.

Serrón dijo...

Tengo muy mala memoria. Por eso, en parte, este blog. Me acuerdo que algo escribí en su día (porque algo había escuchado) pero no me acuerdo del qué. Te pongo enlace de lo que escribí entonces:
http://elrobledaldetodos.blogspot.com.es/2015/09/picayos-picajos-picachos-y-cerbales.html

Hay muchos perfiles, no solo uno u otro. El de hablante patrimonial se ha creado desde los neohablantes: antes no existía. Es solo un ejemplo. Así cuántos. Yo mismo: nieto de hablantes cuyos padres dejaron de serlo. Echo de menos lo que mis padres echaron de más. ¿Cuántos como yo? ¿Tantos como para componer un perfil? Sí, no...

Cuando leí "Díes de muncho" de Antón García, en asturiano (creo que ya está disponible versión en castellano), me sobrecogió lo bien que encajaba en algunos aspectos del personaje. Uno de tantos.

La norma entendida como punto de encuentro de todos.

Serrón dijo...

Para foto de "picayu" de Saja, aquí:
http://elrobledaldetodos.blogspot.com.es/2014/03/coda.html

Punto 22.

El buscador va bien.

Anónimo dijo...

Picaju en Carmona es el instrumento de mesar la hierba, son de hierro o madera. También se le llama al gancho de madera que, clavado en una viga o en la pared sirve para colgar algo de él.
Y picaya es el bastón que se corta curvado del árbol o se doma con fuego si es recto.
Apa.

Anónimo dijo...

Da gusto un debate sosegado sobre temas a veces tan polémicos.
Sigo sin ver la distinción patrimonial-neohablante o quizás sea que pertenezco a uno de esos perfiles intermedios que no se acomoda a ninguno de los dos. En todo caso, para mí el problema es de contexto. El otro día iba con los críos por el pueblo y me preguntan ¿qué hace ese señor?. "Esbarriando la cuadra con el roeru pa echar el cuchu a la burdiera" le digo. No cambié de registro, no traduje nada, todo fue sencillo y natural. Las palabras encajaron perfectamente, sin forzar ni ampliar significados. Y lo mismo después prendiendo la lumbre en casa (entre estiyas, tarmaos y demás) o hablando con un vecino sobre cómo llegar desde la Balsemana a la Collá.
Pero después se estropeó la wifi y ya me perdí. ¿Dejo que todo fluya y paso al castellano normativo, que es el registro más cómodo para esos temas? ¿O intento forzar los significados? Forzando las palabras todo queda más feo, parece prostituido y el tudancu no se maneja nada bien; lo siento extraño. Pero me da rabia pensar que el castellano normativo que aplico para ese contexto también ha sido forzado para amoldarse del inglés y no parece que haya mucho problema. ¿Dejamos al montañés sin forzar? ¿Qué pasará el día que nadie quite el abono de la cuadra con una pala de madera o la calefacción sea de butano? ¿Que muera, como ya murió en las ciudades?
No sé la respuesta correcta, la verdad, pero opto por forzar esta lengua para ver si vive una generación más. Quizás sea triste porque morirá igual, solo que entubada e irreconocible, pero es lo que me dice el corazón.
En todo caso, creo que estamos todos en el mismo barco, con el mismo amor por unas palabras que han creado nuestro mundo. Todo el respeto al que considere otras opciones.
Abrazo a todos
Jisús

Anónimo dijo...

Anoche no dormí bien.

Tengo un par de cebillas colgadas provisionalmente del perchero a la entrada del pisucu en que amurugo, a muchos cientos de quilómetros de distancia de donde vinieron. Y llevan ahí unos días muertas de risa, como que me da pereza dárselas a quien me las encargó. Ahí estoy como un drogata inhalando por cada poro esa vaporá y no sé si me estará trespusiendo.

Tengo también fresco el tema de los "arreglos" de casas, socarrenas, los dichosos arquitectos de capital... y la madre de los tomates. Desguace de viejos aperos apolillados, cortijos toscos y trastes diversos, fabulosos pesebres de recia y noble madera, hechos mesas pa comilonas, conatos de desguazar carros para colgar las rueas de una paré... Queda todo muy guapo y tal, innegablemente. Y se alegra uno de que no vaya al garete todo lo que dejaron los mayores, faltaría más.


El caso es que le leí ayer a "Jisús" lo de forzar el montañés para que viva una generación más. Y con tou el mejunje este de imágenes, yo no sé qué reacción se me desencadenó. El pesquis ya me jugó una mala pasada y el detonante fue mi primera lectura errónea del comentario "una degeneración más". Total, se conoz que en alguna de las fases esas famosas del sueño algo debió de barrenar en el subconsciente, pegó un esplotíu o yo qué se. Ello jué que a una hora ya no hubo forma de volver a pegar ojo.

Horas después, en metá de una reunión con tipos que más que hablar aladran, vínome un chispazu, me esgabullicí por unos segundos en una sucesión de discurriatos y cavilé que tener las cibillas trascendiendo ese tufo tan agradable y añejo -nada que ver con el agrio y repulsivo olor a silu de las pintonas- amenaza ser una droga demasiado potente y adictiva, que alteria a quien no se ha quitado del todo de la enfermedad, igual que la surá pon relochas a según qué personas.

Y sí, voy a tirale con ellas a estos personajes a la voz de ya, a ver si vuelve el juiciu, que normalmente estaría yo ojeando este blog en rigurosísimo y gutón silencio. Además, no está quedando en casa un perfume que inspire a ofrecer cafeses a señoritas avispadas.

Tendré que airear bien y espolvoreaar algo de agua de mar a modo de espray pa echalo ajuera.

PD1: Jisús, la culpa no es tuya... ;), que se te barrunta un tipo noblón.

PD2: perdón al resto por la manoja mental, ese tufo coloca más que canutos tamaño Bob Marley.

PD3: seguid con vuestra idea esa del cántabro y tal, yo estoy tirado al monte con mis talibanadas -de hecho llevo tiempo en fase maniática de distanciamiento de la palabra "Cantabria" y solo me interesa "La Montaña"- ya poco tienen que ver con posiciones racionales... si le echo mano a algo antiguo ni "arreglos" ni gaitas gallegas, va a quedar con el concepto original, ni adaptaciones a los tiempos modernos ni pampurrias. Al carajo!!! Ya estuvo bueno de serrar entre el tronco y el sitio de la quima donde uno está sentado... Pero, la que diz el Serrón, ahora échale un galgu al arquitecto especializado en verdadera rehabilitación.

Felicidades por las entradas dedicadas a la arquitectura tradicional montañesa. Solo ellas ya se bastan pa calteneme apetegau al blogue esti de los demonios.

PD4: las postdatas me salen tan largas como el mensaje... señal de no estructurar bien las ideas, pero espero que queden más o menos medio claras.








Serrón dijo...

Te entiendo.

La revista Alcuentros, por ejemplo, nació en la terraza de la residencia de estudiantes de la Universidad Carlos III de Madrid, en Leganés.

Somos todos ramas de un mismo tronco.

Te propongo lo siguiente: si quieres que publique algún comentario tuyo como entrada del blog, envíamelo indicando "para entrada de blog". Si quieres comentarme lo que sea (darme una pista de algo, una aclaración, etc.) y no quieres que aparezca ni como comentario ni como entrada del blog ponme "no publicar".

Gracias.

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