viernes, 4 de septiembre de 2020

Herencia

Los herederos se pusieron en contacto conmigo porque tras la muerte de la artista querían donar obra. Hubo que decir que no.

No mucho tiempo después, de vuelta a casa de madrugada, Raquel y yo encontramos tirada en la basura, a la altura del domicilio donde están hechas las fotos, una mesita antigua (de esas con patas torneadas y rosetas en las portezuelas) pintada de azul, el azul característico de esta artista, y posada su paleta.

Cogimos la mesita, que es ahora la de noche de Raquel, y la paleta, que conservamos guardada dentro.

De los cuadros nada sabemos.



Quizá os suene a alguno porque suya es la ilustración de portada de un libro de Rafael Barret del año 1992.

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