viernes, 10 de octubre de 2014

Restos de Valdecilla, biblioteca popular "Eliseo Reclús" de Santander (1937), corruptelas menores, directorio telefónico (1936) y Dr. Gonzalvo

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Acabo de saber que el reloj del pabellón, precisamente, "del reloj" o de dirección de Valdecilla está en el ayuntamiento de Valderredible. Al parecer los vecinos de este municipio daban patatas a cambio de asistencia. Cuando se echaron abajo los pabellones quien fuera decidió dar a este ayuntamiento el reloj. Y allí está.

Las piedras de la fachada están numeradas y enterradas en una finca propiedad del Gobierno cerca de Santander.

Parte de las cristaleras del hall, las más historiadas, están en el salón noble de la biblioteca del hospital.

El busto del marqués que también estaba en el hall se encuentra en el jardín que hay enfrente del pabellón 16, a la intemperie, a pesar de ser de interior. Hay otra copia, según tengo entendido, en la casa de la familia del marqués en Solares, casa que funcionó como colonia agrícola para enfermos mentales durante la Guerra Civil. Qué distinta esta colonia agrícola, en la finca del marqués, a lo que ésta es hoy: de proyecto asistencial de vanguardia a reclamo turístico tontorrón. Prioridades.

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El próximo domingo, inauguración de la biblioteca popular "Eliseo Reclús".

La Comisión de Bibliotecas, que, como se sabe, inició la creación de las llamadas populares de barriada al constituirse el departamento de Instrucción pública, no podía olvidar, en modo alguno, una tan digna de atención como la de Puertochico.

Por ello, plácenos anunciar, al fin, la inauguración de la biblioteca "Eliseo Reclús" en dicha barriada. Ella tendrá lugar a las once de la mañana. Consistirá en un sencillo acto a base de una conferencia que el publicista Manuel Llano se encargará de explicar.

Ya lo saben, pues, todos los vecinos de aquella zona: la biblioteca "Eliseo Reclús", sita en Castelar, 7, entresuelo, será inaugurada el próximo domingo. Esta Comisión de Bibliotecas espera la asistencia de los mismos.

Santander, 21 de enero de 1937.

Visto bueno: el director general, Jenaro de la Colina; por la Comisión de Bibliotecas, Urano Macho.

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Una empresa pública de referencia ha contratado a una privada para resolver determinadas tareas. Un chavalejo contratado por esta última se dedica a coger palés y guardárselos en una furgoneta que tiene aparcada al lado del almacén. Al parecer pagan por palé unos dos euros. Las empresas que los compran son las mismas que luego los venden de segunda mano por más del doble de lo que han pagado por ellos. Se los venden, y en grandes cantidades, entre otras, a la empresa pública que ha contratado a la empresa que ha contratado a su vez al chavalejo.

El chavalejo, además de ser un mangante, es medio tonto, o sin el medio. No solo por jugarse el puesto por no más de cien euros al mes, sino por coger palés delante de todo el mundo, incluido yo mismo, aun sabiendo que tengo trato con su jefe. En qué situación me pone.

La corrupción cala.

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Finales de 1936. Santander.

(5)

Al Dr. Gonzalvo, Gerente de Valdecilla durante la primera mitad de 1936, durante el periodo conocido como del gobierno de los comités, no lo conoce nadie, ni microsoft. Una injusticia. Lo mataron en el 37.

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