domingo, 19 de marzo de 2023

Las consecuencias

Nuestro vecino del quinto es nuestro nuevo vecino. Es mayor que nosotros, de una generación más. Es de ir al gimnasio, se cuida. No tiene mujer ni hijos al menos que sepamos. Ha comprado el piso, que no ha sido barato, de una vez. Trabaja a turnos en una empresa metalúrgica. Lleva así más de quince años. Gana dinero en abundancia pero no tiene estabilidad. Le renuevan cada año, si lo hacen. Hasta ahora (hasta ahora) ha sido así. Pero con la nueva ley le echan al paro (a descansar, le dice el de personal) seis meses entre contrato y contrato para no hacerle fijo. Él echa la culpa al gobierno que ha hecho la ley, no al empresario que abusa de la ley.

El corazón le ha dado un susto serio.

No sabe si quiere que le den la baja indefinida y vivir a partir de ahora apurado o si quiere volver a la fábrica y correr el riesgo de que le dejen cumplir un ciclo anual pero luego le echen al paro que para él seguramente sería definitivo.

En cualquier caso, no va a depender de él.

Es nuestro nuevo vecino. Hasta ahora los nuevos éramos nosotros.

1 comentario:

Serrón dijo...

Este texto tiene el mismo título que el anterior a posta.

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