La sede central del Instituto Cervantes es la de un antiguo banco de una céntrica calle de Madrid. Reutilizar espacios diseñados para otra cosa es arriesgado. Ahí está la Biblioteca Central de Cantabria, tan difícil de calefactar, de iluminar y de mantener en silencio, en definitiva, tan incómoda. También hay casos de éxito, como la Tabakalera de San Sebastián o la Biblioteca Pública Jovellanos de Gijón, que también reutiliza la sede de un antiguo banco.
De la sede madrileña del Instituto Cervantes solo conozco la biblioteca, que está aparte, y la sala de exposiciones, que ocupa el antiguo patio central del banco. A diferencia de la biblioteca asturiana, la adaptación de esta sala de exposiciones está muy mal resuelta. Parece estar de prestado, la sala; y el visitante con ella.
La sede del Banco de España en Santander estaba reservada para el MUPAC. Pero se la arrebató el Archivo Lafuente, enteramente privado, que tiene firmado un acuerdo de préstamo "gold" con el Reina Sofía. Es un edificio muy bonito por fuera, de lo mejor, pero puede convertirse en una trampa por dentro. Con esto no quiero decir que me alegre de que el MUPAC tenga que buscar otro sitio. Ni por asomo. Como decía al principio, es muy difícil la adaptación de un edificio pensado para otra cosa, pero no imposible: la Biblioteca Pública Jovellanos de Gijón y la sala de exposiciones del Instituto Cervantes de Madrid demuestran que partiendo de lo mismo el resultado puede ser muy diferente. El MUPAC podría haber solventado los problemas de adaptación del edificio, de los que seguro su director estaba advertido, y seguir la senda buena, la asturiana.
De haber mantenido sus posiciones y conservado la sede del antiguo Banco de España el MUPAC podría haber intentado encontrar su complemento (necesario, porque el espacio me parece a mí que no da de sí) en el antiguo convento de la Calle Alta, actualmente en ruinas, destinándolo a almacén visitable, tal y como han hecho acertadamente en Ávila (pondré fotos). Es una idea que sigue siendo aprovechable.
viernes, 4 de mayo de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Archivu del blog
-
►
2024
(447)
- ► septiembre (36)
-
►
2023
(539)
- ► septiembre (37)
-
►
2022
(470)
- ► septiembre (34)
-
►
2021
(491)
- ► septiembre (47)
-
►
2020
(430)
- ► septiembre (39)
-
►
2019
(496)
- ► septiembre (52)
-
▼
2018
(445)
- ► septiembre (43)
-
▼
mayo
(28)
- Cardos
- Me acompañas
- Colores
- Savia
- En la iglesia de Valle
- Si tú nu fías de lo tuyu, qué los demás
- Depósito votivo
- Una película y un libro
- Amas de cría, cara B
- Fragmento de trova sobre patrimonio lingüístico cá...
- Día de los museos
- Logo Santander
- Escoréu, 24 d´Avientu, de Ramón Lluis Bande
- Cabaña meracha al sol
- Miera, Vindio
- La vez de Santo Toribio y Amós de Escalante, año 1871
- Tres cuadros pasiegos
- Desmemoriados
- Un único arce
- Entervención vicinal autónoma
- Con el mazo dando
- Caltené-la luz encesu hasta que amaneza
- Enmaculáu
- "Las Ventas en los caminos de Cantabria en el Anti...
- "El valor del Rei", novela
- Reutilización de bancos
- Cabañas prehistóricas en el CAREX de Burgos
- Ochu notas carmuniegas
-
►
2017
(405)
- ► septiembre (24)
-
►
2016
(274)
- ► septiembre (25)
-
►
2015
(331)
- ► septiembre (15)
-
►
2014
(220)
- ► septiembre (14)
-
►
2013
(445)
- ► septiembre (20)
-
►
2012
(183)
- ► septiembre (23)
-
►
2011
(173)
- ► septiembre (17)
-
►
2010
(220)
- ► septiembre (30)
-
►
2009
(199)
- ► septiembre (18)
-
►
2008
(103)
- ► septiembre (23)
No hay comentarios:
Publicar un comentario