viernes, 21 de noviembre de 2014

Los matasellos de las lampisterías también eran luminosos, como los letreros, además de un ojáncano de bares, novela de la nieta de Neila, estudio sobre la Guerra Civil en Santander de Fernando Obregón, hurrias y técnicas constructivas de los caseríos vascos

(1)


Matasellos de la Gran Lampistería Moderna de Crispín de Blas, radicada en la Plazuela del Príncipe, Santander, años veinte.

(2)


Ojáncanu pintado a tamaño natural (lo de tamaño natural es porque tengo una imaginación muy viva) en la fachada del Bar Gas, en Vargas, Santander.

(3)

Está a la venta aquí el libro que escribió la nieta de Neila, el que fuera responsable del aparato represor de la República en Santander. De interés. He oído que ya está a la venta la entrega dedicada a Santander de la serie de libros sobre la Guerra Civil en Cantabria del historiador Fernando Obregón Goyarrola. De interés, bis.

(4)


Hurria, en Santander, pelea a pedradas.

(5)

Estupenda guía sobre técnicas constructivas del baserri o caserío vasco, aquí. Un buen modelo a imitar. Fijaos que ya en la página de créditos indica que todos los libros citados a lo largo del libro y recogidos en la bibliografía se encuentran disponibles en la red de bibliotecas públicas del País Vasco. Qué envidia trabajar así. Está en euskera, pero el planteamiento del libro es perfectamente comprensible.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El matasellos tiene pinta de ser de los años 30, el escudo que aparece en el sello está castillado en vez de tener corona real, así que la II República ya debía de estar instaurada.

Archivu del blog