martes, 4 de junio de 2013

Tres detalles en un mismo barrio de Renedo

En una puerta.
 


La balaustrada, que se hizo aparte, no encajaba bien, así que se metió como se pudo. Fijaros que en el escudo hay restos de pintura (se advierte una flor bajo las patas delanteras del león; nos cuesta imaginar los escudos pintados).


En el adorno vegetal de la izquierda, en vertical, se reconocen dos manos: la del maestro, mucho más detallista (la parte de abajo) y la del aprendiz, más esquemática (la parte de arriba).

Todos los motivos de esta puerta son muy montañeses. El rosetón que se ve en mitad de la puerta es genuino.


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