viernes, 29 de agosto de 2014

John Barth y Erskine Caldwell, la actualización del patrimonio como reto del s. XXI y el nacimiento de la Universidad de Cantabria el año 1937

(1)

Creía que me habían recomendado Sabático de John Barth. Encontré esta novela de pura casualidad en la librería Tipos infames. Es de los ochenta. No dudé en comprármela. Creía que lo había hecho el editor de Milrazones, cuyo criterio respeto mucho, un día que estuvimos tomando un café. Pero no, me equivoqué.

Cuando iba a medio libro nos volvimos a encontrar y aproveché para agradecerle la recomendación, cómo no hacerlo, el libro es estupendo, a lo que él respondió extrañado que no, que él no me había hecho ninguna recomendación, y que además él no había leído ese libro. Para compensar me recomendó otro: La parcela de Dios, de Erskine Caldwell. Éste lo encontré sin dificultades. Recién leídos los primeros capítulos nos encontramos de nuevo y me preguntó qué tal y bien, le respondí, bien, me está gustando, el planteamiento es bueno.

Pero a diferencia del primero, éste, La parcela de Dios, hacia la mitad empezó a ponerse cuesta arriba, más cuesta arriba, más y más y al final lo he logrado terminar a duras penas no por árido sino por insulso. Es un libro que yo no recomendaría. ¿Qué hacer cuando vea de nuevo al editor y me pregunte? Pues le diré que su primera recomendación, la que no me hizo, me gustó más. A ver si cuela.

(2)

Recuerdo que en Derecho Administrativo teníamos un profe que nos dijo que el servicio militar obligatorio fracasó cuando los objetores dejaron de dar explicaciones de por qué lo eran a los jueces.

El otro día me encontré con un erudito local que me dijo que se había topado con este blog y que me había reconocido en él y que cómo es que estaba a favor del montañés, tamaña bobada, me dijo.

¿Y tú que sabrás? Fue lo único que le respondí.

(3)

El antiguo puente de Talavera ha perdido sentido. Talavera se ha quedado al margen de las principales vías de comunicación. Los vecinos han abandonado el casco histórico, en un alto, para bajar al llano. Con el boom inmobiliario de la década pasada incluso los barrios llanos de primera generación se están abandonando. Los vecinos se están trasladando a barrios periféricos. El casco histórico está en ruinas. ¿Cómo levantarlo? ¿Qué nueva lógica?

¿Qué nueva lógica para el Cabildo de Arriba de Santander? ¿Y para la Puebla Vieja de Laredu? ¿Y para San Vicente de la Barquera? Y más: ¿Qué nueva lógica para, por ejemplo, el Románico?

Estamos ante una encrucijada para nuestro patrimonio. Pero esperad, porque la preposición "ante" en cierto modo nos distancia de la encrucijada, así que mejor vamos a decir que estamos "en" una encrucijada para nuestro patrimonio, que parece como que nos implica un poco más.

(4)

Las nuevas urbanizaciones suelen estar pegadas a las autopistas. ¿Por qué, con lo ruidoso e incómodo que parece? Primero, por los avances en la edificación, que, por decir algo, permiten levantar una coliflor como la del Guggenheim Bilbao, y sin inmutarse. Segundo y más importante, porque así se ven desde la autopista, un escaparate formidable. He aquí la nueva lógica constructiva: ¿el sol, los vientos, la orientación...? No, que se vea desde la autopista.

Antes teníamos los verbos "ser" y "estar", tan fastidiosos para los estudiantes extranjeros. Pero la física cuántica ha cambiado las reglas (un átomo, la unidad, lo más pequeño que es, se puede romper, haciendo de una cosa en teoría indivisible, el átomo, un montón de cositas que son otra cosa, no solo porque sean otra cosa distinta a lo que eran, sino porque estas cositas al no ser no se sabe lo que son, por eso decimos que son otra cosa). Gracias a la lógica de la física cuántica "estar" también es "no estar": el tránsito.

Y lo que transita, ¿qué es? Fácil: el comprador de un chalé levantado al pie de la autopista, que es una forma de "no ser".

(5)

En la web de la Biblioteca Marquesa de Pelayo se pueden leer de forma libre y gratuita diez libros dedicados a la historia de Valdecilla. Los diez libros componen la Colección Fuentemar, nombre tomado de la finca donde se levanta el hospital. El número nueve recupera textos del neuropsiquiatra Wenceslao López Albo, de Colindres, primer Director Gerente, exiliado, textos que dedica al proceso de gestación de las universidades de Cantabria y el País Vasco.

Resulta que la primera piedra de la Universidad de Cantabria se puso el año 1937. La UC ésto todavía no lo sabe. A lo anterior se añade que el Dr. Wenceslao López Albo se refiere a la Universidad de Cantabria como a la Universidad del País Cántabro. Increíble. Lectura recomendable.

Están disponibles aquí, apartado Servicios > Servicio de Publicaciones > Colección Fuentemar. No es necesario meter claves.

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