Tumba del 1700 en la antigua catedral de Vitoria Gasteiz con plato de sal para ralentizar el efecto de la humedad (problema que ha llegado a desestabilizar el edificio) en la pudrición del cadáver. Los enterramientos todavía se hacían dentro.
Tres calaveras porque al reutilizar la tumba se conservaban las de enterramientos anteriores como señal de respeto.
En relación, aquí.
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