Me lloraban los ojos de mantenerlos abiertos para mirar por los prismáticos. Hacía mucho frío. Estábamos al final de un dique en un avistadero de Santoña. Un ave gritaba su nombre. No lo recuerdo pero se la conoce por sus gritos. Entonces RMG nos explicó que las aves marinas tienen voces finas porque si las tuvieran graves no se las oiría. Por eso los pejinos hablan agudo y cantando, concluyó, para hacerse oír en la mar.
martes, 14 de enero de 2025
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1 comentario:
Maravilla. ¡Gracias!
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