Me llamaron la atención los marcos de Ruente, en particular los marcos que contenían los nombres de vecinos, un simbiosis vecino / pueblo de primer orden:
No me fijé entonces. Fue luego en casa, viendo las fotos (pasa que en las fotos se aprecian mejor los detalles que en vivo), que me di cuenta de las otras tallas, las de los pies, los podomorfos. Busqué en el libro Después de Altamira y efectivamente, esta peña es la que en el libro aparece identificada como "los pies del romano".
Son petroglifos prehistóricos.
Unas tallas se superponen a otras. No me gusta que pase pero dadas las circunstancias (falta ((in))formación) entiendo que pase.
Somos, estamos.

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