miércoles, 15 de febrero de 2012

¿Qué ves? - Un dedo - ¡Qué bien me escondo!

Consciente de la tropelía que le han encargado en Santander, Renzo Piano, el mismo arquitecto al que debemos, y empleo el plural porque es una conquista de la humanidad, el bello Centro Pompidou de París, ha encontrado el modo de apartarse sin dejar de cobrar: el CAB es una relalación entre dos elementos que no son él, es como una interfaz entre los ciudadanos y el paisaje, dice, una caja de resonancia, un potenciador paisajístico. Esta relación entre ciudadanía y paisaje no se sabe muy bien por qué Renzo Piano cree necesario reforzar y, lo que resulta más flagrante aún, él se cree capaz de reforzar. ¿Acaso necesitamos un edificio encasquetado en la bahía para ver mejor la bahía?

De haber sido un arquitecto honesto, al recibir el encargo se habría inspirado en los nidos de urraca que hay en los árboles de los jardines que va a sumir en la sombra.

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